Llega con puntualidad suiza a la cita en el distinguido escenario del restaurante A’Barra, reconocido con una prestigiosa estrella Michelin, donde el equipo de la revista ® ha instalado su cuartel general para fotografiar la portada de este número de invierno que tienes entre manos. El reloj está a punto de mercar las 9.30 cuando Raquel Sánchez Silva (Plasencia, 1973) hace su entrada triunfal, enarbolando una sonrisa abierta y franca, su sello de identidad y preludio de la calidez que caracteriza su trato cercano. Sin demoras, nos fundimos en un abrazo y, después, saluda con efusividad a cada miembro del equipo, estableciendo desde el principio un ambiente de camaradería que trasciende el mero protocolo. Antes de sumergirse en la entrevista, Sánchez Silva repasa con detenimiento la escaleta mientras revisa los looks que la estilista ha preparado, en un acto rutinario muestra de su pasión por la moda y su profesionalidad, dedicación y compromiso con cada detalle del encuentro. Arranca así una charla íntima con la presentadora de Maestros de la Costura, musa indiscutible de la televisión, cuya versatilidad y belleza sin estridencias se convierten en el preludio de una producción de moda única.
Una necesidad de comunicación
Todo empezó con un sueño, la visión de una niña de Plasencia que jugaba a imaginarse como una estrella de la televisión. “Me recuerdo de niña imaginándome en los Oscars (trabajo que luego tuve la suerte de desarrollar), presentando eventos, desfiles, bailando, improvisando mil y una formas de conectar con el público. Más allá del periodismo, siempre identifiqué en mi ADN una necesidad de comunicación. Buscaba esa conexión con los demás porque me hacía feliz y esa vocación era tan clara, que me sigue haciendo feliz cuarenta años después”. Con una diversa y exitosa carrera televisiva que abraza desde la retransmisión los Oscars al reputado talent show Maestros de la Costura, o la intrépida selva de ‘El Conquistador’, Raquel Sánchez Silva es una enamorada de los retos y de salir de su zona de confort. “Me siento cómoda en la diversidad. Llevo tantos años haciendo tele y he tenido tantas oportunidades que he podido probar casi todos los géneros. Disfruto en cada uno de ellos y, cuando estoy en una mesa haciendo entrevistas maravillosas a invitados increíbles, pienso en volver a cuidar a un grupo de concursantes o a meterme en otro programa de aventura”. No se trata de la eterna insatisfecha; Raquel brilla en la diversidad, explorando diferentes géneros televisivos y buscando constantemente salir de su zona de confort, fluir entre roles, buscando aprendizaje y evolución. “Cuando me siento ya muy cómoda en lo que sea, necesito cambiar y enfrentarme a un nuevo reto. Me estimula lo complejo y lo que no sé hacer. Siempre busco aprender y evolucionar. Me encantaría haber sido más acomodada y tranquila porque este ‘rock vital’ que llevo encima es agotador, pero el conformismo no tiene nada que ver conmigo. También he aprendido que el público tiene sus preferencias y que, por mucho que te empeñes, es el que acaba determinando un poco tu carrera. Que a ti te guste mucho una faceta de tu profesión no significa que seas muy valorada por ella. El público decide en este sentido”.
La Alfombra Roja de los Oscar: Miedos y Logros
Cumplir un sueño no es fácil, y en el difícil mundo de la televisión en el que la competencia es tan feroz, resulta aún más complicado. Para conseguir el éxito hay que superar adversidades y enfrentarse al miedo para ser la mejor. “Vivir los Oscar en L.A como enviada especial fue uno de los retos más importantes de mi carrera. Tuve que superar el miedo, o casi terror, a enfrentarme a una retransmisión en directo con entrevistas en inglés a los actores y directores que admiraba. Creo que nunca he tenido tanto miedo como aquella primera tarde en la entrada del Kodak Theater”. Entre risas, Raquel recuerda su experiencia como corresponsal en la alfombra roja de los Premios Oscar. La preparación exhaustiva para entrevistar a figuras como Clint Eastwood, Leonardo DiCaprio y Julia Roberts marcó un hito en su carrera, enfrentando el miedo con una determinación que la llevó al éxito. “Me preparé aquella alfombra roja como si fueran unas oposiciones” (risas). “Conocía la vida y milagros de las decenas de personas que pasan por la alfombra, no sólo la de las increíbles actrices o actores de fama mundial, sino de todos. Me sabía los detalles del último nominado al mejor corto documental o de las categorías más técnicas. Allí aprendí que una exhaustiva preparación es la única garantía. Y luego vino el temblor de piernas cuando aparecieron en fila todos ellos: Clint Eastwood, Leonardo DiCaprio, Penélope Cruz, Nicole Kidman, Salma Hayek, Natalie Portman, Julia Roberts, Charlize Theron, Antonio Banderas, Peter Jackson… Uno detrás de otro, esperando por tu entrevista. Es, sin duda, una de las experiencias más bonitas de mi vida, aunque creo que ahora la disfrutaría mucho más por una cuestión de seguridad y madurez profesional”.
