ENTREVISTA COMPLETA

El pasado domingo arrancó la segunda temporada de FEARLESS on Fire y lo hizo ardiendo más que nunca. La encargada de abrir esta nueva entrega fue Elena Tablada, la cubañola por excelencia: raíces cubanas, nacida en España y criada en Miami. Una mezcla cultural que ha marcado profundamente su vida y que compartió en una conversación junto a Katy Mikhailova, directora de la cabecera.

Tablada, premiada el pasado mayo en la IV edición de los Premios MUJER FEARLESS con el reconocimiento a Madre del Año, se mostró cercana y, sobre todo, feliz, como ella misma reconoce. “Sí, sí soy feliz. Soy bastante feliz, mucho más de lo que imaginé que iba a ser a día de hoy”, ha confesado, dando pie a una charla cargada de emoción, justicia e identidad.

Una infancia entre música, aroma a ron y el recuerdo de Cuba

Aunque su vínculo con Cuba es profundo, Elena ha explicado que su infancia no transcurrió allí. “Mi infancia no fue en Cuba, mis padres salieron en la revolución y se conocieron aquí, donde nací, pero crecí en Miami. Mi infancia es Miami, es música, es piano, olor a puros, ron, mojitos… felicidad, canto… es paz. La paz es felicidad”, ha recordado.

Pese a ello, su cubanía la acompaña allá donde va. “La cubanía ha estado presente todos los días de mi vida. El cubano ha sufrido mucho y ve la vida de una manera diferente”, ha explicado. Y reveló cómo la perciben al volver a la isla: “En Cuba me ven como española, como gallega, ya que allí todos los españoles somos gallegos”.

Una maternidad real y con acento cubano

La conversación también abordó su papel como madre, un rol que no esquiva complejidades. “Soy una madre cubana, que si te tiene que meter un grito te lo mete”, bromea entre risas. Pero su reflexión profundizó rápidamente:
“Soy una madre soltera además. Estoy sola en mi casa criando a mis hijas, no tengo otra figura en la que delegar. Estoy sola, y eso es una madre soltera, es así. La paciencia tiene un límite, y cuando explota me sale lo cubano. Lo hago lo mejor que puedo todos los días”.

Una mirada hacia Cuba: dolor, activismo y esperanza

Tablada no ha evitado hablar de la situación del país que siente como suyo. “Me encantaría ayudar y que mis raíces prosperen y salgan del fango en el que están”, ha expresado con evidente emoción, recordando su más reciente visita al país: “Hace unos meses estuve en Cuba y realicé una labor humanitaria. Me gusta mucho ayudar, pero cuando lo haces en tu tierra y en tu sangre… Cuba duele y ahora está peor que nunca en la historia”.

Un libro para sus hijas

Entre los anuncios más especiales, adelantó un proyecto personal que la tiene profundamente motivada.
“Estoy escribiendo un libro sobre mi vida y mi identidad, un regalo que siento que merezco hacerme a mí misma y a mis hijas, para que conozcan quién es realmente su madre. Internet muestra muchas cosas, pero no siempre refleja la realidad”.

Un gesto que consolida su deseo de dejar testimonio, de reivindicar su origen y de ofrecer a sus hijas un retrato genuino más allá de la exposición pública.