La ginebra, alma de cócteles legendarios como el Gin Tonic, el Negroni o el Martini, vive un auge imparable, conquistando paladares en todo el mundo. Y entre notas de botánicos y vainilla, SAINT CLAIR escribe su propia historia, distinta y audaz. Hablamos con Gustavo, quien, junto a su familia, da vida a SAINT CLAIR, una ginebra donde la tradición se encuentra con la rebeldía y la elegancia londinense. En cada sorbo late el espíritu de un proyecto nacido del deseo de crear algo único.

Gustavo, ¿qué te inspiró a emprender en el mundo de las bebidas alcohólicas y, en particular, a crear ST. CLAIR?

En primer lugar, tengo que decir que, por suerte, no he creado SAINT CLAIR solo, sino que es un proyecto que hemos creado en familia, junto a mi hermano, mi padre y mi madre. Somos una familia creativa, culos inquietos que están constantemente buscando nuevas formas de pensar, de crear y de disfrutar, y de esta inquietud surgió SAINT CLAIR. Queríamos hacer algo juntos, muy nuestro, con un producto diferente. Tomar un Gin Tonic de sobremesa con amigos o con la familia puede ser muy íntimo y especial, y nosotros queríamos hacerlo aún más nuestro.

¿Siempre has sido de ginebra?

¡Sí, siempre! Hubo un tiempo en que también era aficionado al ron, pero ahora me parece demasiado dulce… La ginebra siempre me ha parecido elegante y más fácil de disfrutar, especialmente con amigos. Además, siendo medio inglés, ¡siempre he tenido que defenderla!

«La ginebra siempre me ha parecido elegante y más fácil de disfrutar»

ST. CLAIR se describe como una ginebra que evoca emociones y recuerdos. ¿Cómo logran transmitir esta experiencia sensorial a través de su producto?

Como comentaba en la pregunta anterior, la mejor forma de disfrutar de una buena ginebra es en compañía, con amigos, después de una buena comida o de una cena, y esos son precisamente los recuerdos que queremos formar y recordar en torno a nuestro producto. Especialmente con esta intención, utilizamos vainilla natural de Madagascar para destilar SAINT CLAIR, que, como decía Proust, y está científicamente comprobado, tiene un olor y un sabor muy característicos que fijan el recuerdo.

La marca enfatiza la producción artesanal y el uso de ingredientes naturales. ¿Podrías detallarnos el proceso de destilación y selección de botánicos que emplean?

Solo se selecciona el corazón de la destilación, la parte más pura. Y después de cinco destilaciones, llevamos a cabo una sexta destilación en la que añadimos la vainilla natural. Es un proceso con un alto nivel de exigencia y dedicación, con un mimo extremo por nuestro producto, utilizando botánicos naturales para lograr un resultado excepcionalmente suave. Nuestro London Dry Gin carece de un sabor alcohólico pronunciado y no presenta aromas abruptos; todo se combina de manera cuidadosa y experta para lograr un equilibrio perfecto.

¿Cuáles son los elementos clave que distinguen a ST. CLAIR de otras ginebras en el mercado español e internacional?

Nuestra actitud, nuestra historia y nuestro producto. Hoy en día, el mercado de destilados está saturado, hay muchas pequeñas marcas emergentes intentando hacerse un hueco entre las más grandes, por lo que es muy difícil destacar entre todas ellas. Sin embargo, cuando tienes un producto sólido, como es el nuestro, que además cuenta con un punto de vista diferente, que mezcla lo clásico con lo rebelde, lo mediterráneo con lo inglés, y le añades un toque de pasión, destacas. Y eso es lo que nos está pasando a nosotros. Al final, hoy en día lo que más valor tiene es ser real, fiel a uno mismo, y yo creo que nosotros en SAINT CLAIR somos exactamente eso, ¡reales y fieles a nosotros mismos!

Hoy en día lo que más valor tiene es ser real y fiel a uno mismo, y yo creo que nosotros en SAINT CLAIR somos exactamente eso, ¡reales y fieles a nosotros mismos!

¿Cuáles han sido los mayores desafíos que has enfrentado al liderar ST. CLAIR y cómo los has superado?

Pues, el no saber parar. Cuando estás desarrollando un producto, sobre todo un producto como una ginebra, que depende tanto del gusto del que la crea, es muy difícil identificar el momento en el que el producto está terminado. Recuerdo que cuando empezamos a hacer las primeras catas de nuestra ginebra, era muy, muy difícil elegir entre una muestra u otra y, sobre todo, identificar lo que había que mejorar en cada destilado. Sin embargo, en SAINT CLAIR no estoy solo, es un proyecto que empecé con mi familia, y el estar en esto todos juntos, aportando, debatiendo y eligiendo de entre todas las propuestas la que más nos encajaba, lo hizo mucho más sencillo. Sobre todo, cuando trabajamos por sacar la mejor receta adelante, apoyándonos de forma totalmente constructiva. Al final, esto es como en el cine: es difícil sentirse satisfecho al 100 % con lo que estás rodando, y puedes pasarte toda una vida haciendo cambios, pero cuando tienes un equipo que te apoya, es mucho más sencillo estar orgulloso de lo que has creado.

A veces, las mejores ideas surgen después de una copa (o dos). ¿Cuál ha sido el momento más surrealista o curioso que has vivido en tu camino con ST. CLAIR?

Lo más divertido fue aprender a destilar los cuatro juntos. Compartir las clases con mis padres y mi hermano estuvo genial. Las primerísimas elaboraciones… bueno, de eso mejor nos olvidamos. Hicimos alguna mezcla bastante surrealista, sí. Después, cada paso ha sido un reto y una gran satisfacción conseguir una ginebra con un premio prestigioso internacional, de la que nos sentimos muy orgullosos.

¿Cómo ves el futuro de ST. CLAIR en los próximos cinco años? ¿Tienes planes de diversificar la línea de productos o explorar nuevas categorías de bebidas?

Estamos explorando diversificar la línea de productos, sí. Al final, en el momento de la formulación de SAINT CLAIR hubo muestras más locas que descartamos porque queríamos que nuestra primera ginebra fuera algo más clásica, estamos explorando recuperar alguna de ellas para seguir creciendo con sabores diferentes.

Gustavo, uno de los artífices de SAINT CLAIR.

Si ST. CLAIR fuera una fiesta, ¿qué tipo de música sonaría durante toda la noche?

Hmmmmm… esta es una pregunta muy difícil. Probablemente, algo como Massive Attack o Gorillaz, algo inglés con un toque punk moderno. De todos modos, en la fiesta de SAINT CLAIR, como en toda buena fiesta, sonarían varios géneros, no sé si podría quedarme con solo uno para toda la noche…

Y si fuese una personalidad, ¿cómo la describirías?

Rebelde, en el buen sentido de la palabra. Soñador, innovador… disfrutón. Un mix londinense con un origen mediterráneo.

Tienes que describir ST. CLAIR con una sola palabra y con una sola bebida (que no sea ginebra). ¿Cuál sería y por qué?

Esto también es complicado… Si tuviera que elegir una única palabra, probablemente sería emocionante, tanto por nuestro producto como por el camino que hemos recorrido y el que nos queda por recorrer. Y si fuera otra bebida que no fuera ginebra, ¡no la hubiéramos creado!

Estrella Morente: “En la vida hay que estar un poco loco, lo suficiente para no molestar a nadie”

Entrevistamos a Estrella Morente. La voz de Granada que se ha consagrado internacionalmente como una de las diosas del flamenco. Una artista única que nos anuncia, entre tantos proyectos, la gira con Lenny Kravitz, y un disco con el saxofonista de los Rolling Stone, Tim Ries.

Fotografía ROMÁN CEPEDA

Texto YOLANDA FONT

 

Los famosos Cines Callao se habían convertido esa tarde en un hermoso teatro. Nada más entrar por la puerta de los artistas uno se da cuenta que esa noche es de estreno. La más inoportuna para hacer una entrevista. Hoy es el gran día.

Según preguntaba por ella no paraba de pensar que esta entrevista iba a ser una de las más difíciles de mi vida. Entrevistar a una persona que consideras de tu familia, amiga del alma, nunca es fácil. Y menos si no sabes si vas a estar a la altura de su talento. Porque las que la queremos sabemos que Estrella es especial, humana, buena. Y gloria bendita del flamenco que llena cada día el teatro que pisa. Tenerla delante es un privilegio y que nos done su tiempo, el mejor regalo para Flamenco FEARLESS.

A lo lejos veo en el escenario a Antonio Carbonell, inconfundible, el cantaor que tiene la voz más personal del flamenco, un genio. Hay prisas y nervios por todos los lados. Mientras esperamos a la Morente, Román, el cámara-fotógrafo y yo, nos ponemos a ver el espacio donde vamos a grabar la entrevista.

En ese momento baja Estrella por las escaleras. Román disparaba su cámara como enredado en el momento. Una estampa de una belleza atemporal, salida de otro planeta, con un traje de alta costura de Juana Martín imposible de defender si no eres Estrella Morente. Las mangas parecían en sí una bata de cola, y con sus stilettos andaba como si estuviera en plena pasarela. Llevaba los labios pintados de rojo, una sonrisa de oreja a oreja y los ojos presentándose testigos de su nobleza.

 

P: Estrella, es un grandísimo honor poderte entrevistar y más el mismo día en el que estrenas OCO.

R: Es un placer estar aquí contigo, Yolanda. Sabes que te admiro y te quiero mucho. Hay que celebrar la vida con la música porque la música es la mejor manera de celebrar la vida.

 

P: Ahora que ha pasado la Navidad, según venía no paraba de pensar en «Calle del Aire».

R: «Calle del Aire» es un disco navideño que mi padre, Enrique Morente, produce con la idea de poder escucharlo durante todo el año. De ahí que investigara, indagara y recopilara coplas antiguas, nanas lorquianas, canciones sefardíes, israelíes, pakistaníes… A lo mejor no están enteras, pero asoman los dejes de otros orígenes donde mi padre establece un diálogo y se crea un puente maravilloso a través de «Calle del Aire». Y eso hace de este disco algo entrañable. La producción es histórica.

 

P: Hay un bombón dentro de ese disco, porque tu padre tenía muy claro que tenía que estar ahí, que se llama “Regalo de Navidad”, donde tú, siendo muy pequeña cantas con el Maestro Sabicas.

R: Creo que tenía siete años cuando grabé esa taranta clásica que es un cante de Levante y que con esa edad, una niña normalmente, no sabe lo que es.

 

P: ¿Cómo ocurrió?

R: Mi padre y el maestro Sabicas estaban grabando «Morente&Sabicas (Nueva York-Granada)», así se llamaba el disco, una obra increíble. Luego llegó «Misa Flamenca» donde tu amiga Soleá, a la que sé que también quieres mucho y ella a ti, canta con tan sólo 4 o 5 años. Déjame que haga un paréntesis para decir que yo a mi hermana Soleá la venero muchísimo. Solea es un sueño hecho realidad, tiene una voz de cristal y de fuego única. Te hablo de ella porque la conozco muy bien y la llevo escuchando desde niña. Sabía que tenía algo muy importante que ofrecer en la música.

En ese momento Estrella se toma un respiro y continua:

Volviendo a «Calle del aire». Lo que quería decirte es que a una edad tan temprana ya tuvimos la oportunidad de formar parte de esos trabajos de búsqueda e investigación de Morente. Luego llegó Kiki, mi hermano pequeño, que cantó en otras obras. Mi padre todo lo que hacía lo compartía con la familia. Tú le conocías muy bien, Yolanda, y sabías perfectamente la necesidad que tenía de comunicarse con su gente más cercana. Por eso tenía esa capacidad de conectar con el público. Porque era un hombre muy puro, muy auténtico, pero a la vez universal. Que tendía puentes. De ahí esa «Misa Flamenca», de ahí esas «Voces Búlgaras» o el propio «Omega».

Estrella volvía a Madrid con “Oco, the show”, una fusión de rock, flamenco y jazz. Como dice la propia Estrella “al principio era rock y flamenco, pero luego nos dimos cuenta con el maestro Tim Ries, con Chanel, y con el maestro Calma al piano, que estaba muy presente el jazz.

OCO The Show. (Imagen extraída de: ocotheshow.com).

P: Oye, habéis tenéis que prorrogar esta segunda temporada en Madrid porque agotasteis las entradas todos los días…

R: La gente tiene mucha curiosidad por la novedad. Ha sido también el boca a boca lo que ha hecho que a la gente le apetezca ver este espectáculo. Ten en cuenta que un día de repente aparece Rafael Riqueni, porque le habíamos invitado a hacer un cante. Otro día Jorge Pardo. Hay una serie de talentos que pasan por aquí que hacen que «Oco» esté vivo. El maestro Saglioco le ha puesto mucho entusiasmo, es un espectáculo que está montado desde la verdad, la necesidad de unir almas. Y lo mejor es cuando la gente se va bailando, ahí es cuando te das cuenta de que un trabajo funciona. Para mí el éxito es que a la gente se le erice la piel.

 

P: Y de OCO sale otro proyecto con Tim Ries, el saxofonista de los Rolling Stones.

R: De esta compañía, al estar tantos días juntos compartiendo tantos momentos, tantos sentimientos y tantas emociones, ha surgido un proyecto fantástico que se llama «De Estrella a las estrellas», donde yo, una humilde cantaora, le canta a esas grandes del jazz que tanto me han apasionado desde pequeña como Ella Fitzgerald o Billie Holiday… hay tantas a las que admiro… El disco lo produce Tim Ries y Antonio Carbonell, que para mí es un hombre clave, porque no sólo es uno de los mejores cantantes que ha dado el flamenco, con premios internacionales y con experiencias brutales como haber sido la mano derecha de Enrique Morente en tantas creaciones. Antonio Carbonell es un hombre bueno, un hombre de Dios, un alma pura que además ha sabido llevar este trabajo con tantísima gente que somos. Porque somos 25 personas en el escenario.

