Homenaje a Fernando Sánchez Dragó: un gato bajo la lluvia

Artículo publicado originalmente en Fearless 12 Invierno 2022-2023

Texto B. ESPINOSA
Fotografía B. ESPINOSA y BERENICE LOBATÓN

Edición fotografía JOSÉ LUIS SIMÓN

Sentado sobre su sillón rojo, de espaldas a la luz de las cuatro de la tarde y rodeado de libros. Así me recibe Fernando Sánchez Dragó en una tarde de otoño-casi-invierno.

Tengo tantas preguntas que no sé por dónde empezar. ¡Da igual! Este bucle es siempre un diálogo sobre la vida o la muerte. O nada de ello. Nos acompañan cuatro gatos, Emma Nogueira y Berenice Lobatón. Un público de lujo que entra y sale con la misma independencia que los felinos demuestran durante todo el diálogo. Dragó es el hombre de las noches blancas, de los libros, del negro sobre blanco, del uasabi, de Gargoris y Habidis… Su lista de libros es interminable. También de aventuras, conceptos, reflexiones, amistades… ¡no diré la palabra pero es así!

Los gatos son una de sus pasiones. Y aquí me viene a la cabeza un poema de José Emilio Pacheco: “Ven, acércate más / eres mi oportunidad / de acariciar al tigre / -y de citar a Baudelaire”. Así estoy yo, acercándome al hombre que ama los gatos, y citando tantas frases de otros literatos que también plasmaron su amor por los felinos. Baudelaire decía que el gato era un “ángel tan sutil como armonioso”, Victor Hugo que “Dios hizo el gato para ofrecer al hombre el placer de acariciar un tigre”, Colette que “no hay gatos corrientes” y el gran Natsume Soseki los definió como un “atardecer con posible tormenta”. La lista podría seguir y no acabaríamos. ¡Cuánto amor de las letras por los gatos! Y soy alérgico diagnosticado. Pero no me importa. Pienso que estar con ellos es parte de la curación. En plena época de las pesadeces no voy a andar sumando una más.

¿Cuáles han sido sus pasiones?

Las mujeres, los gatos, escribir. Nací literaturizado y erotizado. La pasión es un peligro. Si a la gente le gritas ¡fuego! se van corriendo huyendo de él y yo si veo el fuego voy a correr hacia él para ver qué pasa.

Eso es muy de periodista…

Sí, pero el periodismo ha sido un cauce que me permitía encontrar temas para mi literatura. El periodismo era una profesión y la literatura una vocación.

¿Cuál es la pregunta que más se ha hecho?

¿Me he hecho alguna pregunta? En estos momentos me pregunto ¿porqué me he equivocado casi siempre en todas las decisiones de mi vida? Los senderos se bifurcan, trifurcan, cuatrifurcan…

¿Cuál es su verdadera vocación?

La monástica. Soledad y silencio. Estuve una vez ocho meses sin pareja, cuando murió Franco… y solo la soledad da libertad. Cuando estás solo eres completamente tú.

¿Qué talento le gustaría tener?

El de la invisibilidad. La gente busca lo contrario, con las redes… la visibilidad. Epicuro dice que sólo es feliz quien vive ocultamente. Mi drama es que me conocen como a Julio Iglesias, y me paran…

¿Es este el tiempo de mayor libertad que ha conocido?
¡No! Pero no es una cuestión de España, cualquier país del mundo era más libre que ahora.

¿La culpa de quién es?

De internet y los vacíos legales que a toda costa tienen el afán de rellenar los políticos. La sociedad respira gracias a los vacíos legales. Después de internet no hay vida.

¿Cuál es su mayor lujo?

Haber llegado al mundo antes de que las luces se apagaran.

¿Qué pasará con el mundo?

Es un cadáver demasiado voluminoso… vendrá el Apocalipsis, que es de lo que me gustaría escribir mi próximo libro.

Hábleme de los gatos, este número es un especial de animales.
Los animales son perfectos. Son un ejemplo de moralidad, de lealtad, y al mismo tiempo el gato en el conjunto de los animales es el más perfecto. Los movimientos del gato, las reacciones, la sabiduría, la capacidad de estar al mismo tiempo en reposo y alerta. Es fantastico ver a un gato dormir y ver como en el mismo instante en que se produce la más mínima alteración, ¡plaffff! inmediatamente se despierta y pone las orejas en punta. Un gato se sube a una mesa llena de cosas, y no derriba uno. Come lo que necesita comer, con suavidad, lentitud, elegancia y hacen cola para comer. He llegado a tener diez gatos o más. A mí nadie me ha dado tanto cariño, ni siquiera las mujeres, como me han dado los gatos. El gato está donde tiene que estar, es la suprema dignidad. “Si los gatos supieran hablar no lo harían”, como decía Nan Porter. Los gatos han marcado mi vida. A Soseki le dediqué una novela entera de 327 páginas. Es el animal de los escritores. Es silencioso. Príncipe de la libertad. No se puede domesticar nunca.

Es un animal silvestre, no doméstico. Nunca lo verás en un circo. El gato es desobediente por naturaleza, nunca acata órdenes. Pero el gato genera mucha tristeza, mucho drama, porque el 80% de los gatos mueren por muerte no natural, es decir accidental. porque son muy curiosos. la curiosidad murió al gato. Es muy peligrosa, sumada a la valentía, porque el gato es el animal más valiente, puede atacar a un tigre, hacerle huir… el gato corre, salta, y se vuelve loco… O a veces se van, se alejan tanto de casa y no saben volver. Los zoólogos dicen que el cerebro más desarrollado en la escala animal es después del humano, el del gato, más que el perro, y más que el del mono. Y solo hay un concepto que el gato no entiende: la obediencia. Príncipe de la libertad. Me encantaría reencarnarme en un gato.

Unos golpes sonaban mientras seguíamos la charla. Era Berenice, encerrada en el cuarto de baño. Por suerte, salió para hacer las fotos. Así acaba esta larga entrevista que se ha escrito con el estilo imperante: la brevedad. No quedará aquí. Queda la cárcel, que ya es otra historia. La lucha y el placer de vivir al filo del peligro. ¿Las respuestas? En el siguiente FEARLESS®.

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