1.   El Ácido Hialurónico sí se reabsorbe
El material de relleno más utilizado a día de hoy se reabsorbe y se degrada. Hoy en día existe la creencia provocada por algunas opiniones no bien informadas de que el Ácido Hialurónico permanece en lugar de degradarse. “Es falso que este material que se coloca en puntos estratégicos para mejorar los signos de la edad no se reabsorba. Ya sabemos con evidencia ecográfica que el organismo lo va degradando paulatinamente. La famosa huella estética negativa (que no da un resultado natural, y que puede dejar restos de este relleno o de otros) podría aparecer cuando utilizas un producto en cantidades exageradas, durante mucho tiempo y empiezas muy temprano, pues no le das tiempo a dicha reabsorción. El hialurónico se reabsorbe en 6 u 8 meses. Al año se pueden observar trazas si pasas el ecógrafo, pero el efecto clínico de volumen ya no existe. Es un producto muy seguro”, explica el Dr. Leo Cerrud, especialista en medicina estética con consulta en Madrid.

2. Los neuromoduladores no migran
Este producto no cambia de lugar, y además, al terminar su efecto, de 4 meses, desaparece. No hay tiempo en ese periodo para que migre a ningún sitio; lo que sí migraba eran los rellenos permanentes que se usaban en los años 90.

3. El tratamiento con neuromoduladores no hincha 
“Existe confusión con ello en la calle, y hay quien confunde neuromoduladores con rellenos. El efecto de hinchado solo sucede con el relleno si se utiliza específicamente con ese fin y en cantidades exageradas, pues bien utilizado reposiciona, proyecta y armoniza, no infla”.

4. Los neuromoduladores no paralizan
“Otro bulo es pensar que un procedimiento para tratar las arrugas con neuromodulador las paraliza. Si está bien hecho, en manos de un buen profesional y buscando la naturalidad, lo que logra es suavizarlas en mayor o menor medida, sin eliminar expresividad y acabando con la mirada de fatiga, pero no las paraliza”.

5. Al desaparecer el efecto de los neuromoduladores, la arruga no vuelve con más intensidad
“Esto es una falsa percepción producida por el hecho de que nos acostumbramos a vernos menos arrugas, vernos mejor. Todo lo contrario, este tratamiento educa, digamos, la musculatura facial, y al no poder contraerla con la misma fuerza, al desaparecer el efecto en todo caso tendremos unos pliegues menos intensos”.

6. Si empiezas con rellenos no tienes por qué acabar exagerada ni deforme
“En manos de un buen profesional y con un buen asesoramiento, buscando la naturalidad, no terminarás hinchada ni deforme, sino con un resultado armónico”.

7. La medicina estética no duele
“No, no duele por regla general. Algunos tratamientos pueden resultar algo molestos, sobre todo en personas con baja tolerancia al dolor, pero existen técnicas para minimizarlo, como la lidocaína, sustancia anestésica que ya viene incorporada en muchos productos inyectables o puede aplicarse de manera tópica (en crema), dispositivos de frío, etc”.

8. Sí queremos que se note
“No es verdad aquello de que no queremos que se note. Sí queremos, para eso recurrimos a la medicina estética, pero queremos que se note bien. Para ello hay que respetar los tiempos y poner las cantidades oportunas”.

9. No se pierde el norte y la perspectiva
“Sí podría ocurrir, pero solo si no estás bien asesorado. Cada vez los productos y las técnicas son mejores y más seguras, y si se recurre a la medicina estética de calidad, cuando corresponde y persiguiendo esa naturalidad, lejos de perder la perspectiva se logrará frenar el envejecimiento cutáneo y vernos más guapos”.