Tim Ries es considerado uno de los mejores saxofonistas del mundo. Tras el fallecimiento de Bobby Keys, mítico saxofón de los Rolling Stones, Tim se convirtió en el saxofonista de la banda que lideran Jagger y Richards.

Tim Ries en OCO The Show. (Imagen extraída de: ocotheshow.com).

P: Y una voz única…

R: Bueno yo he sido seguramente la más mediocre de todos. El nivel es top. Yo me siento abrumada por la cantidad de talento que hay: esa Belén López, el cuerpo de baile con Rapico, con Kellian… ese elenco donde está Popo, esos coros… Y Curro Conde Morente, que no se puede tener más categoría en un escenario, porque lo lleva dentro. Mira que yo he estado muy prudente al hablar de mis niños, pero estoy muy orgullosa de mi Curro, que está aprendiendo, tiene 22 años y es una esponja que lo absorbe todo.

Estrella comienza a hablar de sus hijos. Le cambia todo. La sonrisa, la mirada, el color de su piel, el tono de su voz.

 

P: Curro controla todos los instrumentos, cualquiera diría que lleva 40 años.

R: Mi padre le regaló un cajón cuando tenía dos años y ya lo tocaba… Con cinco o seis años Eric, de Lagartija Nick, le regaló su primera batería. Curro con 10 años tocaba la batería que era una locura. Me siento muy orgullosa de él porque es una persona discreta, enamorada de lo que hace, muy noble y una belleza. Y siempre hablo de mi Estrellita porque ella es un rayo de luz.

 

P: Estrellita, tu hija, otra artista, esta vez en la moda. Es muy creativa. Dibuja impresionante…

R: Ella quiere ser diseñadora de moda. La admiro muchísimo porque tiene la capacidad de aislarse cuando en muchos momentos hay ruido, hay música, hay gente, visitas en casa. Ella se mete en su mundo, se concentra y se olvida del resto. La gente está loca porque Estrellita ´modele´ (sic). Pero tú Yolanda, sabes lo que es una pasarela, yo quiero que ella esté preparada. En casa siempre hemos tenido mucho respeto a las profesiones, nos hemos tomado muy en serio lo que hemos hecho. Nosotros somos una familia que llevamos generaciones y generaciones dedicándonos al arte, desde mis tatarabuelos.

Estrella Morente me vuelve a confesar que nunca habla de sus hijos. Pero que para ella esta entrevista “es importante, es tierna, tan especial”, y que por primera vez se anima.

Les he intentado proteger desde que eran bebés, pero ya son mayores. Estrella tiene diecinueve años y Curro veintidós. Estoy orgullosa de pocas cosas que he hecho en la vida, sobre todo porque lo que me gusta es aprender de lo malo para rectificar y no de lo bueno. Pero en este caso estoy muy contenta por haberles protegido de una manera radical a mis hijos desde que eran muy pequeños, disfrutando de ellos pero marcando unas pautas para que sean lo más libres posible en esta sociedad, hasta que han sido adultos para tomar sus propias decisiones.

 

P: Has tenido que compaginar las giras, muchísimo viaje, tantas ausencias…

R: No recuerdo haberme perdido en toda mi vida una fecha importante para ellos, ni un cumpleaños, ni una fiesta de fin de curso o algo importante. Seguro que a algo he faltado pero porque ellos me lo han ocultado, pero que yo fuera consciente, nunca. Siempre he intentado venirme nada más acabar un concierto para no tener que esperar a la mañana siguiente, aunque estuviera toda la noche viajando. Y siempre he organizado las giras internacionales de forma que no coincidieran con una Navidad, con un cumpleaños de ellos. Siempre he estado muy cerca, con cariño, con amor. Siempre he escuchado decir que lo importante es la calidad y no la cantidad.

 

P: Desde luego que la calidad la han tenido con ese pedazo de madre que eres.

R: Eso tú, permíteme dar un salto en la entrevista. A mí me enorgullece hacer esta entrevista contigo, amiga, porque te veo convertida en una gran comunicadora, en una persona ejemplar y en una mami brutal: ¡la mamá de Micaela! Perdóname Yolanda que a lo mejor no tenía que hablar de esto.

 

P: Para nada, al revés, feliz, y más viniendo de ti. Orgullo de madre.

R: Y yo orgullo de tita. Eres una persona excepcional. Nos conocimos hace años. Déjame, amiga, hablar de tu madre Koky Font. Porque para mí Koky es de las mujeres más bellas que he conocido. Es un ejemplo de dama, maravillosa, una mujer con una personalidad y un brillo. Yo la quiero mucho y desde aquí le mando un beso fuerte a la tita, Koky Font. Y por eso te nombraba a Micaela, porque compaginas tu profesión y eres una madre que concilia y que lucha y eso a mí me merece todos los respetos y hay que decirlo, hay que sentirse orgullosa de tener cerca a gente como tú, Yolanda.

La entrevista se me iba de las manos. ¡Cómo podía imaginar que me iba a hablar de mi hija y de mi madre! Trato de retomar la senda que me hace no mezclar el corazón con el buen periodismo. Trato de volver a hablar de ella. Se me ocurre en ese momento recordarla que un día en el Teatro Real, con un lleno absoluto, Estrella acababa de dar un concierto memorable. El Teatro Real estaba hasta la bandera, fuera había mucha gente que quería felicitarla, entre ellos productores de la industria musical, artistas ya reconocidos, la prensa… Y Estrella que no salía. Incluso los músicos que habían actuado ya estaban cambiados y fuera del teatro. Extrañados nos fuimos a buscarla al camerino, miramos por todas partes, en los baños… Pues resulta que, sin saberlo nadie, salió por la puerta de atrás porque al entrar en el teatro antes del concierto, vio durmiendo en el suelo a un vagabundo. Y, ni corta ni perezosa, al término de aquella histórica jornada, sólo se le ocurrió llevarle comida y dinero.

 

P: Para ti en ese momento lo importante era aquel señor vagabundo. Esa eres tú. No se me ocurre mejor anécdota para definirte. ¿Cómo se puede estar tan arriba y ser tan humilde? Las cosas que siempre has hecho, tu forma de ser…

R: En la vida hay que estar un poco loco, lo suficiente para no molestar a nadie y no hacer daño. Tengo el ejemplo de Morente: el eterno discípulo, luchador, niño de la posguerra, del Barrio del Albaicín, que era una zona de gente muy pobre. Para Soleá, para Kiki y para mí es muy importante tener esa escuela. Y hay que tener en cuenta que ese terno discípulo se enamora de una diosa, mi madre, Aurora Carbonell, “la Pelota”, que era la musa de mi padre.

 

P: Una artistaza. ¡Cómo pinta, cómo crea, cómo esculpe, cómo baila!

R: Es muy sensible. Ella no puede ver por ejemplo a un niño al que le están regañando más de la cuenta, así que coge y se va hacia la madre para decírselo. Tiene una debilidad especial con los ancianos y con los niños, le sale natural, no lo hace para que nadie lo vea, sino que ella es así. Ahora, tengo una cosa muy especial, el Banco de los Deseos.

 

P: ¿Qué es el banco de los Deseos?

Debajo de mi casa hay un banco para sentarse donde duermen los ´sintecho´, la gente sin hogar. Unos se quedan varios días a vivir en ese banco hasta que se lo quita otro… Y yo me siento tan mal de ver a la gente en la calle, ¡me da tanta pena!, que un día estaba durmiendo en el banco un vagabundo, veníamos de madrugá, y cuando llegué a casa me sentí tan mal que fui a por unos cojines y una manta para él y pensé: si estás aquí muerto de frío y te levantas y ves que alguien te ha dejado una manta, qué ilusión. Yo me pongo en la piel de esa persona a la que la vida le ha dado de lado, por lo que sea, pero de repente sientes que alguien le ha cuidado y se ha preocupado por él. Pues bien, así empezó a funcionar el Banco de los Deseos. Si hay algo que no usas, lo bajas al banco y alguien lo cogerá. Yo he bajado hasta un emblanco, porque me llamaron y me tuve que ir, así que lo metí en un taper, con la cuchara, una botellita de agua, una nota y lo dejé en el Banco. Muchas veces cuando me asomo al banco y veo cómo la gente coge su ropita o su comida o las cosas que vamos dejando, y que interpretan que es para ellos, es muy bonito.

 

P: Hablando de las maravillosas “locuras” de Estrella Morente. Esta que viene es brutal: el disco Estrella y Rafael.

R: Es un trabajo increíble por parte del maestro Riqueni.

 

P: ¿Dónde lo grabasteis?

En la cárcel, en el Centro Penitenciario de Sevilla 1. Fueron circunstancias tremendas cuando Rafael en ese momento estaba cumpliendo condena. Yo no me atrevía a contarlo mucho, pero como Rafael ya ha hablado de ello y hasta han hecho un documental, pues ahora sí me atrevo. No se ha hecho mucha promoción de ese disco para mantener la prudencia y la discreción, sin embargo, la historia y el relato que tiene es increíble.

 

P: ¿Cómo lo grabasteis?

R: Yo iba a visitarle a la cárcel donde todos eran hombres. Iba como amiga y allí hacíamos nuestros cantes. Cantes que luego se convirtieron en conciertos que dábamos en el salón de actos. Había cinco módulos así que hacíamos cinco conciertos al día, uno por módulo. Nos metían a Rafael y a mí en un “camerino” que no era más que una celda que daba al patio. A los presos les gustaba escucharnos, se ponían contentos, llamaban a la ventana. Ni nos dejaban ensayar, teníamos que cerrarlas. Y algo que empezó siendo una visita de una amiga a Rafael, acabó siendo un disco. Rafael lleva muchos años arrastrando una enfermedad mental que es la esquizofrenia y por un cúmulo de delitos acabó en la cárcel. Pero él, ni mató, ni violó, ni hizo ningún desfalco. Mi padre siempre le protegió muchísimo junto con un grupo de amigos, como Joaquín San Juan de Amor de Dios, y yo fui aprendiendo que a Rafael se le protegía, se le quería, se le disfrutaba… Era lo que pretendí hacer con esas visitas. Al disco, con Fernando Vacas y con mi primo Enrique Heredia ´El Negri´, le pusimos sonido de pizarra que te trasladaba a una época remota y te recordaban las grabaciones antiguas de maestros como La Niña de los Peines o Niño Ricardo. La experiencia fue brutal, increíble, inolvidable. A Rafael, según él, en su momento le ayudó muchísimo. Piensa que le ponían su guitarra en la mano y eso era para él lo mejor que le podía pasar en ese momento.

La obra y su causa es memorable. Estrella es un gigante como artista y como ser humano. Pero la actualidad llama a la puerta.

 

P: Ya habéis empezado la gira.

R: Estamos haciendo cosas muy especiales: Sevilla, la Bienal de Amsterdam, París… Ha sido una barbaridad la respuesta del público hacia este disco. Estoy hablando mucho, amiga, pero es que tengo muchas cosas que contarte y me siento como si estuviera en casa.

 

P: Y nosotros felices de que compartas todo esto con Flamenco FEARLESS. Por cierto, ¡Vas a hacer una gira con Lenny Kravitz!

R: Sí, es un sueño, tuve el honor de conocerlo en el Teatro Lara cuando presentamos ´Un cante y un poema´. Fue una suerte tenerlo entre el público. Me tiembla hasta la voz al contarlo.

 

P: Y él alucinó contigo, claro.

R: Fue muy bonito. Se le vio la humildad y la afición como músico al ir a escuchar a alguien joven que estaba empezando. Fue un detalle precioso de un grande. Hoy en día el hecho de que él cuente conmigo para esta gira es un auténtico privilegio. Como músico no tengo palabras para él. Mi cariño y mi agradecimiento van a estar presentes en cada nota que pueda ofrecer.

 

P: A ver si soy capaz de hacer un resumen de tu agenda.

Estrella me interrumpe.

R: Te lo digo yo. Hasta el 2 de febrero estamos aquí con ´OCO´. El primer concierto que da Lenny Kravitz es el 6 de abril en el WiZink Center, y luego vamos con él a Pamplona, a Coruña y a más sitios, donde vamos a tener la suerte de acompañarle. Y vosotros con nosotros, nuestra pandilla, nuestro grupo de amigas, que es la familia que escogemos nosotros. Solea, tú y alguna amiga más. Allí estaremos.

Estrella tiene una sonrisa de oreja a oreja y se pone nerviosa cuando habla de esta gira. Con tantos proyectos presentes como ´OCO´, el nuevo disco ´Estrella y Rafael ´que acaba de salir, la gira con Lenny Kravitz… hacen que este momento sea profesionalmente para ella muy dulce.

 

P: ¿Qué crees que te diría tu padre?

R: Yo creo que me exigiría muchísimo. Me pediría que diera clases de todo, que me pusiera fuerte, que me empezara a preparar, que hiciera ejercicio, que me alimentara bien…Pero, sobre todo, me retaría para que mejorase porque siempre se puede mejorar. En casa nos decía que teníamos que trabajar mucho. Kiki ha sacado su nuevo disco ´Azabache´, un trabajo que es una joya, y del que mi padre se sentiría muy orgulloso. Al igual que de Soleá, que también tiene nuevo disco y es un monstruo, y también estaría muy orgulloso de ella. Yo lo estoy de los dos.

