PASCUA ORTEGA: El señor de la alta decoración
Fotografía JUAN CARLOS VEGA
Texto B. ESPINOSA
Crea espacios clásicos pero vividos, cálidos pero elegantes, nuevos pero que parece que siempre estuvieron allí, una suerte de eternidad. Como en la moda hay una Alta Costura, Pascua es un claro ejemplo de maestro de la Alta Decoración. Su nombre es sinónimo de elegancia, sofisticación y maneras de siempre. Clásico con matices.
Al entrar en su casa, uno siente que está entrando en territorio sagrado. En una de las catedrales del interiorismo en España. Un palacio situado en pleno barrio de las letras, de tres plantas y con un patio que es un edén en medio del bullicio capitalino. Más de cuatro décadas de oficio. Una institución incontestable. Inigualable. Tiene todos los premios, y el reconocimiento de los entendidos y amantes de la decoración. No es para menos. La lista de sus obras es interminable. Ni él a ciencia cierta lo sabe. Bancos, hoteles, casas, oficinas, tiendas, restaurantes… ¡hasta la decoración de la boda de don Felipe y doña Letizia en 2004! Suma un hito, ya que es el primer interiorista reconocido con la primera Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes. Lo celebró en Córdoba con muchos de sus amigos.
Su nombre es sinónimo de elegancia, sofisticación y maneras de siempre. Clásico con matices. Pascua Ortega nace en Barcelona, en una familia de larga tradición y gran interés por los valores estéticos. Comienza su andadura laboral en el mundo de las finanzas, en Nueva York. Y ahí cambia todo, porque entra en contacto con el mundo del interiorismo y la alta decoración. Su entrada en el mundo de la decoración le hace dejar el mundo empresarial para iniciarse en la aventura de crear un estudio de Interiorismo en España, similar a los presentes en otros países de nuestro entorno. El Estudio inicia su actividad en 1977, con el objetivo de aportar un nuevo y personal estilo al mundo del interiorismo. Se crea una gran estructura empresarial con la capacidad para atender una gran cantidad de proyectos de muy diverso tipo, desde el concepto hasta la realización final. La amplia actividad del Estudio incluye el ámbito privado, comercial, hostelería en general y por supuesto el institucional. Toca todos los palos, e impregna con su cultura, los espacios que decora. Pascua es en sí mismo un estilo, una forma de concebir la decoración, el arte, los espacios. Su casa es su mejor carta de presentación, un lugar que ha frecuentado todo Madrid desde los años 80. Allí había ministros sentados al lado de travestis, gente de la escena musical, cinematográfica, de la moda… ninguna disciplina notable se quedaba atrás. ¡Si las paredes hablasen! Algunas fotos en la zona del bar atestiguan una vida interesante, divertida y llena de amigos que están inmortalizados por la gran Sylvia Polakov, desaparecida hace un año pero de la que tiene sus mejores fotos repartidas por varias estancias de la casa.
Compagina Madrid con su maravillosa casa en el Ampurdá catalán. Un refugio familiar al que le gusta escaparse para encontrarse consigo mismo. Allí medita, piensa, escribe, descansa, lee… verbos que son el placer de la vida misma.
Crea espacios clásicos pero vividos, cálidos pero elegantes, nuevos pero que parece que siempre estuvieron allí, una suerte de eternidad. Como en la moda hay una Alta Costura, Pascua es un claro ejemplo de maestro de la Alta Decoración. Actualmente continúa su trabajo en el estudio e independientemente ha comenzado una etapa de amplia labor docente con el proyecto SCHOOL OF STYLE mientras prepara la edición de su obra. Una obra en la que tendrá que elegir. Irremediablemente elegir, que es la base de todo interiorista. Elegir qué mostrar en las páginas de una obra que podrían ser decenas de tomos. Elegir, eligere, escoger. La función del interiorista. Lo del buen gusto ya es más subjetivo, aunque una cosa podemos decir: Pascua lo tiene.
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