Vuelve a los escenarios «Los Farruco y Los Fernández, Navidad flamenca». Será la novena edición. Hablamos con Farru, uno de los bailaores del momento y uno de los más importantes de la historia del flamenco.
Por YOLANDA FONT
Fotografía ROBERTO MAROTO
A media tarde, Farru entraba por la puerta del restaurante Rhudo y me sorprendía con un abrazo lleno de calor en este otoño de un Madrid al que no termina de arrimársele el frío.
Empezamos por las fotos. “Espera” – me dijo-. Y ni corto, ni perezoso, el hijo de La Farruca se quitó el calzado para subirse a la barra bajo la mirada atónita del fotógrafo y la perplejidad de los camareros. Fueron unos segundos inolvidables, una clase magistral de flamenco, que no pasó desapercibida ni para la cámara, ni para el recuerdo.
Farru, hoy nos has bailado descalzo encima de esta barra, pero a mí me ha venido a la memoria aquel día en el que perdiste el tacón del boto flamenco bailando con Paco de Lucía a la guitarra.
Menos mal que Paco era genio para todo. Vaya fatiga que pasé. Estaba empezando el baile y en uno de los movimientos di en el suelo con el tacón. Mi sensación no fue la de que se rompiera el tacón, si no que había hecho un agujero en el suelo. Cuando veo que el tacón está por ahí suelto me doy cuenta de que no puedo apoyar el talón porque los clavos estaban al aire y si pisaba me los clavaba. Paco, que enseguida se percató, adelantó la falseta del final, aunque quedaba todo el baile, para que pudiera terminar y salir del apuro. Pero, ¡Ay! esa pequeña falseta también tenía que bailarla sin tacón y sin poder plantar el pie. Al final salí de esa como pude.
Estamos de estreno, Farru. Llega tu nuevo espectáculo. Es la 9ª Edición de ´Los Farruco y Fernández, Navidad en Familia´…
El show nace de la necesidad de estar con la familia. Es muy difícil que durante el año podamos coincidir todos a la vez. Por eso nos reservamos un tiempo al año para que podamos estar juntos y con este espectáculo lo hemos conseguido. Lo que queremos trasladar al escenario es ese sentimiento, esa historia, ese amor a la familia y a la música.
¿Dónde vais a estar? para tomar nota y contarlo…
Estaremos con el espectáculo prácticamente todo el mes de diciembre. El 16 de este mes venimos a la que para mí es mi segunda casa, Madrid, al Teatro Nuevo Apolo; continuamos el 19 en San Roque (Cádiz); el 20 en Barcelona; el 21 en Granada; el 22 en Mallorca y el 28 de diciembre en Alicante.
Yo he visto que gente del público se sube al escenario.
Lo que pretendemos con este espectáculo es que la gente pueda interactuar e intentamos que hagan suya la historia. Así es, alguna vez gente del público se ha subido a cantar o a bailar y siempre hay algún artista invitado pero nunca hay nada preparado, todo sale de forma natural. El año pasado se subió Pitingo. Otros años Rosario Flores, Ketama…
La familia…
Tengo la suerte de tener unos valores y unos principios que nos inculcaron nuestros mayores. La familia es lo primero. Nos respetamos y valoramos, nos comprendemos, nos queremos.
¿Cuándo decidiste que querías bailar?
Cuentan que debuté a los dos años en Berlín, lógicamente, no me acuerdo. Pero cuando tú vives el flamenco como una cultura, como una manera de ser, como una manera de expresión, como una manera de contar tus sentimientos, la profesión queda en segundo plano.
¿Al flamenco se le falta mucho al respeto?
Yo creo que más que falta de respeto es ignorancia, que es el arma más peligrosa del mundo. Cuándo quieres gestionar algo que no conoces, lo más seguro es que te equivoques y que no lo hagas con la calidad que precisa.
¿Y eso pasa en el flamenco?
El flamenco es un arte muy delicado. Y muy sensible, muy extenso también. ¡Cómo para atreverse a hacer algo como la innovación o la fusión! Ojo, que yo soy el primero al que le encanta bailar otras cosas. Buscarme. Yo soy de espíritu inquieto. Pero creo que lo primero es conocer el arte, la música y los fundamentos para que esa innovación no carezca de conocimientos.
Algunos triunfan comercialmente sin fundamentos.
Porque hay mucho más público que no entiende, que público que entiende. A mí, oye, ¡Gloria Bendita!, Que conste que yo no estoy en contra. Pero, ojo, tampoco estoy a favor de todo.
Tú vienes de la pureza del flamenco, tu abuelo Farruco, que fue uno de los bailaores de flamenco más importantes del mundo, defendió siempre la pureza en el flamenco.
Se confunde lo puro y lo ortodoxo. Se puede ser muy vanguardista y muy moderno y ser muy puro. Un artista que haya estudiado, haya interiorizado el arte y quiera entregárselo al público con la verdad por delante, para mí es un artista puro. Te pongo un ejemplo cercano. Mi abuelo tenía dos partes, puro y ortodoxo. Pero desde esa ortodoxia introdujo cosas en el baile muy novedosas que, hoy, se siguen haciendo. Por ejemplo, antes se bailaba muy rápido y él decidió darle otra velocidad que hoy se sigue practicando. Y es porque él veía el baile como una filosofía y como una forma de expresión, más que como una técnica. La ortodoxia y la pureza no están reñidas con la manera con la que tú quieras ver el arte.
¿Tienes una figura a la que admires, estudies y visiones en videos?
Sí, a muchos. Por supuesto a mi abuelo, como te he dicho. Camarón o Paco de Lucía, son genios que creían tanto en la magnitud del flamenco que no tenían que adornarlo con nada. Con nada. Eso es una cosa que hoy no ocurre con los jóvenes. Creo que creemos poco en nosotros mismos, creo que creemos poco en nuestro arte.
¿A qué se debe?
Estamos inmersos en la tendencia del adorno. Hoy en día no sirve cantar muy bien. Con cantar bien parece suficiente. Vestirte, eso sí, con el diseñador de moda del momento. Contar con alguien que te haga el estilismo. Y otro que te tire las fotos. Ojo, que está muy bien, pero para un artista lo primero no debería ser eso, sino su talento y su arte. Y luego, como añadido, todos esos factores. Pero no al revés.
Por no hablar de las letras de algunas canciones.
Sí, eso, fíjate en los contenidos de las canciones más escuchadas del momento. Mira, el otro día leí una entrevista a Reyes de León, sobrina nieta de Rafael de León, el autor de las canciones más importantes de la copla española. Estoy leyendo su Antología y esa poesía es una locura. Tiene un contenido, un fundamento, un mensaje… ¿Dónde ves eso ahora? Estamos pasando el peor momento musical que yo haya conocido.
«Estamos en el mejor momento del flamenco, pero con el peor contenido posible»
Farru, ¿entonces el panorama del flamenco está fatal?
Pues mira, aquí tengo una contradicción muy grande. Yo creo que estamos en el mejor momento del flamenco, pero con el peor contenido posible. Respecto a la difusión, sí, porque ahora ser flamenco está de moda.
Tú eres cantaor y eres compositor. Has compuesto y no poco. Tus artistas han triunfado con tu letra. En definitiva, tocas un montón de ramas donde el público siempre te ha respondido muy bien porque les has gustado mucho.
Yolanda, yo no soy cantaor, ni compositor, ni siquiera bailaor… A ver, lo soy, pero dentro de la afición, porque cuando a mí me dicen que soy bailaor…
Entonces ¿cómo te definirías tú?
Soy un aficionado. Ser bailaor es muy difícil y ya ser un genio ni te cuento.
Pues si tú eres sólo aficionado, ¿Qué soy yo?…
Aficionada también. Lo que pasa es que yo ejerzo y tú no. (No reímos los dos).
![Sobre estas líneas, Farro junto a Yolanda Font.](https://fearless.es/wp-content/uploads/2025/01/RMP_2024_11_10_RETRATO_ELFARRU_FEARLESS_WEB_004-e1736763115450-844x1030.webp)
Sobre estas líneas, Farro junto a Yolanda Font.
Fuiste elegido por el maestro, el genio de la guitarra española, por Paco de Lucia. Tres años de gira con él…
Bailar para Paco de Lucía ha sido lo más importante que he hecho y haré en toda mi vida. Aprendí infinidad de cosas artísticas y, sobre todo, personales. Porque Paco era de las personas que predicaba con el ejemplo.