 

P: Tres hermanos y los tres habéis triunfado… Hablemos de futuro, ¿cuál es tu próximo proyecto fuera de la música?

R: Ahora tengo un proyecto de pintura con el que estoy muy ilusionada.

 

P: Y es que hay que decir que Estrella pinta, escribe poemas, decora… es una persona con muchas inquietudes que no para un segundo quieta.

R: Lo que soy es muy burra. Me pongo yo sola a mover todos los muebles. Me gusta mucho la estética, debe ser deformación profesional. Uno no acaba de desconectar con la escenografía, la iluminación…

 

P: Todo eso, todo ese arte, lo habéis vivido en casa.

R: Desde pequeños mis hermanos y yo, y luego mis niños que también vivieron al abuelo Enrique. A él le gustaba contarles cuentos viendo la Alhambra desde esa terraza que tenía en San Nicolás. Me emociona de verdad, porque era alguien tan sencillo, tan necesario para el mundo, tan lleno de amor. Tan lleno de justicia. Era un hombre tan equilibrado que creo que eso fue lo que le catapultó para que fuera una de los mayores creadores de la historia del flamenco.

 

P: Él era un referente sobre todo para la juventud.

R: La gente joven tenía muy claro que había que seguir a Enrique Morente, Ahora está habiendo un avance en el flamenco, mucha fusión, cada vez se unen más ideas… pero no todos lo hacen como habría que hacerlo.

 

P: ¿Cómo ves tú la situación actual del flamenco?

R: Lo más importante es que nuestro padre nos enseñó libertad de expresión por encima de todo y creo que la gente más rebelde y la más rompedora, la gente que sigue ese camino, suele ser gente que sigue mucho a Morente. Por ejemplo, la misma Rosalía es ´morentiana´. Ninguno de los hermanos, ni mis hijos, han tenido nunca la necesidad de encasillar a la gente en lo que tiene que hacer. Nosotros hacemos lo que queremos. A mí me gusta mucho La Niña de los Peines, y me gusta mucho la Perla de Cádiz, Manolo Caracol, Marchena, pero también me gusta Bob Marley o Frank Sinatra.

 

P: Tú, como artista, eres polifacética. Da igual un disco de música brasileña, o de jazz, rock, flamenco…

R: Nos han educado en la variedad, el respeto y el conocimiento, y creo que son las bases para poder crear tu propio abanico de colores y que a través de tu expresión se te conozca a ti mismo. Sin tener que imitar o hacer algo de alguien, sino hacer tu propia obra, pero siempre mirando hacia atrás. Esa era la teoría de Morente: mirar siempre hacia los grandes clásicos para luego poder avanzar en el futuro y poder tener esa proyección universal que él tenía. Lo que nunca, nunca, hacía era poner trabas a los jóvenes.

Estrella suspira y sigue hablando de su padre: Enrique Morente.

El que mejor cantaba por granaínas, o seguiriyas o soleás o fandangos… el que mejor conocía esos cantes, no iba a ser justo la persona que pusiera trabas a 9 los que querían fusionarlos con la música electrónica. ¿Por qué? Porque antes lo había hecho él. Partimos de la base de que ni mis hermanos, ni mis hijos, ni yo, nos podemos sorprender. Mis hijos le metían los coros en el disco de Pablo de Málaga, en las “Nanas de Oriente”, por cierto, nanas que están dedicadas a todos los pueblos en guerra y a todas las víctimas que sufren esa guerra.

 

P: Hablando de guerras, ¿cómo vería tu padre el mundo de ahora?

R: Lo pienso a diario Yolanda, pienso a diario en él… pienso que era un hombre tan sensible… Su sensibilidad, pese a que era un estudioso, estaba por encima de su trabajo y su talento. Cuando conseguía por ejemplo crear un alegato contra las armas con el fondo de “Claro de luna” de Beethoven, y decía, “oiga, señor presidente, no dispare, los niños son inocentes”. Y lo cantaba ese cantaor, con esa voz… era algo que te rompía los esquemas. Y veías que ese artista iba más allá, que quería dejar algo histórico y constructivo para la nueva generación, no solamente su Disco de Oro o su Grammy… él iba mucho más allá. Utilizaba el arte como buen humanista, como medio para que él pudiese ayudar de alguna forma. Y eso es lo que hemos heredado.

 

P: No hablas inglés, pero estás grabando un disco con Tim Ries, el saxofonista de los Rolling, en inglés.

R: Ha sido un trabajo de un aprendizaje para mí eterno.

 

P: Este disco, la verdad, tiene muchos retos.

R: No se me va a olvidar nunca ese trabajo, de hecho, creo que es el comienzo de algo que nos llevará a lugares insospechados.

 

P: Me encantaría verte con los Rolling…

R: Ja, ja, ja… todo se andará.

 

P: Te digo ya que no lo descarto.

R: La humildad siempre por delante y donde me toque, agradecida, sin pretender nada que no me merezca. La ilusión siempre tiene que estar ahí y el soñar es gratis, ¿no, amiga? Que tú me acompañes y estemos juntas en los sueños por cumplir igual que lo estás en los sueños cumplidos.

 

P: Eso siempre Estrella. Y hablando de sueños… ¿qué disco sueñas hacer?

Estrella me mira con una sonrisa pícara.

R: En este momento hay uno que… me lo voy a callar porque no me gustaría que se me adelantasen.

 

P: ¡Sabía que ya lo tenías en la cabeza!

E: Espero que sorprenda porque si hay algo importante en esta vida es la sorpresa. Mejor luego te lo cuento tomándonos unas palomitas.

 

P: Cuando lo hagas realidad, nos tendrás que dar otra entrevista para Fearless Flamenco. Por cierto, estoy escuchando al público que ya está entrando. Tenemos la grandísima suerte de estar aquí hablando contigo, pero no quiero que Pino Saglioco venga y me corte la cabeza por retenerte aquí.

Estrella vuelve a reír.

R: Pino es un hombre grande, es un hombre generoso, y por encima del talento, es un hombre muy bueno. Desde aquí quiero agradecerle que haya apostado por mí, por su esfuerzo para hacer este proyecto tan bonito. Sí, vamos a meternos ya en capilla para darlo todo una noche más. Para mí esto está siendo una experiencia muy importante, brutal, porque yo nunca había hecho musical y estar con 23 almas, cada una con su forma de ser, sus necesidades, sus dudas, sus ilusiones. Te ayuda a estar pendiente de cómo está el otro, cómo le puedes ayudar. Y a lo mejor es él el que te ayuda a ti porque aquí somos todos complementos el uno del otro. Es un sueño. Cuando me preguntabas antes que qué disco era el que quería hacer, es aquel donde todo el mundo estuviera de acuerdo, donde siempre lloviera a gusto de todos, donde todos fuéramos a una. Pero qué difícil es eso. ¿Por qué tenemos que estar siempre en bandos separados? Para engrandecer a unos parece que tuvieras que destruir a los otros. A mí me gustaría que todo el mundo se pusiera de acuerdo y que disfrutase. Los artistas estamos aquí para hacer felices a las personas.

Estrella no quiere dejarse nada en el tintero, mientras ya la están llamando, cuando yo sé que en esta entrevista no cabe un corazón tan grande y una sabiduría tan propia.

Qué importante es invertir en el arte, en la cultura. Que la gente se ponga delante de un lienzo para disfrutarlo. Ponerte unos cascos escuchando música y soñar. Qué importante es la educación y la formación cultural para las futuras generaciones. Tu hija Micaela es una privilegiada porque ha nacido en una familia de artistas, no le va a faltar nunca una entrada para un museo, o para un espectáculo. Hay niños que no tienen acceso al cine, hay niños que no tienen acceso al teatro. Qué importante es. Porque un país sin cultura y sin ciencia no va a ninguna parte.

 

P: Estrella, ya estás en capilla, por decirlo de alguna manera. En breve empezáis de nuevo ´OCO´. Hoy es un día importante y emocionante. Sólo me queda desearte un Feliz 2025 y que Dios te bendiga siempre.

R: Gracias Yola, quiero darte las gracias una vez más a ti. Y a Katy, que consigue que el flamenco se acerque un poquito más a las familias, a las casas y a los corazones. Que exista Flamenco FEARLESS es un granito más que habéis aportado a nuestro género para hacer que algún día esté donde tiene que estar.

 

Estrella y yo nos despedimos con un abrazo. La Plaza del Callao es testigo de mis pensamientos según vuelvo a la redacción. La Gran Vía está más luminosa que nunca. Dejo a mi amiga que triunfará una vez más. Con ella el flamenco triunfa siempre. Con ella todos somos un poco Estrellas.

Próximamente más en el número de Primavera de FEARLESS.

Fotografía ROMÁN CEPEDA

Ante todo, me llena de satisfacción realizar este reportaje con mi hija Alejandra, quien en los últimos años se ha convertido en una figura destacada en el mundo de la gastronomía a través de su empresa Ansón+Bonet, Consultoría de Hostelería.

Rafael Ansón

Nos encontramos en un espacio que ejemplifica perfectamente la evolución actual de los restaurantes en Madrid y el mundo. Son establecimientos que ofrecen diversos ambientes y formas de consumo, permitiendo vivir diferentes experiencias: desde mesas tradicionales hasta una mesa comunal para compartir, taburetes altos o una zona de bar más informal. Todo ello complementado con un servicio extraordinariamente atento que se adapta a las necesidades específicas de cada cliente.

Alejandra y Rafael Ansón en el restaurante Llama Inn de Madrid. (Fotografía: Román Cepeda).

Alejandra, cuéntanos, ¿cómo surgió la idea de crear Ansón+Bonet junto a tu socio?

Hace una década percibimos que la hostelería comenzaba una revolución y detectamos la necesidad de crear una empresa capaz de diseñar proyectos gastronómicos desde una perspectiva integral, contemplando tanto el negocio como la rentabilidad. El sector se profesionaliza y Ansón+Bonet se posiciona como el acompañante ideal en este proceso. Esta profesionalización implica comprender mercados, analizar referencias y estudiar la competencia para definir negocios sólidos en todos sus aspectos. Si bien la creatividad es fundamental, el plan de inversión resulta aún más crucial.

¿Cuáles consideras que son las características esenciales de la restauración actual y su proyección futura?

La transformación principal radica en el cambio de prioridades. Anteriormente, los restaurantes se centraban principalmente en la comida y el servicio, relegando otros aspectos a un segundo plano. Actualmente, y esta tendencia continuará, resulta fundamental considerar el espacio, la iluminación, la experiencia del cliente y la música para crear un ambiente que marque la diferencia.

Y encontrándonos en FEARLESS surge la pregunta crucial: ¿qué papel desempeña y, sobre todo, qué rol debería tener la mujer en el futuro del marco gastronómico?

La hostelería es posiblemente uno de los sectores donde el techo de cristal para las mujeres es más evidente. Los horarios representan un factor determinante, así como el ambiente en las cocinas, aunque afortunadamente esta situación evoluciona positivamente.

Estas tendencias reflejan en gran medida la evolución del cliente de restaurante, tanto en el ámbito general como en la alta cocina en particular. ¿Qué opinas?

La hostelería ha evolucionado de tal manera que un mismo cliente requiere diferentes modelos de restauración para satisfacer sus distintas necesidades y preferencias. Este es el aspecto más significativo: la misma persona que disfruta de una experiencia ‘clásica’ de alta cocina, también busca espacios animados y distendidos para compartir con amigos, necesita opciones ágiles para comer entre reuniones, o desea visitar establecimientos especializados donde deleitarse con productos específicos de su interés.

Alejandra y Rafael Ansón en el restaurante Llama Inn de Madrid. (Fotografía: Román Cepeda).

No puedo concluir sin expresar mi profunda satisfacción y orgullo por haberme convertido, en términos gastronómicos, en el padre de Alejandra.

Vuelve a los escenarios «Los Farruco y Los Fernández, Navidad flamenca». Será la novena edición. Hablamos con Farru, uno de los bailaores del momento y uno de los más importantes de la historia del flamenco.

Por YOLANDA FONT
Fotografía ROBERTO MAROTO

A media tarde, Farru entraba por la puerta del restaurante Rhudo y me sorprendía con un abrazo lleno de calor en este otoño de un Madrid al que no termina de arrimársele el frío.

Empezamos por las fotos. “Espera” – me dijo-. Y ni corto, ni perezoso, el hijo de La Farruca se quitó el calzado para subirse a la barra bajo la mirada atónita del fotógrafo y la perplejidad de los camareros. Fueron unos segundos inolvidables, una clase magistral de flamenco, que no pasó desapercibida ni para la cámara, ni para el recuerdo.

Farru, hoy nos has bailado descalzo encima de esta barra, pero a mí me ha venido a la memoria aquel día en el que perdiste el tacón del boto flamenco bailando con Paco de Lucía a la guitarra.

Menos mal que Paco era genio para todo. Vaya fatiga que pasé. Estaba empezando el baile y en uno de los movimientos di en el suelo con el tacón. Mi sensación no fue la de que se rompiera el tacón, si no que había hecho un agujero en el suelo. Cuando veo que el tacón está por ahí suelto me doy cuenta de que no puedo apoyar el talón porque los clavos estaban al aire y si pisaba me los clavaba. Paco, que enseguida se percató, adelantó la falseta del final, aunque quedaba todo el baile, para que pudiera terminar y salir del apuro. Pero, ¡Ay! esa pequeña falseta también tenía que bailarla sin tacón y sin poder plantar el pie. Al final salí de esa como pude.

