Dom Ruinart Rosé 2004 elegido el mejor champán del mundo
Champagne & Sparkling Wine World Championships lleva 7 años premiando a los mejores vinos espumosos. Este año, el galardón lo ha conseguido la Maison Ruinart con el Dom Ruinart Rosé 2004 en formato magnum, que ha sido nombrado “Supreme World Champion” El champagne rosado ocupa un lugar muy especial en la historia de la Maison.
Su creación se remonta a casi 260 años. En 1764, Ruinart fue la primera Maison de champagne en comercializar un champagne rosado, entonces llamado «oeil de perdrix».
La Cuvée Dom Ruinart honra a la Chardonnay, la variedad emblemática de la Maison, celebrando las mejores cosechas. Nacido en 1959, sólo ha conocido 26 añadas. Envejecido con mimo y paciencia en las Crayères de Ruinart durante casi 10 años en condiciones ideales, el vino se remueve y se degusta según la más pura tradición del champagne. Su expresión rosada se compone de una base de Dom Ruinart Blanc de Blancs (80%) mezclada con Pinot Noir vinificado como vino tinto, ambos del mismo año. Por tanto, el año debe ser excepcional para el Chardonnay y el Pinot. Desde 1966 se han comercializado 20 añadas.
Demostrando la importancia del tiempo, Dom Ruinart Rosé 2004 cerrará el 2021 con el título de “Campeón Mundial Supremo”. El tiempo sigue haciendo su trabajo. Esta cuvée fue coronada en el prestigioso Champagne & Sparkling Wine World Championships.
Lanzado en 2014 por el renombrado escritor y autor especializado Tom Stevenson, este concurso de vinos tiene como objetivo proporcionar a los consumidores y profesionales una guía anual de los mejores champagnes y vinos espumosos del mundo.
El jurado está compuesto exclusivamente por especialistas en champagne y vinos espumosos y la cata se realiza completamente a ciegas. La añada 2004 presenta una paleta aromática compleja y delicada que, en este rosado de ensamblaje, reúne frutos rojos crujientes con notas ahumadas y especiadas. La textura es flexible y elegante. Se acompaña de un largo final de boca, con un Chardonnay fresco y tenso, que el tiempo no ha disminuido, sino que se ha reforzado con la maduración del vino en el magnum.
El formato magnum es el que mejor conserva la frescura de los vinos. Gracias al mayor periodo de crianza, su volumen permite el desarrollo de notas más intensas. «El 2004 tiene un refinamiento que conviene al champán y a Dom Ruinart en particular. Estamos ante vinos con más tensión. No diría que son ligeros porque hay una verdadera intensidad aromática, pero la textura recuerda al tafetán» comenta Frédéric Panaoitis, Cellar master Maison Ruinart.
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