De Vogue a Maestros de la Costura
Tras presentar el concurso de telerrealidad Pekin Express, Raquel descubre su conexión especial con la moda de la mano de Vogue, la cabecera de moda y lujo donde Sánchez Silva empieza a colaborar presentando la primera edición del evento estrella de la cabecera, la Vogue Fashion’s Night Out, la gran fiesta de la moda por excelencia. “Del universo de la moda me llevo grandes amigos, entre ellos tú, Yolanda. La moda me ha dado, por encima de todo, un mundo de verdaderos amigos. No sorprende que, tras su colaboración con Vogue y, más tarde, con Harper’s Bazaar, llegara Maestros de la Costura, el talent show que la consolida de forma prominente en el universo de la moda en España. “La moda y su industria son parte de mi vida porque soy muy fan de la moda desde bien pequeñita (como buena soñadora) y porque algunos de mis mejores amigos viven de ella. María Escoté, Alejandro G. Palomo y Lorenzo Caprile son mis íntimos amigos. Los admiro profesionalmente pero, sobre todo, son una parte esencial de mi vida. Dentro y fuera de Maestros de la Costura siempre estamos juntos y conectados. Mi gran suerte en la moda es tenerlos a ellos y a Juan Duyos, Juan Vidal, Moisés Nieto, Laura Ponte, Ana Locking… entre otros grandes creadores. Y es que Maestros de la Costura es mucho más que un programa de televisión. “Para mí es una vivencia, una ilusión permanente y una manera de compartir la moda con todo el mundo y demostrar que la moda española es para disfrutarla y jugar con ella. Me encanta que la industria de la moda española se haya enamorado del programa porque nosotros la defendemos como si fuera lo más importante que tenemos”.
Escribir como herramienta para sanar
Con más de seis libros en su haber, esta mujer arrolladora despliega su polifacética personalidad como comunicadora, presentadora de televisión, escritora, apasionada de los viajes, y amante del mar, el deporte y la aventura, demostrando ser tan magnética como versátil. Y así, con un brillo especial en la mirada Raquel habla sobre su faceta como escritora, revelando que escribir ha sido una herramienta para avanzar y sanar a lo largo de su vida. Desde “Cambio Príncipe por Lobo Feroz” hasta “Emulsionar es Mezclar con Cariño”, sus libros reflejan esa intimidad y conexión consigo misma.
“También escribía desde niña por ese afán de comunicar. Siempre ha sido una necesidad. Me recuerdo escribiendo en casi todas las etapas de mi vida y en todas ellas ha sido una herramienta para avanzar y para sanar. Escribir me ha ayudado a posicionar y digerir la vida en sí misma, sus grandes acontecimientos, lo arrollador de sus emociones. Cuando escribo, además, conecto de una forma muy íntima conmigo porque me escucho con mucha atención. Esto puede parecer una perogrullada, pero vivimos en un mundo con demasiado ruido en el que, además, hemos permitido que muchas personas que ni siquiera conocemos tengan cabida a través de nuevos canales. Esta inundación de información nos roba la intimidad, los minutos, horas y momentos necesarios de soledad. Cuando escribes, recuperas esa intimidad, ese silencio en el que solo escuchas tu respiración, el latido de tu corazón. Esta paz solo la encuentro cuando escribo y cuando buceo. Como habrás averiguado, no medito” (risas).
De Retos, Sacrificios y Felicidad
Participar en el programa ‘El Desafío’ supuso un verdadero reto, una competición contra reloj con una de las pruebas más exigentes del programa, a nivel físico y mental: la apnea. Pero Raquel Sánchez Silva la superó con creces con una increíble marca de 3:32 minutos bajo el agua; un tiempo que le otorgó la victoria en el primer programa. “El Desafío fue muy importante para mí porque me devolvió dos sensaciones que echaba de menos. La primera, la competición. Fui jugadora de voleibol durante muchos años y cuando has competido tanto es algo que te falta. Y la segunda, el proceso de aprendizaje de algo completamente nuevo. Te podría decir que la euforia que produce el lograr algo por primera vez en tu vida es el único camino de retorno momentáneo a la infancia. En El Desafío, me sentí como una niña alcanzando sus primeros logros. Recuperé confianza y ganas de afrontar retos en principio incómodos. Me ayudó mucho y me hizo inmensamente feliz y creo que un poquito más valiente”. Y, sin embargo, la trayectoria de esta inspiradora mujer ha superado retos aún mayores. “El Conquistador es arriesgado, inhóspito, imprevisible y salvaje; es un programa de una dureza que es difícil de expresar, con mucha diferencia, lo más difícil y extremo que he hecho nunca”. Hacer programas de aventura supone una cuota de sacrificio más alta que los programas de plató. “Es difícil y lo pagas con un desgaste importante, pero lo cierto es que cuando estoy allí, en cualquier lugar del mundo bajo el sol, en la selva, en una montaña, sobre un puente colgante o subiendo una pared de roca, soy feliz, siento el sol en la cara y miro el paisaje que me rodea y me siento una privilegiada. Los programas de aventura me han regalado el haber conocido gran parte del mundo. Lo he pagado con enfermedades, miedo y muchas condiciones alejadas del primer mundo, pero ha sido un precio muy pequeño en comparación con todo lo que he aprendido. Sobre todo, mi amor por lo salvaje y la conciencia de lo minúsculos que somos frente a la madre naturaleza”.