 

Estamos de estreno, Farru. Llega tu nuevo espectáculo. Es la 9ª Edición de ´Los Farruco y Fernández, Navidad en Familia´…

El show nace de la necesidad de estar con la familia. Es muy difícil que durante el año podamos coincidir todos a la vez. Por eso nos reservamos un tiempo al año para que podamos estar juntos y con este espectáculo lo hemos conseguido. Lo que queremos trasladar al escenario es ese sentimiento, esa historia, ese amor a la familia y a la música.

 

¿Dónde vais a estar? para tomar nota y contarlo…

Estaremos con el espectáculo prácticamente todo el mes de diciembre. El 16 de este mes venimos a la que para mí es mi segunda casa, Madrid, al Teatro Nuevo Apolo; continuamos el 19 en San Roque (Cádiz); el 20 en Barcelona; el 21 en Granada; el 22 en Mallorca y el 28 de diciembre en Alicante.

 

Yo he visto que gente del público se sube al escenario.

Lo que pretendemos con este espectáculo es que la gente pueda interactuar e intentamos que hagan suya la historia. Así es, alguna vez gente del público se ha subido a cantar o a bailar y siempre hay algún artista invitado pero nunca hay nada preparado, todo sale de forma natural. El año pasado se subió Pitingo. Otros años Rosario Flores, Ketama…

 

La familia…

Tengo la suerte de tener unos valores y unos principios que nos inculcaron nuestros mayores. La familia es lo primero. Nos respetamos y valoramos, nos comprendemos, nos queremos.

 

 ¿Cuándo decidiste que querías bailar?

Cuentan que debuté a los dos años en Berlín, lógicamente, no me acuerdo. Pero cuando tú vives el flamenco como una cultura, como una manera de ser, como una manera de expresión, como una manera de contar tus sentimientos, la profesión queda en segundo plano.

 

¿Al flamenco se le falta mucho al respeto?

Yo creo que más que falta de respeto es ignorancia, que es el arma más peligrosa del mundo. Cuándo quieres gestionar algo que no conoces, lo más seguro es que te equivoques y que no lo hagas con la calidad que precisa.

 

¿Y eso pasa en el flamenco?

El flamenco es un arte muy delicado. Y muy sensible, muy extenso también. ¡Cómo para atreverse a hacer algo como la innovación o la fusión! Ojo, que yo soy el primero al que le encanta bailar otras cosas. Buscarme. Yo soy de espíritu inquieto. Pero creo que lo primero es conocer el arte, la música y los fundamentos para que esa innovación no carezca de conocimientos.

 

Algunos triunfan comercialmente sin fundamentos.

Porque hay mucho más público que no entiende, que público que entiende. A mí, oye, ¡Gloria Bendita!, Que conste que yo no estoy en contra. Pero, ojo, tampoco estoy a favor de todo.

 

Tú vienes de la pureza del flamenco, tu abuelo Farruco, que fue uno de los bailaores de flamenco más importantes del mundo, defendió siempre la pureza en el flamenco.

Se confunde lo puro y lo ortodoxo. Se puede ser muy vanguardista y muy moderno y ser muy puro. Un artista que haya estudiado, haya interiorizado el arte y quiera entregárselo al público con la verdad por delante, para mí es un artista puro. Te pongo un ejemplo cercano. Mi abuelo tenía dos partes, puro y ortodoxo. Pero desde esa ortodoxia introdujo cosas en el baile muy novedosas que, hoy, se siguen haciendo. Por ejemplo, antes se bailaba muy rápido y él decidió darle otra velocidad que hoy se sigue practicando. Y es porque él veía el baile como una filosofía y como una forma de expresión, más que como una técnica. La ortodoxia y la pureza no están reñidas con la manera con la que tú quieras ver el arte.

 

¿Tienes una figura a la que admires, estudies y visiones en videos?

Sí, a muchos. Por supuesto a mi abuelo, como te he dicho. Camarón o Paco de Lucía, son genios que creían tanto en la magnitud del flamenco que no tenían que adornarlo con nada. Con nada. Eso es una cosa que hoy no ocurre con los jóvenes. Creo que creemos poco en nosotros mismos, creo que creemos poco en nuestro arte.

 

¿A qué se debe?

Estamos inmersos en la tendencia del adorno. Hoy en día no sirve cantar muy bien. Con cantar bien parece suficiente. Vestirte, eso sí, con el diseñador de moda del momento. Contar con alguien que te haga el estilismo. Y otro que te tire las fotos. Ojo, que está muy bien, pero para un artista lo primero no debería ser eso, sino su talento y su arte. Y luego, como añadido, todos esos factores. Pero no al revés.

 

Por no hablar de las letras de algunas canciones.

Sí, eso, fíjate en los contenidos de las canciones más escuchadas del momento. Mira, el otro día leí una entrevista a Reyes de León, sobrina nieta de Rafael de León, el autor de las canciones más importantes de la copla española. Estoy leyendo su Antología y esa poesía es una locura. Tiene un contenido, un fundamento, un mensaje… ¿Dónde ves eso ahora? Estamos pasando el peor momento musical que yo haya conocido.

 

«Estamos en el mejor momento del flamenco, pero con el peor contenido posible»

 

Farru, ¿entonces el panorama del flamenco está fatal?

Pues mira, aquí tengo una contradicción muy grande. Yo creo que estamos en el mejor momento del flamenco, pero con el peor contenido posible. Respecto a la difusión, sí, porque ahora ser flamenco está de moda.

 

Tú eres cantaor y eres compositor. Has compuesto y no poco. Tus artistas han triunfado con tu letra. En definitiva, tocas un montón de ramas donde el público siempre te ha respondido muy bien porque les has gustado mucho.

Yolanda, yo no soy cantaor, ni compositor, ni siquiera bailaor… A ver, lo soy, pero dentro de la afición, porque cuando a mí me dicen que soy bailaor…

 

Entonces ¿cómo te definirías tú?

Soy un aficionado. Ser bailaor es muy difícil y ya ser un genio ni te cuento.

 

Pues si tú eres sólo aficionado, ¿Qué soy yo?…

Aficionada también. Lo que pasa es que yo ejerzo y tú no. (No reímos los dos).

 

Sobre estas líneas, Farro junto a Yolanda Font.

Sobre estas líneas, Farro junto a Yolanda Font.

Fuiste elegido por el maestro, el genio de la guitarra española, por Paco de Lucia. Tres años de gira con él…

Bailar para Paco de Lucía ha sido lo más importante que he hecho y haré en toda mi vida. Aprendí infinidad de cosas artísticas y, sobre todo, personales. Porque Paco era de las personas que predicaba con el ejemplo.

 

Eras casi un niño.

Yo en aquella época tenía 20 años. Estaba con Live Nation, viajaba en avión privado, iba a las fiestas más increíbles. Actué con Beyoncé. Me sentía que había tocado lo más alto. Cuando empecé la gira con Paco de Lucía, el manager nos mandaba a veces a grandes hoteles, y otras veces a hoteles para tirar p´alante, por decirlo suave. Y cuando yo veía que Paco no se quejaba, empecé a tomar conciencia y a pensar: “Pero si este hombre nunca se queja, con lo que es, cómo me voy a quejar yo en mi vida”. Y a partir de ahí me cambió el concepto. Agradeceré toda la vida la decisión del maestro de que fuera yo en su gira.

 

Paco tenía muy claro lo que quería y a quien quería. Y él tenía un gran abanico de posibilidades de llevar a cualquiera que hubiese querido. Pero él quiso que fueras tú. Tú, como él, buscas siempre la perfección. Por cierto, ¿sigues ensayando con metrónomo?

A veces, aunque no siempre. Estás en todo. La verdad es que estoy muy pendiente del tiempo. Estar en el momento, que dé tiempo a entenderse, que dé tiempo a disfrutar, que no se vea todo muy corriendo o acelerado, o demasiado lento. Fue idea de Paco de Lucía.

 

¿De Paco?

Estábamos en Canadá grabando un disco en directo y yo le pregunté a Paco: “Maestro, ¿cómo va el disco? Y él me contestó: “Ya llevamos seis actuaciones en directo y las cosas que más me gustan no tienen buen sonido y las que tienen buen sonido no son las que más me gustan. Tu parte me está costando mucho editarla porque cada día haces cosas muy diferentes en distintos tiempos y ritmos y es muy complicado hacer los cortes. Entonces, Paco me preguntó: “¿Tú estudias con metrónomo? Si estudias con metrónomo y quieres subir la intensidad puedes hacerlo sin subir la velocidad, manteniendo el tiempo”.

 

Se te quedó grabado…

Yolanda, yo salí de esa gira con la palabra metrónomo grabada en la frente y estuve doce días, ¡Doce días!, y sin que él lo supiera, ensayando con un metrónomo. En la siguiente actuación me levantó un dedo señalando que me daba el visto bueno y me dijo: “Has bailado con un tiempo perfecto”. Le reconocí que llevaba doce días estudiando con metrónomo como él me había dicho. Y me respondió: “Pues se nota. Pero fíjate que yo, después de decírtelo, pensé, para qué le habré dicho nada a este niño, a ver si se va a molestar”.

 

«Bailar para Paco de Lucía ha sido lo más importante que he hecho y haré en toda mi vida»

 

¿Qué es más difícil: ir de gira con Paco o criar a cinco niños? (Suelta una carcajada…)

Cuando algo es fácil se deja de apreciar. Cuando algo cuesta poco se deja de valorar. Pasa con el amor. Mis hijos son lo más bonito del mundo entero, para mí son lo mejor que me ha pasado en la vida.

 

¿Cómo ves la situación de los toros? ¿Tú crees que hay mucho desconocimiento en relación a la Fiesta?

O ignorancia. El que critica al toro es porque desconoce totalmente lo que es el toro. Desconocen que los toreros son los que más cuidan a ese animal. El que sí conoce el toro de verdad te dice, “yo no soy taurino, pero lo respeto”. Miro el reloj. Han pasado dos horas. Me quedaría muchas más escuchándole. Esta entrevista no la terminaría nunca. Tengo que acabar, pienso. Farru me mira.

 

¿A qué tienes miedo?

A una situación que no pueda controlar. Como una enfermedad de alguien de los míos.

 

¿Tu deseo para el 2025?

Salud, no más guerras, cosas bonitas. Sobre todo salud. Lo demás ya lo buscaremos. Paz y Salud.

 

Cuando Farru salió de allí, volvieron a mi cabeza las imágenes de sus pies desnudos bailando sobre la barra de aquel local. Aún estaba digiriendo lo que había vivido esa tarde de otoño que ya estaba a punto de acabar.

Fotografía ROMÁN CEPEDA

Un universo de colores y formas —rosa, amarillo, naranja, corazones o estrellas— se desplegó ante la mirada de TACO, el compañero canino de Sofía Bono, quien, por primera vez, descubría de manera directa el mundo de Ágatha Ruiz de la Prada. De la mano de TRISTÁN RAMÍREZ, hijo de la diseñadora y actual CEO de la firma, Taco vivió toda una aventura sensorial en la nueva tienda que la marca acaba de abrir en la capital, una experiencia que no dejó indiferente ni a él, ni a ninguno de sus acompañantes y que supuso una explosión de creatividad que ha servido como la mejor fuente de inspiración para esta entrevista.

En primer lugar y puesto que así se llama esta sección, ¿Cuál es la familia que eliges? ¿Cómo la definirías?

La familia que elegimos creo que es un grupo de individuos a los que quieres y que se convierten en alguien importantes en tú vida. Aunque, quizás, tampoco sea algo que eliges, sino que sucede naturalmente y en eso incluimos perros y mascotas, no solo personas. Es decir, individuos de todas las especies a los que quieres.

¿Qué papel juegan los animales en tu entorno familiar? ¿Crees que tener mascotas es esencial para encontrar momentos de inspiración o, simplemente, para desconectar? En el caso de Agatha y Cósima, ¿les influye su relación con los animales en el diseño?

En mi familia siempre hemos tenido perros y mascotas. Es clave para poder desconcertar, porque no comparten ese ritmo frenético de trabajo y obligaciones que tenemos los humanos. A ellos les importan cosas más simples, como comer, pasear u oler un árbol. Compartir la vida con ellos te obliga, a veces, a rebajarte a su perspectiva y ver las cosas de una forma más lenta o simple. El lujo de dar un paseo con un perro, en realidad, supone darte un paseo a ti mismo, pero lo disfrutas mucho más si ves el placer que sienten ellos en ese momento. Por otro lado, creo que la relación de Ágatha y Cósima con los animales no les influye en absoluto a la hora de diseñar. Ellas se inspiran más en el arte y los colores.

Recientemente habéis lanzado una colección para mascotas. ¿Qué os inspiró a crear esta línea? ¿Por qué decidisteis hacerlo ahora, y cómo encaja esta nueva propuesta con la filosofía y estilo de la marca?

La filosofía de la marca siempre ha sido querer “agathizar” todo, y una de las cosas que más nos divierten y nos gustan en el mundo son los perros. Todos en mi familia nos detenemos por la calle a hablar con la gente cuando nos gusta su perro, por lo que es muy fácil para nosotros crear cosas para ellos. Llevar la moda al mundo canino, que a menudo parecen ir por caminos separados —el mundo animal y el de la moda—, era nuestro objetivo. En este caso, hemos unido ambos mundos para traer esa estética alegre y divertida que caracteriza a la marca.

 

«La filosofía de la marca siempre ha sido querer “agathizar” todo, y una de las cosas que más nos divierten y nos gustan en el mundo son los perros»

 

Sabemos que montas a caballo, una actividad de gran tradición en mi familia, ¿cuándo comenzaste a montar y qué significa para ti? ¿Cómo te ha influido personalmente y de qué manera lo relacionas con tu vida profesional y creativa?