Eras casi un niño.
Yo en aquella época tenía 20 años. Estaba con Live Nation, viajaba en avión privado, iba a las fiestas más increíbles. Actué con Beyoncé. Me sentía que había tocado lo más alto. Cuando empecé la gira con Paco de Lucía, el manager nos mandaba a veces a grandes hoteles, y otras veces a hoteles para tirar p´alante, por decirlo suave. Y cuando yo veía que Paco no se quejaba, empecé a tomar conciencia y a pensar: “Pero si este hombre nunca se queja, con lo que es, cómo me voy a quejar yo en mi vida”. Y a partir de ahí me cambió el concepto. Agradeceré toda la vida la decisión del maestro de que fuera yo en su gira.
Paco tenía muy claro lo que quería y a quien quería. Y él tenía un gran abanico de posibilidades de llevar a cualquiera que hubiese querido. Pero él quiso que fueras tú. Tú, como él, buscas siempre la perfección. Por cierto, ¿sigues ensayando con metrónomo?
A veces, aunque no siempre. Estás en todo. La verdad es que estoy muy pendiente del tiempo. Estar en el momento, que dé tiempo a entenderse, que dé tiempo a disfrutar, que no se vea todo muy corriendo o acelerado, o demasiado lento. Fue idea de Paco de Lucía.
¿De Paco?
Estábamos en Canadá grabando un disco en directo y yo le pregunté a Paco: “Maestro, ¿cómo va el disco? Y él me contestó: “Ya llevamos seis actuaciones en directo y las cosas que más me gustan no tienen buen sonido y las que tienen buen sonido no son las que más me gustan. Tu parte me está costando mucho editarla porque cada día haces cosas muy diferentes en distintos tiempos y ritmos y es muy complicado hacer los cortes. Entonces, Paco me preguntó: “¿Tú estudias con metrónomo? Si estudias con metrónomo y quieres subir la intensidad puedes hacerlo sin subir la velocidad, manteniendo el tiempo”.
Se te quedó grabado…
Yolanda, yo salí de esa gira con la palabra metrónomo grabada en la frente y estuve doce días, ¡Doce días!, y sin que él lo supiera, ensayando con un metrónomo. En la siguiente actuación me levantó un dedo señalando que me daba el visto bueno y me dijo: “Has bailado con un tiempo perfecto”. Le reconocí que llevaba doce días estudiando con metrónomo como él me había dicho. Y me respondió: “Pues se nota. Pero fíjate que yo, después de decírtelo, pensé, para qué le habré dicho nada a este niño, a ver si se va a molestar”.
«Bailar para Paco de Lucía ha sido lo más importante que he hecho y haré en toda mi vida»
¿Qué es más difícil: ir de gira con Paco o criar a cinco niños? (Suelta una carcajada…)
Cuando algo es fácil se deja de apreciar. Cuando algo cuesta poco se deja de valorar. Pasa con el amor. Mis hijos son lo más bonito del mundo entero, para mí son lo mejor que me ha pasado en la vida.
¿Cómo ves la situación de los toros? ¿Tú crees que hay mucho desconocimiento en relación a la Fiesta?
O ignorancia. El que critica al toro es porque desconoce totalmente lo que es el toro. Desconocen que los toreros son los que más cuidan a ese animal. El que sí conoce el toro de verdad te dice, “yo no soy taurino, pero lo respeto”. Miro el reloj. Han pasado dos horas. Me quedaría muchas más escuchándole. Esta entrevista no la terminaría nunca. Tengo que acabar, pienso. Farru me mira.
¿A qué tienes miedo?
A una situación que no pueda controlar. Como una enfermedad de alguien de los míos.
¿Tu deseo para el 2025?
Salud, no más guerras, cosas bonitas. Sobre todo salud. Lo demás ya lo buscaremos. Paz y Salud.
Cuando Farru salió de allí, volvieron a mi cabeza las imágenes de sus pies desnudos bailando sobre la barra de aquel local. Aún estaba digiriendo lo que había vivido esa tarde de otoño que ya estaba a punto de acabar.