Sobre la elección de amar
Y hablando de amor, uno de sus últimos proyectos para Netflix, el reality Falso Amor está de plena actualidad. ¿Qué es el amor y qué le atrajo de Falso Amor a Raquel Sánchez Silva? “De Falso Amor me atrajo que era un formato muy alejado de todo lo que había hecho y me apetecía muchísimo aprender y experimentar. Me sedujo la implicación de la Inteligencia Artificial porque aprender a distinguirla es, de entrada, la primera barrera necesaria para que no nos pase por encima. Nunca había trabajado en un programa de parejas y aprendí mucho precisamente del amor o, mejor dicho, de lo que yo entiendo por amor. No pienso nada de los amores de los concursantes porque quién soy yo para evaluar algo tan íntimo, pero los viví con mucha curiosidad. Ellos, literalmente, hacían depender su felicidad únicamente del éxito de esos amores románticos y eso, creo, se corresponde con una edad determinada. El amor es algo mucho más amplio para mí. Engloba a mi familia, sí, pero también a mis amigos y a las personas que no conozco, pero a las que les deseo lo mejor. Para mí el amor no solo se refiere a una persona (por mucho que quiera a una), es una forma de vivir y actuar. Por ejemplo, lo que más amo y admiro es la bondad. Amar es una elección. En un mundo tan cargado de odio, hay que posicionarse. ¿Quieres amar o quieres odiar? Eso te define”. Como también te definen tus reacciones ante situaciones adversas y malas experiencias a lo largo de una carrera televisiva tan dilatada y exitosa. “Curiosamente, la mejores y las peores experiencias van unidas. Las mejores suelen estar relacionadas con los viajes, con conocer lugares nuevos, estar lejos, aprender, descubrir… esa es la parte buena. Pero tiene su reverso: cada vez, llevo peor estar alejada de mi familia y de mi entorno”. Sin duda, se trata de una profesión muy exigente con unos tiempos muy particulares. “Hay meses en los que no veo a amigos, ni hago planes de ningún tipo fuera de trabajar, trabajar y trabajar. El poquito rato de ocio lo dedico a mi familia, pero en tiempos de mucho trabajo hay una parte de mi vida personal que, obviamente, tengo que sacrificar. Me lo pregunto mucho: ¿merece la pena? La respuesta casi siempre me recuerda que mi trabajo me hace inmensamente feliz”.
El poder de las mujeres
En el universo televisivo de Raquel Sánchez Silva la mujer tiene un papel protagonista. “Tengo la suerte de estar rodeada de muchas mujeres maravillosas, tantas, que elegir a alguna sería injusto y poco real. Las mujeres en general me inspiran. A veces, voy por la calle y una mujer me saluda y se para a hablar conmigo. Acabamos abrazadas. Me ha pasado muchas veces. Me cuentan sus historias, sus preocupaciones o acabamos hablando del programa que se está emitiendo o de lo que sea… pero esa energía… Realmente creo en la energía única de las mujeres y en su poder. Las mujeres que más admiro no son famosas o muy conocidas. La admiración puede conmigo en momentos mucho más naturales y reales”. Y sin embargo, a lo largo de tu carrera, ha entrevistado a muchas personalidades. “Sí, hablando de mujeres impresionantes, me gustó mucho charlar con Susan Sarandon, una mujer fascinante. También recuerdo con mucho cariño a algunos hombres, por ejemplo, una entrevista a Guillermo del Toro en la que nos hubiéramos quedado horas charlando; otra a Ricardo Darín, siempre cómplice, una maravillosa Almudena Grandes, una Rosalía que aún no había triunfado pero ya era una estrella… He tenido mucha suerte. He entrevistado a personas realmente maravillosas que me han enseñado mucho. A día de hoy, me gustaría entrevistar a Leonardo DiCaprio sobre su compromiso medioambiental y su proyecto vital en este sentido”.
Salvar el Mediterráneo
Miremos hacia el futuro y soñemos juntas. ¿Qué proyectos emocionantes nos esperan de Raquel Sánchez Silva? “Me encantaría hacer un programa sobre el deterioro del mar Mediterráneo y un proyecto de recuperación en el que creo. Soy buceadora y estoy muy implicada en Reserva30 (@Reserva30Mediterráneo) que pretende proteger el 30% del Mediterráneo antes del año 2030. Para ello, me encantaría bucear con Rafael Nadal, Antonio Banderas, Penélope Cruz, Rossy de Palma, Alejandro Sanz y otros muchos y convertirlos en grandes defensores del mar que nos define. Tú me has pedido que soñara… y ¿quién sabe? Puede que nos veamos con las cámaras bajo el mar”. Las cámaras esperan a esta estrella indiscutible de la televisión, una mujer que ha conquistado cada desafío televisivo desde Hollywood hasta el corazón de la moda española con profesionalidad, tesón y un testimonio de valentía, aprendizaje y evolución. Y, lo mejor, sin perder nunca la sonrisa.