Situado en la prestigiosa Rue du Faubourg Saint-Honoré a un minuto de los Campos Elíseos, se encuentra el icónico Le Bristol París. Un icónico palacio que es mucho más que un hotel, es un símbolo más de la ciudad que ha deleitado a viajeros de todo el mundo durante décadas y que esconde un tesoro: un universo wellness en el cielo de París. Este espacio único cuenta con piscina, sauna, hamman y un spa by La Praire que se convierte en el tempo ideal para los que buscan un cuidado extra.
Spa Le Bristol by La Prairie: el templo de la belleza
Para todos los que buscan paz dentro del caos de la ciudad, el Spa Le Bristol by La Prairie se abre a un jardín interior que hace desconectar a cualquiera que entra en este edén de ensueño. Ofrece ocho salas de tratamiento, incluida una suite privada para parejas y cuenta con distintos tratamientos ideales para todos aquellos que busquen cuidarse por dentro y por fuera. Además cuenta con distintos tratamientos, como masajes faciales que combinan tratamiento innovador que revitaliza las células y esculpe los músculos faciales mediante técnicas energéticas. Combinando el masaje inspirado en la medicina tradicional china, la acupresión, el drenaje linfático y el Kobido, este tratamiento estimula los meridianos, favorece la circulación sanguínea y estimula la producción de colágeno.
Para los amantes del cuidado facial, la tecnología HydraFacial llega al Spa Le Bristol de La Prairie y trae consigo la promesa de una piel renovada, ofreciendo a sus clientes la posibilidad de combinar y personalizar una experiencia facial con un tratamiento HydraFacial. (45 minutos/220 euros)
Además, para todos aquellos que busquen disfrutar de estos tratamientos en pareja, el hotel cuenta el club infantil Bonpoint, a disposición de los niños para desconectar al 100%.
Termina el día nadando por las nubes de París
Tras una larga jornada recorriendo las calles de la ajetreada capital francesa, no hay mejor plan que desconectar y darse un baño relajando con las mejores vistas de París.
La piscina está en la 6ª planta, suspendida entre la tierra y el cielo. Esta diseñada e ideada por el profesor Pineau, famoso por haber decorado los yates de Stavros Niarchos y Aristóteles Onassis, lo diseñó para que pareciera una carabela gigante de los años veinte.
Los grandes ventanales se abren a impresionantes vistas a ambos lados, una de ellas conectando con el solárium de madera de teca, donde reposan tumbonas. Dos frescos en trampantojo de Pierre-Marie Rudelle se extienden de proa a popa, como si guiaran el barco hacia el legendario Hotel du Cap-Eden-Roc de la Colección Oetker.
De estribor a babor, la mirada se desvía del cielo azul parisino, pasa por encima de los tejados de pizarra, enredándose en la red de la Torre Eiffel y saltando por encima de la cúpula del Sacré Coeur.
La piscina de Le Bristol Paris es ideal para una pausa relajante y una escapada de ensueño. Aquí se nada entre las nubes.
(La piscina es exclusiva para los huéspedes alojados en el hotel)
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