La vuelta al mundo en 70 días

Por Magali Yus,

Comunicación El Corte Inglés

Ver la versión revista en pdf

Casi de la noche a la mañana el mundo se puso patas arriba. Cambiamos los zapatos por zapatillas, la gasolina dejó paso a la calefacción, y  las bombillas sustituyeron al sol. Dejamos de hablar para escuchar y tratar de entender a través de los medios de comunicación, el revés con el que nos sorprendía el Coronavirus poco antes de que la incipiente primavera diera sus primeras señales.

De pronto, en los más de 90 establecimientos de EL CORTE INGLÉS dejamos de escuchar la locución de la megafonía que nos informaba de las mejores ofertas y actividades del día “Sólo en los Tecnoprecios de EL CORTE INGLÉS. Mucho más que un buen precio”, “Porque ser mamá o papá es complicado… te lo queremos poner más fácil. EL CORTE INGLÉS ha organizado unas charlas gratuitas para todos los papás y mamás…” , y pasamos a concentrarnos en los nuevos mensajes diseñados a medida para la pandemia: EL CORTE INGLÉS, comprometido con el bienestar de sus trabajadores y clientes, les informa de que se han dispuesto señales adhesivas en puestos de cobro, mostradores o determinados pasillos para poder mantener la distancia de seguridad de 2 metros. Asimismo, les informa que al acceder a nuestro establecimiento debe utilizar los guantes de un solo uso y gel desinfectante de la entrada. Muchas gracias por su colaboración y disculpen las molestias que esta situación les pueda ocasionar”.

A diferencia del  Ave Fénix a EL CORTE INGLÉS  no le ha hecho falta resurgir de las cenizas. La compañía se reinventó, creció ante la adversidad y se hizo más fuerte y sólida. Y así se marcaba un punto de partida para este viaje con billete de ida,  el de asumir  la responsabilidad de cuidar de los suyos: sus trabajadores, sus clientes, en definitiva, sus ciudadanos.

EL CORTE INGLÉS ha reaccionado con celeridad y con el punto de mira en poner sus recursos a disposición de las instituciones públicas, ofreciendo al Gobierno sus oficinas de Asia para la gestión de sus pedidos de material sanitario, sus talleres de costura en Madrid para la fabricación de mascarillas sanitarias o cediendo a la Comunidad de Madrid el Hotel Ayre Gran Colón como hospital temporal.

Y ha donado material prioritario, 500.000 mascarillas al Ministerio de Sanidad, 150.000 a la Generalitat de Cataluña, y ropa de cama para el hospital de campaña de IFEMA y para el centro de convalecientes de más de 60 años.

Y pensó en los más vulnerables, apoyando a los que menos recursos tenían, a través de tarjetas regalo para canjear por alimentos para 500 familias en colaboración con el Ayuntamiento de Madrid y la Fundación Ramón Areces, y 7.000 litros de leche para personas en situación de vulnerabilidad, a través de la Fundación Altius y 50 Toneladas de patata cocida mediante Mensajeros de la Paz y Bancos de Alimentos…entre otras.

Y respondió a las necesidades de los mayores, habilitando líneas de caja para los mayores de 65 años. Estableció un servicio de compra prioritario para el personal sanitario con entrega gratis en su domicilio. Y puso a disposición de los ciudadanos servicios como el Click&Car o el refuerzo de sus líneas online y telefónicas para los pedidos de alimentación y otros bienes de primera necesidad.

Y antes de que terminara este viaje, El Corte Inglés hizo un alto en el camino para sacar una sonrisa a quien también más lo necesitaba, los niños hospitalizados. Donó a Fundación Aladina 3.000 juguetes para más de 1.000 niños que permanecen en los hospitales de España sufriendo las consecuencias de la pandemia. “¡Sois la caña!”. decía uno de los niños de Aladina como gesto de gratitud hacia El Corte Inglés. Pues dicho queda.

0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta