Toledo, la ciudad de las tres culturas, es también la que vio nacer y crecer a muchos miembros de la dinastía Bono. Allí, en el centro de hípica que regentan, José Bono Jr. aguarda impaciente la llegada de su hermana, tal y como sucedió hace más de dos décadas. Rodeados de caballos, Sofía y él charlarán sobre el mundo ecuestre, la felicidad o la familia. Su familia.
Antes de que el sol se ocultara en la ciudad imperial, los Bono iniciaban su conversación más profunda, mientras recorrían las diferentes instalaciones de la Hípica de Toledo. Un entorno que contribuía a crear una atmosfera única para un dialogo único.
En primer lugar y puesto que estamos donde estamos, ¿qué simbolizan los caballos para ti? ¿Qué papel juegan en tu vida?
Los caballos lo son todo para mí. Desde que me levanto hasta que me acuesto estoy rodeado de caballos. Son una forma de vida. Son mi vida. Mi pasión. No contemplo mi existencia sin ellos, primero porque es lo que más me gusta hacer, y luego porque no sabría hacer otra cosa.
¿Qué lecciones nos enseñan? ¿Son para ti un signo de libertad?
Son un signo de libertad en todo el mundo. No lo digo yo, está establecido así en cualquier cultura. Son animales gregarios y bondadosos que se protegen unos a los otros. Los caballos nunca te van a hacer daño, siempre lo evitarán, a menos que se sientan en peligro. De las personas no se puede decir lo mismo.
A nivel personal y en lo que a tu propio crecimiento respecta, ¿qué importancia tiene la hípica?
La hípica, al igual que cualquier deporte, te prepara para la vida, tanto para perder como para ganar. Es necesario aprender a frustrarse, ahí es donde se aprende una de las lecciones más importantes. Te prepara para afrontar la realidad a través de la presión o la competición.
¿Son tus caballos uno más de la familia?
Obvio. Son uno más. A mis caballos los crio, los veo nacer. Yo mismo he cortado el cordón umbilical de aquellos con los que compito. Por lo que lógicamente, y sin ninguna duda, son mi familia.
En ese sentido, ¿cómo definirías a la familia desde un punto de vista más allá de los lazos de sangre?
Una pregunta muy fácil en mi caso. Eres un miembro más de absoluto valor en la nuestra. Los lazos de sangre, al final, no sirven para nada. Lo que sirve es el cariño, crecer juntos… Eso es lo que hace que sea familia. Como dice nuestro padre: “La sangre es un cuento chino”.
¿Cuál crees que es el verdadero propósito de la familia en la vida de una persona?
La familia lo es todo. Es donde te refugias, aquella que te empuja a salir de tu zona de confort y la que te recoge cuando vuelves, ya sea escarmentado o victorioso. El sitio al que siempre acudir. Nosotros, los Bono Rodríguez, somos una piña, nos apoyamos muchos los unos a los otros. Saber que tengo a mis padres y a mis hermanas me hace vivir más tranquilo.
¿Qué consideras de ella más importante? ¿Cómo describirías la tuya?
Es el refugio, el techo que te quita de la lluvia. La nuestra es muy peculiar, que te voy a contar. Somos muy diferentes y todos tenemos mucho carácter. A ninguno nos gusta callarnos. Es divertido asistir a una de nuestras comidas familiares.
¿Podrías indicarnos un momento especial que recuerdes junto a ellos?
Recuerdo claramente el día en que llegaste al aeropuerto de Barajas en brazos de nuestra madre. Tenías tres meses. Hemos hablado mucho de este momento y lo has visto en video. Es uno de los instantes que más me ha impresionado y, aunque he vivido muchos, es el primero que me viene a la mente. Quizá por ser el más emotivo. En aquella época, yo era el pequeño, tenía 16 años. Éramos adolescentes con una vida, prácticamente, hecha. Estábamos muy concienciados con lo que suponía tu llegada. Un punto de inflexión en nuestras vidas. La niña que tanto ansiábamos y que, además, yo fui el primero en coger.
¿Crees que la felicidad es un estado permanente o es una búsqueda constante?
La felicidad creo que es un estado que no hace ruido, no es bullicioso, como la alegría o la risa. Es un estado meditado, una situación que se produce después de muchas experiencias. No es algo puntual, sino una situación meditada a partir de una búsqueda constante de construcción Para ser feliz, lo primero es estar a gusto contigo mismo y, a partir de ahí, confeccionar tu mundo poco a poco. No obstante, claro que se puede alcanzar la felicidad a pesar de que haya cosas que te estén saliendo mal.
¿Qué te hace feliz? ¿Un lugar en el que encuentres esa sensación?
Estar encima de un caballo, especialmente en Hípica de Toledo.
Toledo ha sido la ciudad en la que has pasado gran parte de tu vida, ¿es especial para ti? ¿Cómo la definirías?
De pequeño siempre pensaba que Toledo era aburridísimo, me parecía que había otro mundo mejor fuera. Me fui a estudiar la carrera a Madrid, ciudad fantástica y de la que soy un enamorado. Allí he vivido 20 años, casi más tiempo que en Toledo. Sin embargo, la capital manchega me ha visto crecer. Cada vez me parece más divertida y bonita. Es una ciudad para conocer, a la que le ha faltado despegar por su cercanía a Madrid. Ahora está cambiando mucho.
Haber vivido aquí a lo largo de tanto tiempo, ¿ha influido en tu personalidad? ¿De qué manera?
Más que los lugares, influyen las circunstancias, y más que en mi personalidad, ha influido en mis gustos.
Toledo o Madrid, ¿con cuál te quedas?
¡Qué difícil! Si una o la otra dejase de existir, me quedaba con Toledo, ya que es más importante para mí. Pero si pudiera escoger una de las dos, y de vez en cuando ir a la otra, Madrid. Es la ciudad por antonomasia. La ciudad. Cualquier día, a cualquier hora, en cualquier sitio, es magnífica. Yo que he recorrido el mundo, nunca me he encontrado una ciudad como Madrid.
Por último, ¿cómo te ves en el futuro? Y, ¿qué balance haces de tu pasado?
Mi futuro ideal es verme igual que ahora mismo. Montar a caballo y criarlos. Quiero seguir haciendo lo mismo que hago, también en el futuro. Estar rodeado de mis seres queridos y cosechar éxitos. He tenido una vida en la que no he dejado nada por hacer. He arriesgado y, muchas veces, me he equivocado. He sido buena persona. Mi pasado lo valoro como un proceso de aprendizaje en el que lo he pasado muy bien.
Una conversación que dejó patente que el vínculo entre ambos trasciende lo que las palabras pueden expresar, creando un recuerdo único que guardarán para siempre en su memoria. Y, puesto que la cosa va de corazones, también en lo más profundo del de José Jr. y Sofía Bono Rodríguez.