Desde pequeño me ha encantado montar a caballo. Siempre ha sido algo que me ha fascinado por esa sensación de conexión y movimiento que te aleja de la vida mecanizada, moderna y un poco aséptica que tenemos. Volver al contacto con la naturaleza, moverte de forma orgánica y estar encima de un animal que respira, siente y con el que te tienes que comunicar. No hay mayor lujo que estar en el campo montando a caballo, te mueves de una forma más animal.

En los últimos diez años me he obsesionado completamente con los caballos. Ahora es una obsesión total, que me aporta muchísimo en el día a día, sobre todo en momentos de estrés de este mundo frenético. Te obliga a pensar en cómo moverte y te da esa sensación de estar en contacto con tu cuerpo. Montar a caballo es la mejor terapia del mundo. A nivel profesional, supone una válvula de escape, porque para montar a caballo hay que estar relajado, y si no lo estás, nada funciona. Te enseña paciencia y a dejar fluir las cosas, algo muy importante.

Tristán Ramírez en los talleres de Ágatha Ruiz de la Prada, ubicados bajo su nueva tienda en Madrid. (Fotografía: Román Cepeda).

Como CEO de Agatha Ruiz de la Prada, ¿cómo es tu rol dentro de la firma? ¿Cuáles son tus principales responsabilidades?

El principal motor es la sensación de responsabilidad, ver crecer una marca por la que he visto luchar a mi madre desde que era pequeño, cómo se ha volcado en ella y todo el trabajo que continúa haciendo, dejándose la sangre. A la vez, se trata de continuar con la estética e ideología de la marca, que busca traer felicidad a través de los colores y ser desenfadados, promoviendo un mundo más alegre. Es un trabajo muy divertido y gratificante.

También intento dar pasos atrás y reflexionar sobre hacia dónde vamos, adoptando una perspectiva más estratégica, algo muy difícil hoy en día en el mundo de la moda, ya que cambia muy rápido.

Sabemos que el día a día de alguien con un puesto así es bastante ajetreado. ¿Cómo es una jornada típica para ti?

Una de las cosas que me encanta de mi trabajo es que no hay ninguna rutina. Hacemos proyectos tan variados, ya sea diseñar correas para perros o hacer eventos centrados en ellos, organizar desfiles por el mundo… Mi trabajo es diferente cada día. A veces se trata de cosas muy sublimes, como visitar un museo o hablar con un artista para una colaboración, y otras, más mundanas, como solucionar una fuga en una pared o lidiar con la pérdida de un camión.

¿Qué proyectos futuros te gustaría desarrollar dentro de la marca?

Ahora mismo hemos abierto una nueva tienda flagship en la calle Villanueva, número 5. Un concepto de tienda diferente, mucho más experiencial. Justo debajo, está el taller de costura. Queremos que la gente venga a visitarlo cuando visite la tienda: un taller de alta costura en acción, donde se puede pedir ropa o cotillear sobre las próximas colecciones. El objetivo es que tengan acceso al mundo creativo detrás de la marca, algo a lo que normalmente el cliente no tiene acceso. Es una inmersión en el mundo de Agatha Ruiz de la Prada. Queremos hacer crecer el factor experiencia de la marca, que sea algo que puedas vivir y no solo algo que consumas. Que haya un lugar en el que siempre estén pasando cosas.

Hablemos de Agatha. Como hijo, ¿de qué forma la describirías como persona y como líder?

Mi madre tiene una energía tremenda. Un dínamo de fuerza, ganas de luchar por lo suyo, por su visión creativa y su forma de ver el mundo. Una energía que hace que nada sea imposible para ella, ya sea a la hora de diseñar algo loco, como de llevar a la realidad cualquier proyecto. Algo muy inspirador.

¿Qué es lo que más admiras de ella?

De ella destaco, primero, su energía. Luego, su forma de ver el mundo desde el sentido del humor, siempre, y su fuerza de voluntad, que la lleva a decir y hacer siempre lo que quiera. El mundo no la va a parar. Eso es algo muy inspirador de vivir y conocer.

Y es que, si algo destaca en esta familia, es su vitalidad e ilusión por hacer soñar al público con un mundo, como él mismo dice, más “alegre y divertido”, donde, por supuesto, las mascotas también encuentren su lugar.

Sobre estas líneas, Sofía Bono junto a su perro Taco en la nueva tienda de Ágatha Ruiz de la Prada de la capital. (Fotografía: Román Cepeda).

Taco, de lo más fotogénico, posa junto a Sofía ante la cámara en la nueva tienda de Agatha Ruiz de la Prada, minutos antes de ser “agathizados”. Una sesión divertida y enérgica, en la que los arándanos jugaron un papel esencial. Pero eso, lo dejamos para otra entrega de La familia que eliges.

Fotografía ROBERTO MAROTO
Texto MARCO DE PABLOS
MUAH EVA ESCOLANO

La luz, esa energía que da forma al mundo que nos rodea, es mucho más que un fenómeno físico, es también símbolo de vida, conocimiento y esperanza. Desde el amanecer hasta el último rayo de sol que da paso a la noche, su presencia transforma, revela y conecta, recordándonos que, incluso en la más profunda oscuridad, un solo destello puede cambiarlo todo. Lo descubrimos junto a Almudena Fernández una de nuestras modelos más internacionales en un proyecto de VELUX para FEARLESS.

 

La luz comienza aquí, palabra de Almudena Fernández. Madrid, la ciudad que vio crecer a la modelo hasta su adolescencia, es ahora el lugar donde ha decidido formar un hogar. “Con Madrid tengo una relación afectiva muy especial”, confiesa a FEARLESS. Y no es de extrañar. ¿Quién no? Quizás sea su gente. O tal vez el ambiente alegre que se respira en cada rincón. Pero, sobre todo, es su luz. Una luz que Almudena conoce bien y ha sabido potenciar como nadie.

Almudena, ¿qué es para tí un hogar?

Para mí, un hogar puede ser una persona, un espacio… En definitiva, es donde y con quién me siento protegida y a gusto.

¿Cuál es el espacio en el que más presente sientes esa descripción?

A partir de ahora, desde mi sofá, observando el cielo.

¿Es también tu rincón favorito? ¿Por qué?

Desde luego que sí. El salón se ha transformado en mi lugar favorito de la casa, los dos ventanales han convertido mi casa en un hogar.

Hay algo mágico en la luz que atraviesa una ventana. ¿Cómo crees que esta transformación refleja tu personalidad o tu forma de ver la vida?

La luz es muy importante en mi día a día, ya que tiene la habilidad de transformar mi estado de ánimo. Para mí, la luz es felicidad.

Un estado de ánimo que fue in crescendo desde que VELUX entró en la vida de Almudena. Porque, como suele decirse, la luz siempre se abre paso entre la oscuridad. Y VELUX sabe exactamente cómo lograrlo. Inspirada por esta idea, la modelo tomó conciencia y decidió llevar a cabo una transformación del espacio, confiando en ellos para convertir su casa en un lugar totalmente diferente.

¿Qué fue lo que te llevó a dar el paso y elegir transformar tu hogar?

Sabía del potencial de este espacio por su doble altura, sus vigas de madera… Y, al añadirle este plus de luminosidad, su encanto se incrementaría aún más.

Muchas veces, los pequeños cambios hacen las mayores diferencias. De toda la transformación, ¿qué es lo que te hace sentir más feliz?

Me hace feliz despertar con luz natural. Me carga de buena energía y me recuerda que tengo un día más para disfrutar y sentirme agradecida por ello.

Almudena, eres una persona apasionada por la belleza y la naturaleza. ¿Cómo encaja tu hogar antes y después de esta transformación con esos valores?

Esta transformación me ha aportado creatividad y serenidad. Ahora, el salón es el lugar ideal para practicar mi yoga por la mañana, y puedo decir que hago un saludo al sol literal. Además, me permite oxigenar toda la casa y, gracias a la claridad, tener más plantas, que aportan tanta belleza y salud. Me encanta tumbarme en el suelo al acabar mi yoga, meditar mirando al cielo y disfrutar de su belleza sin pensar en nada más.

 

Transformación del espacio gracias a VELUX.

Un cambio no solo de estancia, también de forma de vivir. Y, sobre todo, de ver la vida. Porque la luz es mucho más que eso.

Esa luz natural de la que hablabas está relacionada con las emociones y el estado de ánimo. ¿Cómo ha cambiado la energía de tu hogar con esta transformación? ¿Influyó en la decisión?

Doy fe de ello. Relaciono un día luminoso con un buen día y mi estado de ánimo es directamente proporcional a su intensidad. Por eso era tan importante para mí añadirle los VELUX, ya que ahora mi hogar es un espacio más feliz y donde apetece estar.

¿Cómo influye este espacio en tu día a día?

Siento que la alegría y el optimismo están más presentes durante la jornada. Me suelo levantar con los primeros rayos de luz, soy de las personas que no cierra persianas ni cortinas, porque despertarme con la primera luz del día me ayuda a levantarme con una sonrisa.

Como modelo, ¿dirías que la luz natural es algo esencial para la creatividad, la inspiración o el bienestar? ¿En qué sentido?

En la industria de la moda es bien sabido que la luz lo es todo. Los fotógrafos, maquilladores, estilistas, directores de arte… siempre te dirán que habiendo una buena luz habrá un buen resultado.

Aunque es conocida por su faceta como modelo, su trayectoria va mucho más allá de las pasarelas y las cámaras. El surf, su gran pasión, la inspiró a fundar una ONG dedicada a este deporte, demostrando así su profundo compromiso con el mar y la naturaleza.

En ambos ámbitos, según cuenta, la luz ha sido un elemento clave y un soporte vital. Porque, además de ser una herramienta de trabajo, es también una fuente de energía que une su profesión, su amor por el surf y su compromiso con el medio ambiente.

¿Hay algún momento específico en el que la luz natural o la conexión con la naturaleza te hayan ayudado a superar un reto personal o profesional?

Tengo muy claro que la conexión con la naturaleza significa equilibrio y salud. Es una parcela imprescindible en mi vida. De hecho, es el hilo conductor y sanador en una etapa de cambio en el que la naturaleza y el mar marcan un punto de inflexión y reconducen mi existencia. Fue entonces cuando, hace 12 años, creé la ONG Kind Surf, que desarrolla su labor en un entorno natural: el mar y la playa.

 

«Donde hay naturaleza y luz, hay honestidad y equilibrio»

Eres Fundadora y Presidenta de dicha ONG de surf para niños desfavorecidos, por la cual habéis recibido recientemente el prestigioso Premio Laureus del Deporte. Un proyecto lleno de valores vinculados a la naturaleza, el aire libre, la felicidad y la conexión con los elementos. ¿Qué te inspiró a liderar este proyecto?

Kind Surf es una ONG de carácter socio-medioambiental dedicada a jóvenes con necesidades especiales. Utilizamos el surf y sus olas como una herramienta de inclusión social, en la que el respeto por la naturaleza y el medio natural, entorno en el que se realizan las actividades, es primordial. Entre otras cosas, hacemos limpieza de playa y talleres medioambientales para concienciar sobre la importancia de cuidar y respetar el entorno natural que nos brinda tanta felicidad.

¿Qué consejo le darías a las personas que buscan integrar más elementos naturales y luz en su vida laboral o personal?

Les diría que no lo piensen dos veces. No hay nada más bello y perfecto que la naturaleza. Las personas solo podemos imitarla, pero jamás superarla. Donde hay naturaleza y luz, hay honestidad y equilibrio.

Almudena Fernández posa en su hogar lleno de luz con los VELUX. (Fotografía: Roberto Maroto).

“Gracias por haber inundado mi hogar de alegría”. Así concluye esta entrevista Almudena Fernández. Un encuentro lleno de luz, siempre con el respaldo de VELUX, su gran aliado en este viaje hacia un hogar más luminoso y lleno de vida, capaz de transformar no sólo espacios, sino también rutinas.

Blanca Barrera-Cuadra junto a las obras de Lucía Gil-Casares.

Fotografía: JUAN CARLOS VEGA

Texto: MARCO DE PABLOS

MUAH: CASILDA RAMOS LÓPEZ-QUESADA

El gris y el blanco predominaban en el cielo de Madrid aquella mañana de noviembre. Tímidamente, asomaban resquicios de azul, que se entremezclaban con algún que otro rayo de sol. Sin embargo, esto no supuso ningún problema, pues ella estaba allí para aportar el color que tanta falta hacía ese día.

Blanca Barrera-Cuadra, también conocida como “Aguacatte”, abría las puertas de Monte Esquinza 8, donde, probablemente para muchos, los sueños se hacen realidad. Ella, una “gran soñadora” confesa, es la artífice y responsable de Espattio, un lugar de encuentro entre artistas, en el que el arte y la belleza son el motor de la creación y la interacción. Bajo esa premisa, también está al frente de un catering, que recibe el nombre de su seudónimo, y un estudio de interiorismo.

Pintura elaborada por Bernardí Sánchez.

Impulsora de un arte que nace del propio arte, del que es amante desde pequeña, cuando, como ella misma dice, solo era “una niña feliz, con grandes ilusiones y cargada de inocencia”, algo que aún conserva y se esfuerza en no perder, es sincera: “Ser reconocida por mi trabajo es uno de mis mayores logros”.

Y es que los tres proyectos profesionales de Blanca son, al mismo tiempo, sus tres pasiones. Tal y como sucede en el deporte, se fue adentrando en ellos sin darse cuenta, hasta que “una vez estás dentro, es como la mafia: no se puede salir”. ¿Su debilidad? La decoración. “Podría morirme decorando, encuentro inspiración en todos sitios”, asegura. Es ahí, donde detecta sin grandes atisbos “lo más importante de la vida”, la proporción.

