Por A. Castillo
Descubrimos en FEARLESS un destino sorprendente para los amantes de los deportes de invierno. La estación de esquí francesa de Les Angles, situada en el departamento de los Pirineos Orientales, en la comarca del Capcir. Es un auténtico pueblo estación donde conviven el encanto, la cultura y el sabor propio de las regiones del sur de Francia, con la modernidad de una estación de esquí que ofrece todas las posibilidades para disfrutar de unas vacaciones en familia.
Si algo marca la seña de identidad de Les Angles con respecto a otras estaciones del Pirineo Oriental es precisamente su carácter familiar lo que mejor define a este pueblo estación. Les Angles cuenta con la etiqueta Famille Plus, una garantía nacional que certifica la calidad de la acogida, las actividades y los servicios ofrecidos a las familias y los niños. Un destino ideal para pasar unas vacaciones familiares en un entorno de naturaleza sin igual, al pie del lago Matemale y flanqueado por un enorme bosque de pinos.
La mayor estación del dominio de Neiges Catalanes
Les Angles es la mayor de las estaciones que forman el dominio de Neiges Catalanes. Junto con Font-Romeu-Pyrénées 2000, Formigueres, Cambre D’Aze, Porté-Puymorens y La Quillane, dominando el paisaje de la meseta del Capcir, está situada en el corazón de los Pirineos Orientales. Ofrece, en las laderas del Roc d’Aude y del Mont Llaret, entre 1.600 y 2.400 m de altitud, 60 km de pistas que serpean entre pinares y grandes espacios vírgenes hasta llegar al pueblo. No es exagerado decir que Les Angles es el único pueblo estación del Pirineo en el que puedes llegar a la iglesia en esquís, es decir, esquiando hasta el mismísimo centro de la villa.

Comodidad y Accesibilidad
En esta estación todo es cómodo. Hay aparcamiento suficiente, en superficie y subterráneo, para despreocuparse del coche y acceder fácilmente a pistas mediante el telecabina o por cualquiera de los accesos, pues todos son fácilmente accesibles. Una vez arriba, describir con palabras la sensación de esquiar rodeado de pinos y abetos con las impresionantes vistas no es tarea fácil. Hay que vivirlo.

El destino perfecto para aprender a esquiar
Les Angles es un lugar ideal para iniciarse en el esquí. Sus pistas en el interior del pueblo y sus largas pistas verdes dentro de la estación ofrecen un entorno seguro donde aprender y progresar rápidamente. Cualquier nivel de esquiador va a encontrar aquí su sitio para disfrutar, hasta los más cañeros, tanto en las bajadas balizadas como en los fuera de pista y zonas de freeride. En Les Angles está prohibido aburrirse.

Más allá del esquí
Seas o no esquiador, en Les Angles puedes hacer de todo.
Lou Bac: una montaña rusa en la nieve
En nuestra visita tuvimos la ocasión de probar el Lou Bac, una de las actividades estrella de la estación, en la que se desciende en un trineo montado sobre un monorraíl durante 2 kilómetros a más de 40 kilómetros por hora entre bosques y pistas de esquí. Esta especie de montaña rusa, que también funciona en horario nocturno, es apta para todas las edades, aunque los niños de 3 a 8 años deben ir acompañados de un adulto. El Lou Bac ofrece impresionantes vistas del pueblo y del lago Matemale entre curvas y giros endiablados. La adrenalina está garantizada.
Snake Gliss: diversión en grupo
Otra de las experiencias para niños y adultos es el Snake Gliss. Es una especie de trineo colectivo, en el que cada pieza conecta con las demás formando un tren que desciende a gran velocidad dirigido por un guía. El Snake Gliss se desliza rápidamente a ras de suelo garantizando las risas de los participantes y alguna que otra caída del ocupante del trineo de cola, que no es descartable que en algún giro salga disparado.

Barbacoa a 2.000 metros de altitud
¿Imaginas una barbacoa a 2.000 metros de altitud? Esta es otra de las sorpresas que te depara Les Angles. No hace falta que seas esquiador, puedes acceder directamente a pie desde el telecabina de Les Pèlerins hasta la sala Hors Sac, donde te recibirá el calor de una brasa permanente alimentada por dos personas que se encargan de la barbacoa. Sin complicaciones. Tan fácil como subir tus productos, guardarlos en las neveras a disposición del público y olvidarte de lo demás. A la hora deseada, dejas que los parrilleros te los asen al calor de la leña. Un picnic de altura, y además, totalmente gratis. ¿Se puede pedir más? Esto, que tanto nos llamó la atención, porque es impensable algo parecido en las estaciones españolas, es una práctica habitual en Francia, si bien la sala Hors Sac de les Angles, destaca por su gran tamaño.

Après-Ski en Les Angles
El après-ski en Les Angles es una experiencia en sí misma. Parada obligada es el espacio Angleo, un moderno centro termal donde relajarse tras una jornada de nieve con piscina de chorros, burbujas, hamman, sauna y zona de tratamientos. La cultura termal es tradición en toda Francia, y en esta zona hay numerosos baños termales para elegir, pero Angleo es el más moderno. Sin salir del centro, en la planta superior, el restaurante-bar musical La Bibiche, es uno de los puntos neurálgicos donde acabar el día tomando una cerveza en torno a una partida de bolos.

Baños de Saint Thomas
A media hora en coche de Les Angles están los Baños de Saint Thomas. Una zona de aguas termales exteriores con 3 piscinas de aguas sulfurosas entre 37° y 58° grados al pie de un anfiteatro de piedra. Merece la pena la excursión para conocerlos.
Sabores de la región
La oferta gastronómica es rica y variada, con numerosos locales donde los quesos y las carnes a la brasa son protagonistas. Nos gustó especialmente el restaurante Creperie La Grange en el centro del pueblo, junto a la iglesia. Inigualables la fondue y la raclette de las que dimos buena cuenta.

En definitiva, es un destino a tener muy en cuenta para una escapada de 3 o 4 días o para pasar unas vacaciones, ideal para compartir en familia por las numerosas opciones de ocio que ofrece para todos. Y a tener en cuenta a la hora de planificar el viaje, los ajustados precios que ofrece, notables en comparación con las estaciones españolas, un punto a su favor para captar un público que, aunque mayoritariamente francés y catalán, cada vez se abre a más visitantes procedentes del resto de España.