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Ubicado en el número 7 de la calle Orfila, Brazza promete convertirse en uno de los templos gastronómicos más comentados de la capital. Es la primera aventura europea del chef argentino Franco Malacisa, un nombre de culto en Buenos Aires que, junto a su hijo Donato, presenta en Madrid una propuesta de cocina emocional, libre y profundamente personal, donde las brasas son el hilo conductor de cada plato.

Franco Malacisa y su cocina sin fronteras

Con más de treinta años de trayectoria, Franco Malacisa ha recorrido medio mundo antes de aterrizar en España. Su historia es la de un cocinero inquieto, que se formó entre Buenos Aires, Cinque Terre, Gales, Escocia, París o Moscú, y que hoy plasma en cada creación una mezcla de técnica, emoción y recuerdos familiares.

Inspirado por su abuela toscana, Malacisa afirma que “cocina como sus abuelas, solo que de forma profesional”. Esa herencia y su espíritu viajero dan forma a un estilo propio donde el fuego es tanto herramienta como lenguaje.

Una dupla familiar con sello argentino

Brazza es también una historia de familia. Donato, su hijo de 25 años, dirige el restaurante y comparte con Franco cada servicio, formando una pareja culinaria inseparable. A ellos se suma Eddy Espín, con experiencia en el Grupo La Ancha, al frente de la sala, garantizando que cada visita se viva como una experiencia sensorial completa.

Un viaje de sabores por medio mundo

La carta de Brazza cambia cada semana, movida por el impulso creativo del chef. En ella se mezclan influencias del Mediterráneo, Sudamérica y Europa del Este en platos donde cada ingrediente se exprime al máximo.
Entre los entrantes destacan el paté de campo casero con tostadas a la brasa, el falafel con tahina y labneh, o unas mollejas con crème fraîche de chimichurri que resumen la esencia del restaurante: intensidad, libertad y sabor.

El fuego como protagonista

En Brazza, todo pasa por las brasas. Desde los portobellos con emulsión de patata trufada o el pulpo a la brasa con patatas baby hasta los grandes cortes de carne argentina y europea: entraña, ojo de bife, cuadril o chuletón, entre otros.

También hay espacio para pescados como el atún rojo con mango y soja o el salmón rosado con espárragos y salsa teriyaki. Las guarniciones, como los espárragos trigueros o el boniato a la chapa con crema agria, completan la experiencia.

El dulce final: clásicos con carácter

La propuesta de postres rinde homenaje a los sabores argentinos con el queso y dulce, la chocotorta o el panqueque de dulce de leche. A ellos se suman opciones internacionales como la pavlova con frutos rojos o la tarta de queso con salsa de frutos rojos, perfectas para cerrar el festín.

Vinos y cócteles con historia

La bodega de Brazza es un viaje líquido: predominan los vinos españoles de pequeñas parcelas, con guiños a Francia y Argentina. Además, su carta de cócteles rescata clásicos reinterpretados con el sello de Malacisa, completando una propuesta pensada para disfrutar sin prisas.

Con su mezcla de autenticidad, carácter y emoción, Brazza se posiciona como una de las aperturas más esperadas del año. Una cocina que no busca etiquetas, sino despertar sensaciones.

Fotografía OCTAVIAN CRACIUN
Texto MARCO DE PABLOS

El callejero de cualquier metrópolis del mundo, además de orientar, a veces también puede inspirar. Basta con pasear por el madrileño barrio de Las Letras para comprobarlo en primera persona. A pocos metros de ese enclave se encuentra uno de los hotspots más vibrantes y codiciados de la capital, pero para comprender su origen, hay que remontarse a otra ciudad. Una con un ritmo mucho más sosegado, con olor a sal y alma mediterránea. En la calle del Médico Manero Mollá, en Alicante, nació hace años una idea destinada a trascender su esquina. Entre la memoria y el nombre de un facultativo que enfrentó una pandemia y la intuición de dos empresarios adelantados a su tiempo, surgió Manero, un restaurante que hoy redefine el lujo español.

“Manero es un concepto de lujo marca España. Es el lugar donde la música, la comida, la bebida y el interiorismo se encuentran en un ambiente de diversión y placer, generando de forma natural un epicureísmo contemporáneo”, señala Carlos Bosch, quien, junto a Raquel Giménez, está al frente de este espacio, capaz de hacer converger los cinco sentidos nada más atravesar el dintel de su puerta. Para ella, “es la expresión del buen vivir mediterráneo con una sofisticación atemporal. Es ese espacio donde te sientes especial, donde todo está pensado para que disfrutes, pero sin perder la calidez que nos define como españoles”. Ambos conforman no solo la mejor dupla en lo empresarial, sino también en lo personal, y, como tal, saben de lo que hablan. Lo han construido desde sus cimientos.

En 2008, mientras una crisis económica azotaba el país, Carlos abrió El Portal en su “terreta” natal, que fue reconocido durante varios años como el mejor bar de España por la crítica especializada. “Allí creamos una categoría nueva en el mundo de los bares españoles”, recuerda. Tras una década desarrollando ese concepto, vio la oportunidad de crear algo escalable, capaz de representar el lujo de la gastronomía y la hostelería española en un formato que pudiera viajar. Así, en diciembre de 2017, Manero entra en escena con un local ubicado en la vía inicialmente citada.