“Sé cómo quiero vivir y tengo claro los pasos a seguir para conseguirlo”. Llena de vitalidad, creatividad y cierta sensibilidad, Blanche, como también se hace llamar, reconoce no llevarse bien con la “pereza”, algo que incluso sus profesores de universidad elogiaban y destacaban como una de sus virtudes. “Es la única vía para conseguir los objetivos marcados, trabajar sin descanso”, comenta.

«Mi mayor éxito en la vida será que no quepa la gente en la misa de mi entierro»

El encuentro, que se alargó cerca de tres horas, fue más que suficiente para percibir de inmediato la esencia de Blanca, cuyo deseo estuvo guiado en todo momento por el afán de ir más allá y no conformarse con un resultado cualquiera, sino el mejor. Eso sí, en un tiempo récord, ya que su experiencia frente al objetivo la delata.

Ella que se define como “generosa, cabezota y bastante expansiva”, también se caracteriza por la gran capacidad que tiene de prestar atención hasta el más mínimo detalle, un rasgo que se evidencia en cuestión de diez minutos a su lado. “El ojo se puede ir educando en la vida, pero si no te fijas en los detalles, poco puedes hacer para tener buen gusto”, relata, al mismo tiempo que reconoce: “Soy una maniática del detalle, me fijo y me acuerdo de absolutamente todo”.

Sobre estas líneas, mesa decorada con individuales de Torres Novas; vajilla, cubertería y candelabros de @2buscadorasdetesoros; flores de Flores Búcaro; y vasos mexicanos de @magicmexbcn.

Sobre estas líneas, mesa decorada con individuales de Torres Novas; vajilla, cubertería y candelabros de @2buscadorasdetesoros; flores de Flores Búcaro; y vasos mexicanos de @magicmexbcn.

Sé cómo quiero vivir y tengo claros los pasos a seguir para conseguirlo

El tiempo transcurrido en el número 8 de la calle Monte Esquinza sirvió, a su vez, para ser testigos del ir y venir que aquel dintel divisa día tras día. Lucía Gil-Casares era la artista cuyas obras albergaba Espattio por aquel entonces, y quienes lo visitaban no dudaban en saludar a la anfitriona del espacio, que, entre cambio y cambio, recibía siempre acompañada por Juanita, su fiel escudera.

En ese sentido, indica: “Tengo una tía portuguesa, que siempre dice una frase que me encanta: El cariño, con cariño se paga. Y en la vida, todo funciona así”. “Nunca hay que olvidarse de las personas que te han tendido la mano, hay que llevarlas selladas en el corazón hasta el final. Y si te llaman con alguna necesidad, estar a sol y a sombra”. Con todo ello, concluye: “Mi mayor éxito en la vida será que no quepa la gente en la misa de mi entierro”.

Con las agujas del reloj marcando las 13:00 horas, admite, entre risas, ser una apasionada de Julio Romero de Torres. Valiente, posa una última vez frente a la cámara. Con Julio como inspiración, ella se presenta como la “Fuensanta”, contemporánea y colorida. No le teme ni a la muerte, ni al fracaso. De hecho, el miedo ni siquiera entra en sus pensamientos. Así, se puso punto y aparte a una mañana en la que se olvidó lo encapotado que estaba Madrid, gracias al mundo de Blanca Barrera-Cuadra.

Pintura de Ángela Solís y Bernardo Sánchez.

De París al mundo entero. FEARLESS produce la portada de su quinto aniversario desde la ciudad del amor, concretamente desde el restaurante Lafayette, donde nos reciben el interiorista Lázaro Rosa-Violán y la diseñadora Ágatha Ruíz de la Prada. Un binomio, dos titanes de la moda y del estilo que, junto al río Sena, encuentran el mundo rendido a sus pies.

 

P: ¿Cómo os conocisteis?

 

Ágatha Ruíz de la Prada (A.R.): Nos conocimos hace mil años, cuando Lázaro era un bebé y de repente, cuando lo volví a ver…me lo volvió a presentar un amigo en Barcelona y comimos juntos. La verdad es que en aquel momento, no me di ni cuenta de que todo lo que había a mi alrededor lo había hecho Lázaro Rosa-Violán. Y eso que solamente te estoy hablando de España, porque en el mundo entero también ha diseñado los mejores restaurantes y los mejores hoteles. Yo creo que Lázaro es el interiorista con más trabajo del planeta. 

 

Lázaro Rosa-Violán (L): No, pero ya me gustaría. 

 

Entre risas Ruíz de la Prada compara al maestro del interiorismo con David Hicks en sus buenas épocas e incluso matiza, “seguro que tiene más volumen de trabajo”. 

 

A.R.: ¿Sabes lo que pasa con Lázaro? Es súper detallista. Y además es un amigo sensacional. Con todo lo buen interiorista que es, es mejor amigo que interiorista. Imagínate. 

 

P: Pues es difícil eso….

 

A.R. : Eso es imposible, pero lo ha conseguido. Y, además, tiene los mejores proyectos del mundo.

 

L: No, pero yo creo que a tí también te pasa algo parecido. Cuando te gusta lo que haces, siempre digo que no es trabajo. 

 

A.R.: Yo cuanto más trabajo, más contenta estoy. Trabajo todo lo que puedo, lo que pasa es que hay un momento en el que ya estás muy cansada y es que no sabes cómo descansar. 

 

P: Es un interesante punto de reflexión, porque para vosotros: ¿Dónde está el límite? 

 

A.R.: El cuerpo te lo dice. Yo, por ejemplo, ayer o antes de ayer, estaba diciendo: ‘Descansa, descansa’, pero ¿cómo puedes descansar? Es muy difícil. 

 

P: ¿Dormís bien?

 

L:Yo duermo bien, sí. Duermo poco, pero duermo bien. A mí lo que me cuesta es desconectar.

 

A.R: Pero yo no entiendo cómo tú, teniendo abiertos 500 frentes puedes descansar. 

 

L: Tengo un super equipo. 

 

A.R.: Sí, pero son muchas cosas. Mira, Kathy, – se dirige Ruíz de la Prada a la fundadora de esta revista- por un lado está Lázaro y, por otro lado, los infinitos homenajes a Lázaro que  vemos todos los días.

 

  1. : El “lazarismo”,  (replica entre risas)

 

A.R.: Los homenajes que tiene son brutales. Y entonces, te das cuenta que cuando no saben qué hacer, dicen: “Voy a hacer un homenaje a Lázaro”.

 

L: En el sector, vamos a decir, o entre los que nos dedicamos a él, sí existe esa terminología. El “lazarismo” es muy fuerte. Pero bueno, el que primero empezó a acuñar ese tipo de términos fui yo. Yo me acuerdo cuando empecé a hacer proyectos, tenía muy poco presupuesto, y al final, cuando llegaba el interiorista, ya no tenía dinero para nada. Y yo, decía: “¿Y qué hacemos?” Queremos realizar una buena obra. A mi me gusta mucho Palazuelo. Entonces decíamos, vamos a hacer una versión y lo llamamos “Lázaruelos”.

 

A.R.: Ah, ¿por qué lo haciáis? 

 

L: Claro, lo hacíamos. Los teníamos que hacer, pero tenías que estar siempre entre el límite de una copia o una inspiración. Pero siempre nos hemos controlado mucho en ese sentido. Entonces ya se quedó el término “Lázaruelo”. Tanto que incluso con la familia de Palazuelo ya hemos tenido conversaciones, y yo tengo Palazuelos de verdad y me encantan.

 

A R.: Yo de pequeña conocía mucho a Palazuelo. 

 

L: Es muy difícil que no ocurra en el mundo. A ti también te han ‘fusilado’ por todas partes.

 

A.R.: Pero yo creo que hasta gente que te ha ‘hecho un gran homenaje’, luego te llama para que se lo arregles. Hay que tener un morro, ¿eh? 

 

 

P: Nunca se me olvidará cuando estábamos cenando un día en Manero. Había un chico haciendo fotos a diferentes detalles del espacio y yo me levanté y le dije, es bonito, ¿verdad? ¿Te gusta? Y me contestó, sí, me encanta. Y le dije, pues mira tienes ahí al autor. Y era un interiorista que básicamente iba a ‘fusilarte’. A rendir otro homenaje. 

 

L.: Yo tengo una anécdota muy… No sé si es simpática o no, a mí en ese momento no me hizo ninguna gracia. Llego a Ciudad de México y había un sitio que estaba muy de moda y del que todo el mundo había oído hablar. Allí se decía que lo había hecho yo, cuando todavía no había trabajado allí. Cuando llego a la ciudad un amigo mío me dice, te voy a llevar al sitio de moda de aquí. 

 

Yo diseñé en Barcelona un lugar que fue mítico, se llama ‘Big Fish’. No sé si os acordáis de aquel sitio que, para mí y para mucha gente en Barcelona, ha sido un icono. Cuando llegué al espacio en Ciudad de México, aquel sitio era un ‘Big Fish’, un poco magnificado de tamaño, pero era grabado. Total, que me quedé tan alucinado que me senté en una silla y dije, déjame que me tengo que sentar. ‘¿Cómo lo habéis hecho?’ , pregunté. Total, que mi amigo me presentó al dueño y el tío, sin ningún tipo de escrúpulos, me dio la mano, me dio un abrazo. “Lazaro. ¿Qué te parece?” Yo le digo: “Hombre, lo primero es que me siento como en casa. Lo segundo, un poco ultrajado”. Y me dice: “y lo tercero no me lo digas porque lo tercero es que me vas a hacer tu próximo proyecto en México”.

 

A.R.: Eso es lo que le pasa. Y luego fíate el buen carácter porque a lo mejor yo me hubiera enfadado tanto con el señor que ya no lo hubiera hecho. Y Lázaro, no solamente no se enfada, sino que lo conquista. 

 

P: Chicos, ¿la perfección existe?  

 

L: No, siempre se puede hacer mejor. 

 

A.R.: Pero es que yo creo que lo bonito de Lázaro es la imperfección. Y ves este desorden y esta cosa que es como elegante; que las cosas no estén súper nuevas. O sea, la perfección para Lázaro es que es justamente imperfecto, eso es lo que nos gusta de él.

 

L: Yo hay una cosa que no la tengo como un mantra en absoluto de mi trabajo, pero es uno de los pilares que yo digo que dan  “éxito”. Es un poco como los pilares que hacen que las cosas funcionen y que la gente se sienta cómoda. Lo que hacemos nosotros es que siempre dejamos un tanto por ciento, no inacabado, pero… Siempre pensamos que si la gente tiene la percepción de que él mismo se lo podría haber hecho, se siente más cómoda. No se siente fuera. 

 

P: Hacerlo más accesible, quizás. 

 

L: Sí, siempre le añadimos algo de naturalidad. Y no es que esté inacabado, simplemente que es natural. Es como que, oye, lo hemos hecho casi sin darnos cuenta. Esto es una cosa que cuesta mucho entender porque la gente, y los arquitectos en particular, tenemos tendencia a ser demasiado intervencionistas en los espacios. 

 

A.R.: Yo soy fan total, la verdad. Fan total. Y es que para mi, uno de los lujos de mi vida es ser amiga tuya.

 

L: Tú sí que eres un icono. 

 

P: ¿Quién no reconoce algo de Ágatha? Tú ves un corazón y sabes si es de Agatha o si es un ‘homenaje’ a Agatha. 

 

A.R.: Yo he tenido muchos ‘homenajes’ también. Sobre todo en carnaval. Tanto es así, que una vez fui a El Corte Inglés hace mil años y había un disfraz de Agatha. Y entonces hicimos una licencia de disfraces. Dije, ya que lo van a hacer, pues me hago yo la licencia de disfraces. 

 

L: Bueno, porque tú también tocas otro punto. Igual que yo, el de la informalidad. A lo mejor no te gusta lo que te voy a decir, pero creo que todos tenemos un poco de niño dentro, ¿no? Y lo tuyo… No sé si es por el colorido, por las formas, por ese punto un poco ‘naif’ en algún sentido. Yo sé que detrás de todo hay mucha sofisticación, por eso la gente se siente cómoda.

 

A.R.: A mi al principio me ofendía mucho el tema de los disfraces…

 

P: ¿Cómo os inspiráis? Sé que es una pregunta que os la habrán hecho decenas de veces, ¿no? 

 

L: Yo sí que tengo una fuente de inspiración grande y son los viajes, imagino que tú también. Al final, yo creo que cuando tú viajas, te das cuenta que ni tú, ni tu cultura, ni tu país, ni tus costumbres son el centro del mundo. Hay más cosas que ocurren a tu alrededor, de ahí es de donde surge… 

 

A.R.: Pero con todo lo que trabajas, no entiendo cuándo tienes tiempo para ver todas esas cosas.

 

L: Yo viajo y me fijo todo. 

 

A: Es una máquina. Pero para mí, mi fuente de inspiración más bien ha sido el mundo del arte. Mi padre era coleccionista y pude visitar muchos museos. Quizá viaje menos que Lázaro. 

 

P: ¿Pero qué es el arte? ¿Tú crees que el arte es objetivo y hay unos valores universales? ¿O hay subjetividad en la percepción del arte? 

 

A.R.: No, no hay ninguna.

 

P: ¿Esto es bueno o no? 

 

A.R.: Eso está clarísimo. Lo bueno vale mucho y lo malo no vale nada.

 

P: Pero sin embargo, lo malo muchas veces termina triunfando. Hay mucho intrusismo. 

 

A.R.: No, nunca. Lo malo nunca triunfa.

