OPERA GALLERY prorroga ‘Loving Picasso’ hasta el 8 de julio

La prestigiosa internacional Opera Gallery prorroga hasta el 8 de julio la exposición Loving Picasso en su nuevo espacio en Madrid. La muestra configura un recorrido por el imaginario de diversos artistas que, de alguna forma u otra, se vieron influenciados por el estilo del andaluz. Compuesta por más de 60 obras, subraya el potencial de este universal artista como factor determinante en la historia del arte de los siglos XX y XXI. La colectiva supone así el primer paso en un programa dinámico que traerá a la escena artística de la capital destacados nombres nacionales e internacionales.

La sede madrileña de Opera Gallery, que abrió al público el pasado 12 de mayo, constituye la decimoquinta sede en el mundo de esta galería. El local —situado en el número 56 de la calle Serrano, uno de los grandes ejes para el arte en la ciudad— cuenta con tres plantas que reúnen un total de 1.000 metros cuadrados expositivos, reformados por Hernández Arquitectos en colaboración con la constructora Alcañiz de la Guía. Con una majestuosa escalera helicoidal como pieza central, el espacio se divide en siete salas con techos de más de 4 metros de altura para albergar la colección de obras maestras modernas y contemporáneas de la galería.

“En todas las obras presentadas, su influencia es evidente en homenajes estéticos que abarcan desde lo sutil a lo evidente. Los artistas expuestos subrayan que el genio nace de la curiosidad. Esta exposición también celebra el espíritu de un interés constante por aprender y experimentar, como el niño que Picasso quería volver a ser”, comenta Gilles Dyan, fundador y presidente de Opera Gallery. “En sus paseos, el artista solía mirar al suelo, no por timidez, sino porque le gustaba recoger objetos que le cautivaban y que posteriormente tomaban forma en sus obras. Sabía que en la simplicidad reside la modernidad y que es necesario un conocimiento erudito del pasado para lograr la sencillez y la austeridad en el presente”.

Dividida en siete salas, la muestra, que puede visitarse hasta el 8 de julio, cuenta con obras de destacados artistas como Marc Chagall, Alexander Calder, Jean Dubuffet, Pierre Soulages, Karel Appel, Georg Baselitz, Niki de Saint Phalle, Roy Lichtenstein, Andy Warhol, Keith Haring, George Condo y Fernando Botero. También se expondrá una importante selección de artistas españoles como Joan Miró, Antonio Saura, Manolo Valdés, Miquel Barceló, Lita Cabellut y Xavier Mascaró.

«La influencia de Picasso en el arte de los siglos XX y XXI es innegable, tanto de forma evidente como sutil. Los artistas expuestos en Loving Picasso, algunos contemporáneos del pintor andaluz y otros de generaciones más jóvenes, están todos intrínsecamente ligados a Picasso», comenta Belén Herrera Ottino, directora de la galería madrileña.

En la segunda planta, la Mujer desnuda apoyada en almohadas de Picasso se expone cerca de la Doble Cara en Rosa de Manolo Valdés y el Alter Ego de Don Quijote de George Condo. Para Condo, el estudio de la obra de Picasso sirvió de inspiración para su identidad estética. En contraste, Valdés refleja el legado de Picasso a través de diversos motivos como la deconstrucción de las formas y la multiplicación de los planos. Mujer y pájaro frente al sol, de Joan Miró, cuyos primeros experimentos modernistas inspiraron a Karel Appel sus pinturas expresionistas, también está instalada en la segunda planta. La obra de Appel, presente también en Loving Picasso, tiene referencias distintivas a los cuadros de Picasso. Con colores vivos y pinceladas violentas, en Femme nue au bonnet turc Appel rinde homenaje al maestro a la vez que encarna su característico estilo.

Juan Genovés, cuyo patrimonio está ahora representado internacionalmente por Opera Gallery, tuvo una influencia similar a la de Picasso en la Guerra Civil española. Expuesta en la primera sala de la segunda planta, su obra Con tema de Picasso rinde homenaje explícito a La llorona del pintor andaluz, una de las obras que pintó en respuesta al bombardeo de la ciudad vasca de Guernica.

Otro pintor hispanohablante que puede verse en esta planta es Fernando Botero. Su profunda fascinación por el maestro, especialmente por los periodos azul y rosa, le llevó a rendirle homenaje con Portrait of Picasso, un retrato que pintó con su característico estilo.

La exposición también hace referencia a la cultura pop de los años 50 con obras de Roy Lichtenstein, el retrato Arlequín 01 de Lita Cabellut, inspirado en Arlequín sentado en un sofá rojo de Picasso, y obras de Fernand Léger —cuyo Bodegón con tres mariposas hace referencia al movimiento cubista de la época de Picasso— y Frank Stella, cuyas formas sinuosas y exuberantes están estrechamente relacionadas con las primeras obras cubistas de Picasso.

Loving Picasso ofrece un recorrido por la trayectoria de varios artistas que se inspiraron de un modo u otro en la obra de Picasso. Guillermo Solana, director del Museo Thyssen-Bornemisza, explica en el catálogo de la exposición: “La historia del arte del siglo XX se podría escribir como una serie de homenajes a Picasso, ya sean públicos o privados, declarados o secretos. Algunos de los homenajes más sinceros vienen de artistas españoles o hispanohablantes. Antonio Saura enmascaró una foto de Picasso y se la apropió, Manolo Valdés utiliza el prisma picassiano para revisar a otros maestros antiguos y Fernando Botero aporta un retrato de cuerpo entero del genio malagueño inspirado en una fotografía de Brassaï”

Con esta exposición, Opera Gallery inicia su andadura en la ciudad de Madrid, destacando la excelencia de su obra, así como la universalidad de un artista que marcó profundamente la evolución de la historia del arte.

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