Fotografía ROBERTO MAROTO
Texto JAZZ VILLÁ
Peluquería Jazz Villá Y&Y HAIRSTYLE
Estilismo Jazz Villá TENERIFE MODA & PIAZZA COMUNICACIÓN
Asistente de fotografía NEREA PADILLA
Agradecimientos DOIMO CUCINE – CUOCO SPAZIO

FEARLESS se marcó una penúltima cena diferente, de las que hacen historia. Es verano, hace calor, y este encuentro estuvo muy hot. Hubo dos claros protagonistas: Jazz Vilá y un alimento tan natural como irreverente: los huevos. Sí, los huevos. Así, sin filtros. Una combinación explosiva que se ganó hasta a los más finos del lugar. Críticos de paladar exquisitos, rendidos ante el sabor de lo auténtico. Y lo mejor de todo, como en las grandes series de culto, esto no termina aquí. Porque cuando algo es bueno de verdad, se merece un ‘Continuará’…

Regresar a Madrid, es regresar a casa, regresar a los amigos y regresar a mis 20 cuando todavía no estaba soterrada la M-30. Esta volvió para llevarme al mítico Palacio de la Prensa para disfrutar el último capitulo de ‘Mariliendre’, la serie creada por Javier Ferreiro y producida por los Javis (Sumacontent) para Atresplayer. ¿No la has visto? Pues a qué esperas.

Bueno, a lo que vamos, que siempre que vuelvo hay reencuentros y sorpresas; como los huevos kinder,  porque  en esta ciudad uno nunca se siente solo. Todos somos como yemas acompañados de su clara, y si sabes bien dónde está el aceite y la sartén, terminas con una buena tortilla de gente con clase y no cualquier clase de gente.

Así, batiendo y batiendo llegué a Doimo Cucine-Cuoco Spazio, una kitchen-store al punto, capitaneada por Borja Esteras. A él, le encanta tirar huevos al aire, así que le encantó la idea de reunir a mis amigos de siempre y otros que llegaron para siempre en su espacio, porque decirte quiero que en su espacio tienen hasta lámparas en forma de hue…. Ya sabes.

Jazz Villá con chaleco en tono malva de JOSÉ ACOSTA.

Mariano Peña fue el primero en llegar, llegó antes que yo. Don Mariano, o debería decirle Señor Peña…Mariano sin más cáscara está bien. Este sí que sabe coger la sartén por el mango. Lo conocí el año pasado, justo rodando ‘Mariliendre’, -la series unen- allí coincidimos y fue un conexión total. Esa misma noche lo convencí para que se viniera a Cuba, conmigo y con Melanie Olivares, en una aventura que lleva su propia crónica. En el avión de Madrid a La Habana, una azafata no se separaba de un paño y eso nos inspiró, así nació nuestra versión del paño de la Verónica. Ahora tenemos hasta un sticker alusivo. Desde entonces nos hablamos, hacemos planes para trabajos futuros y sobre todo nos reímos, porque su sentido del humor y su humor inteligente son cosa de gallo sabio que sabe dónde pone la gallina el huevo.

Siguen llegando invitados. Y es que hace unos años tuve una musa-amiga que se fue por el mar, se llamaba Broselianda. Pensé que jamás volvería a toparme con una mezcla tan particular de energía, sentido del humor y clase. Pero soy un chico con suerte, por eso cuando Eli, ‘la Comadre’, me propuso a Blanca Romero para venir al viaje a Cuba le dije que sí, porque sin conocerla mi alma ya intuía la suya. La primera vez que hablamos por teléfono me contó que tenía un recuerdo muy especial de su primer viaje a la isla y me habló con mucho amor de La Habana. Y a mí cuando me hablan con tanto amor de mis raíces me ganan. Así se ganó mi corazón para siempre y esa experiencia nos unió, porque ella tiene los huevos al punto: dice lo que siente, hace lo que le apetece y como un buen romero te condimenta la vida con belleza y buen gusto.

Sobre estas líneas, Jazz Villá luce una americana en color rosa de NÉSTOR RODRÍGUEZ.

Estaba yo al borde de los nervios, sin protagonista para mi primer largometraje como director, cuando Gabriel Blanco, amigo y manager me propuso a Mike Fajardo. Tres días antes de comenzar, y con dos huevos, el madrileño coge un avión a Miami y como si nos conociéramos de toda la vida se pone al lío. Era su primer protagonista en cine y tenía mucha ilusión. Eso es algo característico de él y una de las cosas que más admiro, siempre tiene ilusión. Cuando estrenamos la película en Cuba, allí se plantó y conquistó a media Habana, porque el niño no es cáscara de huevo. Así que lo ame, lo amo, lo amaré y si les cuento todo esto, es porque sigo a Mike.

Aunque no parezca, estos dos personajes son cubanos de nacimiento, de plátanos tostones y un buen mojito. A mi izquierda está el de los ojos azules, el Peter Pan (Pride en su apellido real) pero yo le digo así porque es como el niño de ‘Nunca Jamás’, siempre una fantasía. Nos presentó nuestra amiga en común Ana de Armas hace ya algunos años, no diré cuántos para no romper la magia, pero ella sabía que si alguien podía abrir las puertas de Madrid era él, porque conoce todas las llaves y el candado de la noche. Desde entonces somos como Tommy Lee y Will Smith en ‘Men in Black’, un equipo de película, porque esta ciudad no es lo mismo sin él.

A mi derecha Marcos Trueba, arquitecto y sibarita, siempre rodeado de lo mejor por eso teníamos buenos amigos en común y nuestros nombres resonaban pero no se daba el encuentro. Hasta que se rompió el huevo y planificamos una cena en su bello apartamento madrileño. El encuentro se dio, nos divertimos, hicimos historias de vida y ahora nos actualizamos de vez en cuando porque a los dos nos gusta una buena vajilla Limoges. Él es de los que aportan al buen gusto de la vida, porque hay que rodearse de gente así, como Marcos, que construya.

Entre uno y otro se me ha pasado el tiempo y se me han puesto los huevos duros. Por ahora no tengo tiempo para más pero quién sabe si la gallina pone más, porque FEARLESS todo lo puede y yo siempre volveré a Madrid, tengo nueva serie por estrenar y otros secretos que contar.

¡Besos de merengue y caña!