La ginebra, alma de cócteles legendarios como el Gin Tonic, el Negroni o el Martini, vive un auge imparable, conquistando paladares en todo el mundo. Y entre notas de botánicos y vainilla, SAINT CLAIR escribe su propia historia, distinta y audaz. Hablamos con Gustavo, quien, junto a su familia, da vida a SAINT CLAIR, una ginebra donde la tradición se encuentra con la rebeldía y la elegancia londinense. En cada sorbo late el espíritu de un proyecto nacido del deseo de crear algo único.

Gustavo, ¿qué te inspiró a emprender en el mundo de las bebidas alcohólicas y, en particular, a crear ST. CLAIR?

En primer lugar, tengo que decir que, por suerte, no he creado SAINT CLAIR solo, sino que es un proyecto que hemos creado en familia, junto a mi hermano, mi padre y mi madre. Somos una familia creativa, culos inquietos que están constantemente buscando nuevas formas de pensar, de crear y de disfrutar, y de esta inquietud surgió SAINT CLAIR. Queríamos hacer algo juntos, muy nuestro, con un producto diferente. Tomar un Gin Tonic de sobremesa con amigos o con la familia puede ser muy íntimo y especial, y nosotros queríamos hacerlo aún más nuestro.

¿Siempre has sido de ginebra?

¡Sí, siempre! Hubo un tiempo en que también era aficionado al ron, pero ahora me parece demasiado dulce… La ginebra siempre me ha parecido elegante y más fácil de disfrutar, especialmente con amigos. Además, siendo medio inglés, ¡siempre he tenido que defenderla!

«La ginebra siempre me ha parecido elegante y más fácil de disfrutar»

ST. CLAIR se describe como una ginebra que evoca emociones y recuerdos. ¿Cómo logran transmitir esta experiencia sensorial a través de su producto?

Como comentaba en la pregunta anterior, la mejor forma de disfrutar de una buena ginebra es en compañía, con amigos, después de una buena comida o de una cena, y esos son precisamente los recuerdos que queremos formar y recordar en torno a nuestro producto. Especialmente con esta intención, utilizamos vainilla natural de Madagascar para destilar SAINT CLAIR, que, como decía Proust, y está científicamente comprobado, tiene un olor y un sabor muy característicos que fijan el recuerdo.

La marca enfatiza la producción artesanal y el uso de ingredientes naturales. ¿Podrías detallarnos el proceso de destilación y selección de botánicos que emplean?

Solo se selecciona el corazón de la destilación, la parte más pura. Y después de cinco destilaciones, llevamos a cabo una sexta destilación en la que añadimos la vainilla natural. Es un proceso con un alto nivel de exigencia y dedicación, con un mimo extremo por nuestro producto, utilizando botánicos naturales para lograr un resultado excepcionalmente suave. Nuestro London Dry Gin carece de un sabor alcohólico pronunciado y no presenta aromas abruptos; todo se combina de manera cuidadosa y experta para lograr un equilibrio perfecto.

¿Cuáles son los elementos clave que distinguen a ST. CLAIR de otras ginebras en el mercado español e internacional?

Nuestra actitud, nuestra historia y nuestro producto. Hoy en día, el mercado de destilados está saturado, hay muchas pequeñas marcas emergentes intentando hacerse un hueco entre las más grandes, por lo que es muy difícil destacar entre todas ellas. Sin embargo, cuando tienes un producto sólido, como es el nuestro, que además cuenta con un punto de vista diferente, que mezcla lo clásico con lo rebelde, lo mediterráneo con lo inglés, y le añades un toque de pasión, destacas. Y eso es lo que nos está pasando a nosotros. Al final, hoy en día lo que más valor tiene es ser real, fiel a uno mismo, y yo creo que nosotros en SAINT CLAIR somos exactamente eso, ¡reales y fieles a nosotros mismos!

Hoy en día lo que más valor tiene es ser real y fiel a uno mismo, y yo creo que nosotros en SAINT CLAIR somos exactamente eso, ¡reales y fieles a nosotros mismos!

¿Cuáles han sido los mayores desafíos que has enfrentado al liderar ST. CLAIR y cómo los has superado?

Pues, el no saber parar. Cuando estás desarrollando un producto, sobre todo un producto como una ginebra, que depende tanto del gusto del que la crea, es muy difícil identificar el momento en el que el producto está terminado. Recuerdo que cuando empezamos a hacer las primeras catas de nuestra ginebra, era muy, muy difícil elegir entre una muestra u otra y, sobre todo, identificar lo que había que mejorar en cada destilado. Sin embargo, en SAINT CLAIR no estoy solo, es un proyecto que empecé con mi familia, y el estar en esto todos juntos, aportando, debatiendo y eligiendo de entre todas las propuestas la que más nos encajaba, lo hizo mucho más sencillo. Sobre todo, cuando trabajamos por sacar la mejor receta adelante, apoyándonos de forma totalmente constructiva. Al final, esto es como en el cine: es difícil sentirse satisfecho al 100 % con lo que estás rodando, y puedes pasarte toda una vida haciendo cambios, pero cuando tienes un equipo que te apoya, es mucho más sencillo estar orgulloso de lo que has creado.

A veces, las mejores ideas surgen después de una copa (o dos). ¿Cuál ha sido el momento más surrealista o curioso que has vivido en tu camino con ST. CLAIR?

Lo más divertido fue aprender a destilar los cuatro juntos. Compartir las clases con mis padres y mi hermano estuvo genial. Las primerísimas elaboraciones… bueno, de eso mejor nos olvidamos. Hicimos alguna mezcla bastante surrealista, sí. Después, cada paso ha sido un reto y una gran satisfacción conseguir una ginebra con un premio prestigioso internacional, de la que nos sentimos muy orgullosos.

¿Cómo ves el futuro de ST. CLAIR en los próximos cinco años? ¿Tienes planes de diversificar la línea de productos o explorar nuevas categorías de bebidas?

Estamos explorando diversificar la línea de productos, sí. Al final, en el momento de la formulación de SAINT CLAIR hubo muestras más locas que descartamos porque queríamos que nuestra primera ginebra fuera algo más clásica, estamos explorando recuperar alguna de ellas para seguir creciendo con sabores diferentes.

Gustavo, uno de los artífices de SAINT CLAIR.

Si ST. CLAIR fuera una fiesta, ¿qué tipo de música sonaría durante toda la noche?

Hmmmmm… esta es una pregunta muy difícil. Probablemente, algo como Massive Attack o Gorillaz, algo inglés con un toque punk moderno. De todos modos, en la fiesta de SAINT CLAIR, como en toda buena fiesta, sonarían varios géneros, no sé si podría quedarme con solo uno para toda la noche…

Y si fuese una personalidad, ¿cómo la describirías?

Rebelde, en el buen sentido de la palabra. Soñador, innovador… disfrutón. Un mix londinense con un origen mediterráneo.

Tienes que describir ST. CLAIR con una sola palabra y con una sola bebida (que no sea ginebra). ¿Cuál sería y por qué?

Esto también es complicado… Si tuviera que elegir una única palabra, probablemente sería emocionante, tanto por nuestro producto como por el camino que hemos recorrido y el que nos queda por recorrer. Y si fuera otra bebida que no fuera ginebra, ¡no la hubiéramos creado!