Descubre cómo el placer puede mejorar tu salud mental

Con motivo de la celebración del Día Nacional de la Salud Mental, el próximo 10 de octubre, es esencial explorar la relación entre el bienestar mental y el tema de nuestra vida íntima. Igual que debatimos abiertamente sobre la salud mental, es hora de ahondar también en nuestro placer, el deseo y la sexualidad que pueden desempeñar un papel fundamental en el cuidado de nuestra salud mental.

 

El nexo mente-cuerpo: Una relación simbiótica 

No es ningún secreto que nuestra mente y nuestro cuerpo están profundamente entrelazados. Nuestras emociones pueden afectar a nuestro bienestar físico; a la inversa, nuestra salud física puede repercutir significativamente en nuestro estado mental. Y aquí es donde entra en juego el placer que, para sorpresa de algunos, puede influir mucho.

 

En sus diversas formas, el placer produce sustancias neuroquímicas, como la dopamina y las endorfinas conocidas por sus propiedades para mejorar el estado de ánimo. Las actividades placenteras, ya sea a través del ejercicio, el arte o las relaciones íntimas, pueden tener efectos positivos en nuestra salud mental. Por lo que alimentar nuestra sensualidad es una manera consciente para reforzar nuestras emociones.

 

Derribando los tabúes sobre la sexualidad y salud mental 

Históricamente, las conversaciones sobre sexo y placer han estado rodeadas de vergüenza y silencio. Pero en la sociedad actual, estamos adoptando una perspectiva más completa del bienestar, rompiendo barreras con conversaciones abiertas sobre la intimidad y el deseo. Los investigadores han empezado a desvelar la conexión entre la satisfacción sexual y la salud mental.

 

Los estudios sugieren que las personas que tienen una vida sexual positiva y satisfactoria tienden a experimentar una reducción del estrés, de ansiedad y depresión. La liberación de oxitocina -a menudo llamada la «hormona del amor»- durante las actividades sexuales fomenta los vínculos afectivos y la sensación de seguridad, lo que contribuye a mejorar el bienestar mental. Además, la confianza y seguridad en uno mismo que se adquieren en la intimidad pueden repercutir en la autoestima y el estado mental general.

 

En la masturbación ocurre lo mismo, los orgasmos desencadenan la liberación de hormonas y sustancias químicas. Estas hormonas nos hacen estar de buen humor, más felices, más contentos, más relajados, y a su vez disminuyen nuestros niveles de estrés y nos ayudan a dormir mejor. Aprender a darse placer a uno mismo también puede mejorar la imagen corporal. Además, especialmente en las mujeres, llegar al orgasmo mediante la masturbación es siempre el primer paso en la terapia para la falta de orgasmos y, por lo tanto, puede conducir a un mayor empoderamiento sexual en general. En resumen, romper los antiguos tabúes sobre la masturbación ha sido un gran paso cultural para continuar aprendiendo y mejorando en torno a nuestra salud mental.

 

Los efectos de la depresión y la ansiedad en la sexualidad 

Cuando una persona está deprimida, es menos probable que quiera mantener relaciones sexuales. Después de todo, la depresión incluye una falta de interés por actividades que antes eran placenteras, y el sexo es una de ellas. Lo mismo ocurre con la ansiedad; cuando estamos ansiosos, puede que no queramos tener relaciones sexuales o, si las tenemos, puede que seamos incapaces de desconectar nuestra mente, lo que se traduce en peores relaciones sexuales. Por supuesto, toda regla tiene su excepción y, para algunos, el sexo puede disminuir la ansiedad, sobre todo si no es muy grave.

 

Según algunos estudios, los mayores índices de depresión en las mujeres están relacionados con los cambios hormonales. Por eso las mujeres pueden tener un mayor riesgo de depresión antes y después de la menstruación, después del parto, y la menopausia. Por eso las mujeres son más propensas a experimentar estos síntomas, lo que les hace sentirse menos seguras de sí mismas. Estos sentimientos pueden cambiar por completo su vida sexual.

 

En el caso de los hombres, la ansiedad, la baja autoestima y el sentimiento de culpa son causas frecuentes de disfunción eréctil. Son síntomas de depresión, y a medida que aumenta el estrés y la edad, estos problemas aparecen de forma natural. Durante la depresión, también son más propensos a perder interés y que no se sientan sexys. En los hombres, los antidepresivos están directamente relacionados con la impotencia. También puede producirse retraso en el orgasmo o eyaculación precoz.

 

Una celebración consciente del placer 

Con motivo del Día Nacional de la Salud Mental, redefinimos nuestro enfoque del bienestar. Aceptar el placer como parte del autocuidado es reconocer y entender que nuestra salud mental está directamente relacionada con nuestros deseos, conexiones y momentos íntimos.

 

Liberándonos de los tabúes sociales, LELO anima a entablar conversaciones que celebren el placer como el primer paso a una mejor salud mental. Al satisfacernos, nos embarcamos en un viaje de bienestar que une la mente y el cuerpo en una sinfonía de alegría, conexión y autodescubrimiento.

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