El artista Xiao Jiang llega por primera vez a Europa de la mano del CAC López de la Serna

Presentamos la primera exposición en Europa del artista Xiao Jiang (Jinggangshan,  Provincia de Jiangxi, China, 1977), una amplia selección de obras de diferentes épocas y  formatos centradas en dos facetas cruciales en su producción pictórica: los paisajes y los  interiores. En estas escenas a la vez distantes y cercanas, reales e imaginarias, la presencia  humana es ocasional, en su mayor parte está sobreentendida, insinuada por el vacío que  deja en los espacios que habita o transita. Estas pinturas atmosféricas describen  ambientes pausados y silenciosos, invitando a la reflexión y a la propia interpretación del  espectador.  

 

Xiao proviene de una región montañosa del sureste de China cuyas extensiones boscosas,  sierras escarpadas y senderos agrestes han sido una constante en su pintura desde que en  2013 iniciara una serie de paisajes al aire libre. En 2006 se trasladó a Shanghai. Mediante  sus recuerdos y el ejercicio de la pintura recorre la distancia física (unos mil kilómetros) y  sentimental (entre la juventud y la edad adulta) que separa ambas ciudades. 

 

En estas obras confluyen diferentes ejes temporales: el pasado es proyectado hacia el  presente a través de la memoria del propio artista y las fotografías a partir de las que pinta.  En el enfoque del artista en aspectos elementales universales, tanto los escenarios  domésticos – donde las figuras desarrollan acciones cotidianas y gestos rutinarios – como  los paisajes podrían pertenecer a otra época, e incluso a otros emplazamientos distintos a  los del país del autor. Las imágenes que propone representan momentos comunes, como  los días corrientes que dan título a la muestra y a dos de las obras incluidas en la misma.  

 

El pintor a menudo usa arpillera como soporte para el óleo, material fibroso y resistente  que le fuerza a aplicar el pigmento con pinceladas meditadas, moviéndose lentamente  como si ascendiera por una vereda irregular o empinada. Este proceso calmado e  introspectivo encaja con su empleo de colores apagados, predominantemente dos  primarios, matices complementarios de rojo y verde, que aportan armonía y serenidad a la  obra. Le interesa el cambio tonal, la profundidad y las formas en las que los colores  filtrados por la memoria establecen una conexión emocional entre la figura y el paisaje. 

 

Las composiciones de Xiao se estructuran mediante un cuidado contraste entre luz y  sombra, planos de color a veces punteados por tonos intensos, formas geométricas con  tendencia a la abstracción y perspectivas ligeramente imprecisas. Sus figuras se muestran  sólidas al igual que los contornos angulosos de su entorno, pero se trata de personajes  aislados, sin rostro o que esquivan la mirada mientras soplan rachas de viento o la niebla  va cubriendo el horizonte crepuscular. 

 

Los grandes formatos permiten una inmersión panorámica mientras que los lienzos de  pequeñas dimensiones generan una sensación de intimidad. Sus equilibradas telas, a veces  inspiradas por fotogramas cinematográficos, semejan decorados preparados para la  narración: habitaciones vacías u ocupadas por un mobiliario austero y objetos mundanos,  donde la acción se ha detenido y lo implícito puede resultar evocador o desconcertante,  pero siempre sugerente.  

 

Xiao estudió en la Academia de Arte china en 2003. Entre sus últimas exposiciones cabe  destacar las presentadas por Karma en Nueva York en 2022, Vanguard Gallery en Shanghai  en 2021 y 2018, LEO Gallery en Hong Kong en 2020 y MOCUBE en Beijing en 2017. Su  trabajo forma parte de las colecciones del Dallas Museum of Art en Texas, la EMDASH  Foundation en Berlín, la Aishti Foundation en Beirut y The Arts Club en Dubai, entre otras.

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