“Queríamos homenajear a ese bar al que ir cada día”, explican Ángel Zalduegui, propietario, y su yerno Borja, de EL BUEN. “Ese sitio de toda la vida donde poder ir a tomar el aperitivo o quedarte a comer. Un lugar donde sabes que te van a tratar con cariño y te van a ofrecer lo mejor que tienen cada día.”
Sus mesas altas y platos sin florituras podrían clasificar a EL BUEN como un simple bar, pero es mucho más que eso. Espacio elegante, una carta corta llena de los mejores productos y recetas propias, un lugar donde celebrar una comida con un compañero de oficina, un aniversario, un encuentro de amigos o simplemente ir a tomar un buen pote.
EL BUEN es una oda al producto, donde se han seleccionado con mimo los mejores proveedores de verduras, conservas, quesos, embutidos, legumbres, pescados y carnes; donde reina el producto fresco y una atención exquisita. Aquí, las barras son protagonistas, invitando al comensal a disfrutar de pie o en taburetes altos, buscando esa conexión entre comensales y camareros que hace que la experiencia sea amable, cercana y duradera en el tiempo.

EL BUEN (Calle Hermanos Becquer 5, Madrid).
Cocina sencilla de marcadas raíces vascas
EL BUEN ofrece una cocina de raíces vascas con sutiles guiños contemporáneos, con platos reconocibles para todos los paladares. Parte de una serie de platos fijos donde cada día habrá elaboraciones fuera de carta, en función del mercado y la temporada. Aquí manda el producto, los proveedores con nombre y apellido y algunos platos icónicos que aspiran a convertirse en históricos.
No faltan los pintxos, dispuestos sobre la clásica barra refrigerada, que se van reponiendo durante el día; ni un buen mixto, en este caso elaborado con jamón ibérico, queso de tetilla y yema curada. En la carta reinan las croquetas, los huevos “El Desgraciao” y la merluza en tempura, pero también una corvina a la plancha con pisto y carne madurada a la parrilla. En el apartado de postres encontrarás el pastel vasco con helado de mantecado, El Buen chocolate y su versión particular de la tarta de queso.
Completa la experiencia una carta de vinos con más de 80 referencias a precios muy ajustados, con etiquetas clásicas y especiales, y donde se ensalza la figura del txakoli. También muestra una amplia oferta de destilados y coctelería con recetas creadas para El Buen por Dry Bar, con una serie de premixes elaborados en cocina.
Un espacio cómodo y de diseño
Néstor Marcos Architecture ha creado una propuesta innovadora con un diseño interior desenfadado y elegante, con una cocina abierta que permite al comensal apreciar la preparación de los platos a través de un amplio ventanal. Incluye mesas altas y barras con cubiteras integradas y cómodos taburetes, creando un ambiente agradable en un entorno sofisticado y relajado. Reinan las maderas nobles, los mármoles exquisitos y una paleta de tonos neutros complementados por una iluminación cuidadosamente controlada.
El desarrollo de marca e identidad completa la propuesta de diseño con ilustraciones y detalles únicos, creados y desarrollados por la artista gráfica Amalia Aranguren. Su estilo, basado en un estilo clásico reinterpretado desde la postmodernidad, se adapta al proyecto y lo enriquece, jugando con tipografías y manteniendo el estilo elegante pero desenfadado del restaurante.
Ansón y Bonet ha sido la consultora gastronómica responsable de la puesta en marcha de EL BUEN. En palabras de Alejandra Ansón y Miguel Bonet: “el proceso ha sido bonito porque Ángel y Borja tienen alma de hosteleros. Aterrizar sus ideas en un concepto atractivo nos ha encantado. EL BUEN es el bar donde nos apetece ir todos los días.”