 

L: No

 

 

P: La arquitectura es fundamental y tú, Ágatha, que eres hija de un gran arquitecto, ¿de qué sirve un interiorismo si la arquitectura es mala? 

 

L: Tu padre revolucionó el mundo de la residencia (se dirige Rosa-Violán, hacia Ágatha). 

 

A.R: Cuando yo era pequeña y la gente venía a mi casa, no sabían qué era eso si se tocaba, si no se tocaba. Todo les parecía rarísimo porque era una casa muy vanguardista para su época. Yo vivía ahí y la verdad que lo he agradecido muchísimo porque ha cambiado muchísimo mi vida.

 

P: ¿Y tu nueva casa? 

 

A.R.: En mi nueva casa estoy en ello.

 

P: ¿Algún detalle que nos puedas desvelar? 

 

A.R.: Bueno, la verdad que me llevo casi todo lo de la vieja casa.

 

P: ¿No le vas a dar un toque de Lázaro? 

 

A.R: Sí, me encantaría, aunque sea una pared.  Lo estoy pensando todo el rato. Ya me ha ayudado, me ha hecho un ‘favorazo’…

 

P: ¿Qué es la belleza? 

 

A.R.: Bueno, la belleza cambia mucho con la historia, como ocurre con la historia de la arquitectura, la de la moda, la de la decoración. Ahora mismo, todas las tendencias estéticas tanto en interiorismo, en moda, en belleza, en todo, cambia muchísimo. Tú ahora te maquillas como en los años 70 y la gente diría ¿qué le pasa a esta? 

 

P: ¿Creéis en el destino? ¿Pensáis que, porque sois dos personas claramente de éxito estáis predestinados a alcanzarlo? ¿O es casualidad? 

 

L: Yo creo que también mucha suerte tiene que ver con dónde has caído. Pero yo creo que el destino todo lo haces tú.

 

A.R.: Yo, antes, cuando me iba o colgaba el teléfono, decía adiós y siempre terminaba diciendo: “Suerte”. Lo dije muchos años, luego se me pasó. Yo creo que la suerte es fundamental, pero también te tiene que coger trabajando, como decía Picasso. Es trabajar y trabajar y cuanto más trabajas encuentras más inspiración. 

 

P.:  ¿Creéis en Dios? 

 

A.R.: Yo sí y además creo mucho en el mio, ¿sabes? 

 

P: ¿Lo tuyo qué es? 

 

A.R.: El catolicismo. Lo que pasa es que no voy a misa todas las semanas, Pero cuando voy a misa me encanta y por ejemplo cuando llego a un sitio, no hay una puerta de una iglesia en la que no entre. Es de una riqueza… Yo casi siempre veo las iglesias ¿Tú también o no? 

 

L: Yo también, siempre. Representan muchas cosas. Eran el sitio donde se congregaba a nivel popular todo el arte, porque el arte, durante muchos años, no sólo era decorativo, era didáctico. 

 

P: ¿Creéis que vivimos en una época de crisis de valores?

 

A.R.: No, yo creo que son unos valores distintos, pero eso ha pasado siempre. 

 

L: Bueno, los valores son como las costumbres.

 

P: ¿Y las tendencias en tu mundo, Lázaro? 

 

A.R.: La tendencia es Lázaro. En este momento, la tendencia es Lázaro. 

 

L: No, las tendencias existen y es imposible extraerse de ellas. Lo que pasa es que yo sí que creo que ahora es un momento que… Yo pensaba, cuando estaba en la universidad, que habrá un momento en el que todo valdría. Igual que en la moda, ¿no? Ahora creo que, bueno, puedes estar a la última yendo de muchas maneras. Y no necesariamente sólo en una línea. Pienso que las tendencias existen y que cada vez son más rápidas. Cada vez es todo más acelerado.

 

A.R.: Pero de verdad, la gran tendencia es Lázaro. 

 

L: No, lo que pasa es que sí que abrimos caminos porque trabajamos mucho y no te puedes repetir. 

 

A.R.: Pero tiene que ser distinto, sí. 

 

L: Pero siempre es diferente. Siempre… Yo aparte insisto a todo mi equipo, a todo el despacho, a que el siguiente proyecto tiene que ser una cosa más y una cosa mejor. Otra cosa es que no salga.

 

A.R.: Oye, ¿has tenido alguna época en tu vida un poco más minimalista? 

 

L: Claro. A mí me hace gracia, ¿eh? Porque incluso me parece un piropo cuando gente que va a casas que hemos creado luego te dicen oye, hemos ido a la casa de ‘fulano’ y nos hemos quedado alucinados porque era minimal y era tuya. Y yo digo, bueno es que esta casa es una casa para esta gente. Nosotros tenemos muy claro el briefing que nos dan. Tanto si es un proyecto comercial, como si es un proyecto particular. 

 

A.R.: Una cosa maravillosa de Lázaro es que está muy metido en la moda porque ha hecho muchísimas tiendas y ha reflexionado muchísimo. Porque yo creo que hacer una casa bonita, fíjate lo que te digo, es bastante fácil. Hacer una iglesia bonita es bastante fácil. Pero hacer que El Corte Inglés esté bonito es casi imposible. No, porque es que hay tanta información. 

 

L: Oye, pero lo estamos consiguiendo. 

 

A.R.: Por eso, por eso, por eso tiene mucho mérito.

 

P: ¿A qué le tenéis miedo? 

 

A.R.: Bueno, yo no soy muy miedosa.

 

L: No, miedoso no, pero yo soy muy osado, entonces lo del miedo no lo entiendo mucho. Si no, no estaríamos aquí. 

 

A.R.: Eres un valiente, un valiente total.

 

P: ¿Qué has aprendido del silencio, Ágatha? 

 

A.R.: A mí me gusta mucho el silencio. Mucho, mucho. 

 

P: Da la sensación de que tu cabeza está llena de ruido. Pero imagino que eres capaz de desconectar… 

 

A.R.: No, no, yo soy muy del silencio. Por ejemplo, en mi casa, en verano, el único ruido que oigo es el del mar. A mí me encanta leer, y para leer me molesta mucho que haya ruidos interfiriendo. Por ejemplo, en mi casa no tengo televisión. La música me encanta, me chifla, pero el ruido me molesta mucho. 

 

 

P: Lázaro, ¿qué has aprendido del blanco? Ya que le preguntaba a Ágatha del ruido o del silencio.

 

L: Muchísimo. Es mi color favorito. El blanco aparte no es… La gente dice que es el no-color. No, el blanco no es no-color. El blanco es el resumen de todo lo demás. Además, que tú – se dirige a Ágatha- utilizas tanto color, el blanco se refiere a todo lo que tiene alrededor. O sea, enmarca y además proyecta. El blanco no existe como tal. Es todo lo que tiene alrededor reflejado. 

 

P: Qué preferís ¿día o noche? 

 

A.R: Yo día. 

 

L: Yo es que como no duermo…

 

P: ¿Dulce o picante? 

 

A.R: Yo picante.

L: Yo también.

 

P: ¿Rojo o negro? 

 

A.R.: Rojo

 

P: Lázaro, ¿tú negro? 

 

L: No, no, a mi el rojo me gusta, lo tengo que reconocer.

 

P.: ¿Playa o montaña?

 

A.R.: Yo playa, mucho más.

 

L: Playa. 

 

P.: ¿Frío o calor? 

 

A.R: Calor. 

 

L: A mí me gusta mucho el invierno, sorprendentemente. Porque a mí no me gusta mucho pasar calor. Pero claro, es que el calor también a veces está conectado con la luz. Y la luz te la da el verano. 

 

P: Bueno, ya para terminar, ¿cuál es vuestro deseo para 2025? 

 

A.R.: Uy, yo estoy llena de deseos, pero también deseo un poco de tranquilidad.

 

  1. :¿Crees que la vas a conseguir? 

 

A.R.: Sí, sí, sí. Cuando deseas una cosa, la consigues. Yo estoy acostumbrada a hacer lo que me dé la gana. 

 

P: ¿Y tú, Lázaro? 

 

L: Pues yo, tranquilidad también, la verdad. Es una cosa que me gustaría. Pero eso digamos que lo dejo para otro año. Yo lo que pido es una cosa a mi mismo: un poco de focalización. A ver si el año que viene me la trae. 

 

A.R.: Pero si tú estás súper focalizado. 

 

L: Más focalización. Sí, yo creo que se puede todavía más. 

 

A.R.: Yo como tengo síndrome de déficit de atención, es que ni siquiera me atrevo a pedir estar focalizada. Pero yo lo que sí que pido y me encantaría es seguir teniendo amigos tan maravillosos como los que tengo.

 

Lázaro y Ágatha, Ágatha y Lázaro. Un encuentro lleno de inspiración, emoción y recuerdos. Dos grandes del diseño unidos en un diálogo que celebra su legado y, sobre todo, su futuro. Porque su reinado sigue vivo y, seguramente, por muchos años que pasen, será recordado siempre.

 

Rescatamos este artículo publicado en Fearless en su edición de otoño de 2022 como homenaje a Eric Yerno, quien nos ha dejado recientemente. Desde nuestra redacción, queremos expresar nuestro más sentido pésame a su familia y amigos. Recordamos con cariño aquella inolvidable velada de verano en casa de Eric, un francés que hizo de Madrid su hogar y cuya personalidad única dejó huella en todos los que tuvieron el privilegio de conocerlo.

 

Dicen que las reglas están hechas para tener excepciones. De la misma manera que las normas están para saltárselas. No así la ley: Líbreme Dios de saltarme la ley y que aparezca Teddy Bautista a las tres de la mañana dispuesto a ponerme de rodillas por haber escuchado una canción sin permiso de aquella institución que presidía. O sin pagar, lo mismo. Los más antiguos me entenderán, los de la generación Z tendrán que ponerse a googlear cualquiera de los nombres que he soltado como si fuesen canarios saliendo de la jaula a la libertad. La ley también está para discutirse, y los permisos se consiguen pagando. O no. Porque también se deniegan. Pero pongámonos en Marruecos. O lo que es lo mismo, en casa de Eric Yerno un mediodía de verano.

 

 

Me voy por las ramas y no debiera: una página en blanco es un lugar cotizado para delirios propios y ajenos. Y eso hago, delirar recordando la velada del francés más español de Madrid. Me entenderán si les digo que Champagne si, pero paella también. Cosas del destino, pero allí estaba también Jean-Marie Périer, el fotógrafo de las estrellas llegado a Madrid para inaugurar su exposición ‘Leyendas’. Y de eso podría tratarse esta penúltima Penúltima. Leyendas en bucle, al peso, sin fin. Beatriz de Orleans, impecable siempre como su sentido del humor. Princesa pero divertida. No rima, pero en la vida real, y en ella, se juntan ambas cualidades que en su caso son calidades. ¡Qué enrevesado! Aquello fue la cumbre de la locura. Y lo necesitábamos. Locura al telefonillo mientras unos suben y otros bajan. Se ve en las fotos en las que a veces nos colamos el staff porque también somos penúltimos y esta revista es a veces nuestro propio reality, cosa que nadie ha hecho antes. O sí, pero no lo hemos visto.

 

 

Estar chez Eric es un estado del alma. También del cuerpo. Se lo pueden decir a Agatha Ruiz de la Prada, siempre colorida y que con José Manuel Díaz-Patón alimentó el chisme y las risas. Teresa Sapey ¡per favore! una italiana muy española a la que también le gusta comer pasadas las tres de la tarde. Sobretodo si es del cátering de Samantha de España, que uno podría adivinar sin ver las servilletas de tela, ya que los sabores son únicos. Full time, como Samantha Vallejo-Nájera, que por su profesión de empresaria de catering y jurado de Masterchef tiene que estar comiendo a todas horas. Eso sí, ella ha cultivado la virtud de no engordar. Como Antonia Dell’Atte, que sigue manteniendo su talla de modelo y además ahora es devota de San Pío de Pietrelcina, más conocido como Padre Pío. El estuvo presente en la conversación y en las reliquias que circulaban. Y eso es casi como haber estado allí.

 

 

Sí que estaba, y recién llegada de estrenar su reality (First Class) en Netflix, Clara Courel. Periodista curtida en mil batallitas de la moda que es otra de las mujeres más divertidas que pululan por Madrid, a la que se le une la carcajada de Miguel Más (ya saben, San Eduardo Jewels). Alonso Navamuel, joven promesa del séptimo arte, que tiene tan buena talla como simpatía, además de un pelo digno de campaña. Electoral o de champú, lo primero que suceda. Miguel Más llama al champagne champú, y en efecto, es el champú del alma. El sur de España estaba representado por Manuel Lombo, cantaor flamenco, artista y sobre todo sevillano, con su estiloso juego de maletas rumbo al AVE. Y así es como acaba una buena fiesta, rumbo al sur.

 

Más de cinco billones de reproducciones en Spotify, más de 75 millones de discos vendidos, cientos de álbumes de platino, un Grammy y cinco Grammy Latinos, un Globo de Oro, y nominaciones tanto al Oscar como al Emmy. Nombrada “Persona del año” en 2023, acaba de conseguir una entrada en el Billboard #Hot100 con su hit “Se Fue“ en dueto con Rauw Alejandro. Ella es Laura Pausini, la artista italiana más poderosa de todos los tiempos.

Diva entre las divas, Laura es hipnótica. Su voz y su presencia suponen un momento de evasión, un viaje astral y emocional a otra dimensión que bien supieron apreciar en 1993, cuando su participación en el Festival de San Remo la catapultó al éxito, donde, a día de hoy, permanece. El resto es historia. Historia viva de la música. 

 

P: Laura, has tenido una carrera internacional impresionante, ¿cómo recuerdas tus primeros pasos en la música? ¿Qué te inspiró a seguir este camino?

 

R: Cuando pienso en mí cuando era pequeña siento muchísima ternura. Me emociona  pensar en mi ingenuidad y humildad en ese momento. No era capaz ni de imaginarme todo lo que íbamos a vivir en los siguientes años. Era incapaz de  soñar tan grande. Todas mis fantasías se quedaban pequeñas. Pero por suerte no lo hicieron nunca mis ganas de aprender y crecer. 

 

De niña fantaseaba constantemente y me imaginaba siempre cantando. En mi cuarto  siempre había música y yo bailaba y cantaba como si no hubiera un mañana. Era mi  sueño y mi fantasía constante. Creo que era un sueño tan instalado en mi y una  persona tan decidida, que cuando me he encontrado ante momentos decisivos, por  muy difícil que pareciese, siempre he estado preparada. A veces planteándome retos  casi imposibles. Pero mi testarudez, determinación y compromiso siempre me han llevado a lograrlos y, de este modo, he logrado cumplir sueños y marcar mi propio  camino.  

 

Pero como te puedes imaginar, como todo camino, no siempre ha sido fácil y me he  encontrado muchísimos obstáculos que he tenido que aprender a superar y a su vez  sobre los que he aprendido mucho. Ya que cada pequeño obstáculo, hasta que los  superas, es una barrera y mientras aprendes a superar es una oportunidad para  aprender y crecer. Y así trato de verlo siempre. Cuanto más grande es el obstáculo, más  grande es el reto y más grande es la oportunidad de aprender y crecer. Mis primeros años de carrera encontraron muchas barreras pero a su vez se encontraron una niña con muchas ganas de aprender y crecer lista para superar cualquiera de ellas.  

 

Cuando pienso en ello me encantaría poder abrazar fuerte a esa Laura de 18 años el  mismo día que ganó el Festival de San Remo y decirle al oído “confía en ti y atrévete  con todo lo que te sientas y seas capaz”. También confieso le daría una lista de  nombres a quién tratar de evitar. Pero, la verdad, somos lo que somos por todo lo que vivimos incluso lo que nos gustaría evitar.  

 

 

P: Si pudieras hablar con la Laura de hace 10 años, ¿qué consejos le darías? ¿Qué cosas has aprendido que te hubieran ayudado a estar mejor contigo misma en el pasado?

 

R: Le diría que no olvide quién es. Que recuerde a esa niña de 18 años y que vuelva a  abrir esa caja en el desván para recordarlo mejor. A veces, en medio de tanto éxito, es  fácil perder el rumbo y olvidar por qué comenzaste. Ese ha sido el mayor reto en esta  última década: mantenerme fiel a mis raíces y recordar siempre quién soy y qué quiero decir con mi música.

 

P: Tu carrera, al igual que imagino le sucede a tantos artistas, no ha estado exenta de obstáculos. ¿Cuál ha sido el desafío más grande que has enfrentado a lo largo de tu trayectoria profesional? ¿Qué supuso?

 

R: Te diría que el desafío más grande en mi carrera ha sido superar mi primer bloqueo.  Fue una etapa en la que justo creí que ya no tenía retos. Y te puedo confesar que fue  uno de los momentos más complicados para mí. Sentía un bloqueo absoluto en aquel  periodo, no solo musicalmente sino como persona. Llegué a pensar que no tenía nada  más que decir. Jamás había vivido un momento así a lo largo de toda mi carrera. Por  suerte, mientras trabajaba en mi documental, volví a reencontrarme y reconectar con  mi verdadero motor y superarlo. Ya que siempre hay retos incluso cuando sientes que  ya lo has logrado todo. 

 

P: ¿Cómo logras mantener el equilibrio en medio de tanta presión y un ajetreo constante? ¿Qué momentos utilizas para desconectar? ¿Cómo lo haces?

 

R: Mi oasis siempre es mi familia. Me reconforta estar en casa, compartir tiempo con mi  hija, disfruto incluso haciendo los deberes de la escuela juntas. La verdad es que no hay nada que me reconforte más que compartir tiempo con ellos. Por eso siempre trato de regresar a casa lo antes posible. 

 

P: ¿Qué es la felicidad para ti? A día de hoy, ¿eres feliz?

 

R: Absolutamente feliz. ¿Cómo no voy a estarlo? Llevo prácticamente 2 años celebrando  mi 30 aniversario, reencontrandome con todos mis fans, mi otra gran familia que he ido construyendo a lo largo de estos años, y celebrándolo cantando y bailando por todo el mundo. 

 

La felicidad para mí es estar rodeada de las personas que amo y poder expresar lo que  siento a través de mi música. Hoy puedo decir que soy feliz porque hago lo que me  apasiona y tengo una familia que me apoya incondicionalmente. La celebración de mis  30 años de carrera me ha hecho infinitamente feliz porque me ha permitido  reencontrarme con todos de nuevo, y hacerlo en los escenarios más importantes de  todo el mundo acompañada de mis padres, mi marido y mi hija en todo momento.  

 

Fíjate que esta ha sido la primera gira mundial donde Paola ya estaba en la escuela y  organizarlo para que ella no perdiera curso y pudiéramos estar juntas ha sido un nuevo  reto para mí, y también para Paola. Un reto que hemos logrado superar juntas y la  verdad ha ido perfecto. Estoy muy orgullosa de ella y de lo responsable y  comprometida que es con los estudios y sus decisiones. Que ella me pidiera  acompañarnos y que se comprometiese con todo lo necesario para que pudiéramos  lograrlo me hace muy feliz. Ella para mi es la prioridad absoluta y mi mayor éxito. Me  enorgullece muchísimo en quien se está convirtiendo. Y la verdad es que sin ella a mi  lado esta gira no hubiera sido lo mismo.

 

 

P: Son muchos los países y ciudades que visitas, pero, como has hecho público en varias ocasiones, guardas un recuerdo especial de nuestro país. ¿Qué significa España para ti?

 

R: España significa muchísimo para mí y ha sido clave en mi carrera. Me acogió desde el  primer disco y no me ha soltado la mano jamás. Fíjate que lancé mi primer disco en  español en 1994 y a día de hoy sigue siendo el álbum que más copias ha vendido en  España por un artista extranjero. Para mí ese disco cambió mi vida absolutamente y me  ha permitido vivir un sueño que jamás hubiera imaginado. Y España, sin ninguna duda,  es una parte muy importante de este sueño.

 

La italiana  lleva cerca de dos años celebrando sus 30 años en la música con una gira que no está dejando indiferente a nadie, ni siquiera a ella misma, quien, concierto tras concierto recibe el cariño de sus fans, su “otra gran familia”, como ella los llama. A ellos, y a todos los demás, es a quienes también trata de transmitir, en cada actuación, las luchas y causas que abandera por un mundo mejor. 

P: Has sido un referente para muchas mujeres en la música. ¿Qué mensaje les darías  a aquellas que quieren seguir tus pasos, pero que se sienten intimidadas por la  industria?

 

R: Todo ha cambiado muchísimo desde que yo arranqué mi carrera. Por suerte las  etiquetas jamás las he tenido en cuenta y de ese modo no me he sentido intimidada.  Soy tauro, no te imaginas lo testaruda que puedo llegar a ser. No me ha importado  jamás si me decían “ésto solo lo han conseguido hombres”, ya que yo no iba a  escucharlo, ni a tenerlo en cuenta. Sólo así he conseguido cambiar muchas cosas que  antes, como mujer, eran impensables.

 

Las mujeres artistas hemos demostrado muchísimo. Hemos demostrado que podemos  llenar estadios, que podemos generar el mismo negocio que los hombres o incluso  superarlos, que podemos conciliar con ser madres. En definitiva, hemos demostrado  que no tenía sentido pensar lo contrario y que valemos absolutamente igual que mis  compañeros hombres.

 

Así que les diría que no tengan en cuenta etiquetas y que se ocupen de cumplir sus  sueños. No debe permitir  que nadie, ni hombres ni mujeres, les diga de qué son capaces o no simplemente por su género, color o idioma. Si eres capaz, demuéstralo sin miedo siempre.

 

P: En ese sentido, ¿cómo ves la industria musical actualmente? ¿Echas algo en  falta?

 

R: Por suerte todo ha cambiado. Hace años la industria no apostaba de la misma manera por las mujeres que por los hombres. Ni se valoraban igual. Ahora ya no es así.  

Creo que estamos en la buena dirección. La meritocracia para mí es lo que mejor define mis  pensamientos. No se trata de géneros sino de méritos. 

 

 

P: Estamos a finales de año. ¿Tienes algunos propósitos personales y profesionales de  cara a 2025? ¿En qué dirección te gustaría que fuera tu música en el futuro?

 

R: En mi futuro no veo pausa.  

O sea, después de casi 2 años de gira y promoción, por supuesto necesitaré un poco  de descanso, pero si me llamo Pausini (pequeña pausa en italiano) tendrá una razón!  Yo me siento dormida cuando no trabajo. 

Tengo tres propuestas musicales en mi mente diferentes entre ellas y en los primeros  meses del 2025 espero encontrar en mis venas y en mi instinto artístico la dirección  justa para uno de los 3 proyectos.  

También hay otras propuestas que no son musicales que me están ofreciendo y que me  dan curiosidad. 

El 2025 estará lleno de decisiones que tomar, a veces eso es difícil pero seguramente no me voy a aburrir.

 

P: Además de la música, ¿hay otros aspectos de tu vida que quieras explorar?

  

R: Siempre estoy explorando. Soy una persona a la que le gusta aprender y probar cosas  nuevas, así que siempre estoy abierta a descubrir y probar. 

 

P: También eres conocida por tu faceta solidaria. ¿Cuáles son las causas con las que te sientes más comprometida o a las que dedicas tu apoyo?

 

R: Estoy muy implicada y comprometida con varias causas como el cambio climático; la  posición social de la mujer; los derechos humanos incluyendo comunidad LGBTIQA+ y en la lucha contra la violencia de género. Pienso que seguimos necesitando concienciar y visibilizar sobre la situación actual en todos estos aspectos donde desgraciadamente nos  queda un largo camino. En todos mis conciertos trato de dar voz y visibilidad a todas estas causas. Comprometernos con ellas y ayudar en la manera de lo posible debe ser importante para todos. Por ejemplo, en cuestión de violencia de género, las víctimas, en la mayoría de los casos, se sienten vulnerables y el miedo les impide denunciar. En todos mis conciertos de mi tour mundial he compartido y seguiré compartiendo en los  próximos conciertos que quedan, el gesto de pedir ayuda. Es importante que familia, amigos o cualquier persona que conozca la situación denuncie siempre. Sólo así podremos cambiar esta triste realidad.

 

P: En relación a la sostenibilidad, un tema cada vez más relevante en nuestra  sociedad, ¿cuál es tu visión y opinión al respecto?

 

R: Tengo una canción que se llama “Hermana Tierra” y justo va dedicada a este tema. Es  una causa con la que, como te comentaba antes, me siento muy comprometida desde hace años y que desde que soy mamá me preocupa más. Pienso mucho en el mundo que les  dejamos a ellos ¿Cuáles van a ser las consecuencias de todo lo que no estamos  haciendo y todo lo que hemos hecho en unos años? Creo que todos tenemos la  responsabilidad de cuidar nuestro planeta. La sostenibilidad es un tema crucial y nos  encontramos en momentos muy críticos. Por eso siempre que puedo trato de utilizar  mi voz para concienciar sobre la importancia de cuidar nuestro entorno y apoyar  iniciativas que contribuyan a un futuro más sostenible. Todas las pequeñas medidas  suman. Yo, por ejemplo, en mis conciertos he optado por solo utilizar efectos especiales ecológicos. Una decisión así a veces no resulta sencilla ya que requiere de un esfuerzo extra por parte de todos, pero es importante que todos nos esforcemos aunque no siempre sea el camino más fácil. 

 

Sin embargo, y ante todo, Laura es persona, y como tal, aún le quedan retos por superar, ilusiones que alcanzar y todo un imperio musical -que ella misma ha forjado- que seguir construyendo con su principal herramienta: la música. 

 

P: ¿Qué metas o sueños aún te quedan por cumplir? ¿Te ves en el futuro  adentrándote en otras facetas dentro del mundo del entretenimiento o de la música? 

 

R: La verdad creo que me quedan por cumplir infinidad de sueños. Algunos de ellos  todavía no sé ni que existen seguramente. Desde la pandemia decidí enfocarme en el  presente y no en logros pasados o futuros. Decidí enfocarme en encontrar nuevas formas de crecimiento personal y profesional. Ahora estoy más enfocada en disfrutar  más de cada momento y de cada etapa sin presiones pero con la exigencia que me  caracteriza. Me gusta explorar nuevos horizontes creativos y confirmo mi deseo de  seguir compartiendo mi música con el mundo sin importar los reconocimientos que  pueda recibir. Me siento afortunada por lo que ya he recibido y seguiré agradeciendo  lo que esté por venir.

 

P: Para terminar, después de tantos años de éxito, ¿qué legado te gustaría dejar en  la música?

  

R: Es una pregunta muy difícil y muy grande para mí. Es algo que me cuesta preguntarme ya que implica pensar en la muerte. Y la verdad es que no me gusta nada pensar ni hablar de la muerte. Pero pienso que sería que mi música sea recordada  siempre y que pueda seguir ayudando a aquellos que me elijan como su voz.

 

Lo que quizás aún no sabe, es que tanto ella como su música ya son ETERNAS.

 

Por Marco de Pablos