“Yo me uní al proyecto desde el principio”, recuerda Raquel, y añade: “Carlos y yo realizamos un trabajo de investigación intenso, viajamos por los locales más interesantes de Europa para conceptualizar una marca de lujo española con identidad propia. Mi formación es en comercio internacional, pero gran parte de mi vida la he dedicado a la moda, creando mi propia marca de complementos. Esa sensibilidad por el diseño y la estética fue clave para dar forma a lo que Manero es hoy”.

“La evolución ha sido increíble”, coinciden. En marzo de 2021 inauguraron Manero Claudio Coello, en Madrid, justo cuando comenzó la pandemia. Un año después, en marzo de 2022, llegó Manero Balmis, también en Alicante, un concepto de bar con terraza. En septiembre de 2024 abrieron su “espacio más ambicioso hasta la fecha”, Manero Marqués de Cubas, donde nos encontramos, que combina bar, bistró y club de copas con música. Finalmente, el pasado mes de julio, Campari Bar Manero aterrizó en el Hotel Don Carlos de Marbella. “Cada apertura nos ha enseñado algo nuevo”, concluye Carlos. “Hemos ido refinando el concepto, escuchando a nuestros clientes, pero siempre manteniéndonos fieles a ese espíritu de autenticidad con sofisticación”.

Cuando se les pregunta por su mayor desafío, son contundentes: “Mantener la esencia y el estándar de calidad en cada local. Cuando creces, la tentación es replicar exactamente lo mismo, pero eso no funciona. Madrid es exigente, rápida y cosmopolita. Marbella tiene ese aire internacional pero más relajado, más veraniego. Alicante es nuestra casa, nuestras raíces”. Además, matizan: “La elección de estas ciudades no fue casual. Alicante surgió de manera natural, porque es donde nacimos. Madrid era inevitable si queríamos demostrar que podíamos competir al más alto nivel, mientras que Marbella representa ese lujo mediterráneo internacional que encaja perfectamente con nuestra propuesta”. “Todas estas ciudades tienen algo en común: un público que valora la buena vida, que entiende de gastronomía y que busca experiencias. No buscábamos simplemente crecer por crecer. Queríamos lugares donde Manero tuviera sentido, donde pudiera aportar algo único”, añade Raquel.

Y es que en estos locales nada está ahí por azar. “Son bares como si hubiesen sido creados hace 100 años, de estilos dispares, desde Art Decó hasta neoclásico, y siempre con mucha intervención artística”, explica Raquel. Carlos precisa: “Nos gusta contar historias con los espacios. Queremos que la gente se sienta como en su mejor casa”. Esa narrativa visual convierte cada visita a Manero en algo más que una cena o una copa. Hasta los baños tienen su aquel, con chistes de Chiquito de la Calzada sonando a todo trapo, porque el humor no está exento de formar parte del lujo.

“Buscamos espacios que tengan potencial para contar una historia, para crear una experiencia memorable”, señala Carlos, mientras Raquel apostilla: “Y también miramos el entorno arquitectónico. Nos gustan los edificios con historia, con carácter. Espacios que nos permitan intervenir y crear algo único. No queremos estar en cualquier sitio; queremos estar donde podamos hacer algo especial. Cada Manero tiene una identidad distinta. No hay ninguno que se parezca a otro. Pero todo el mundo sabe que son Manero. Eso es muy difícil de conseguir”. Para ello, cuentan con la ayuda de uno de los mejores: Lázaro Rosa-Violán, con quien colaboran, y a partir de ahí trabajan en equipo. “Viajamos constantemente, compramos piezas únicas, buscamos ese equilibrio entre elegancia y calidez. No queremos espacios fríos”, concluye Carlos.

En el mundo de Bosch y Giménez, la experiencia del cliente es sagrada. “Puedes tener el mejor producto del mundo, pero si el cliente no se siente bien, no vuelve”. Por ello, la calidad de sus propuestas, la atención personalizada y un entorno distintivo constituyen los tres pilares fundamentales de su ADN.

El grupo GastroPortal, matriz de Manero, cuenta ya con más de 300 empleados —200 de ellos en dicho establecimientos— y ha implementado un modelo laboral que rompe con los clichés del sector. Sueldos por encima del mercado, horarios estables, incentivos que pueden elevar el salario hasta un 40% y una cultura de respeto mutuo. “Manero es familia. El equipo, los proveedores, los clientes habituales… todos somos parte de lo mismo”, dice Raquel.

Esa visión humana, combinada con un sentido estético impecable, ha convertido a Manero en una de las marcas más reconocidas del país, con numerosas distinciones a sus espaldas. Pero, más allá de los galardones, la verdadera validación llega de quienes llenan sus mesas noche tras noche, “la mejor publicidad”, según Raquel.

“La competencia te obliga a mejorar, pero nosotros no nos obsesionamos con ella. Nos obsesionamos con hacer las cosas bien”

Desde hace unos años, la ciudad del kilómetro 0 ha visto cómo se multiplicaban día tras día las aperturas de locales gastronómicos, ofreciendo un abanico enorme de posibilidades y propuestas. “No intentamos competir copiando. Hacemos lo nuestro, con nuestra identidad. Nos diferenciamos por la coherencia: lo que prometemos, lo cumplimos. Y por la pasión”, dice Raquel. Carlos asiente: “La competencia te obliga a mejorar, pero nosotros no nos obsesionamos con ella. Nos obsesionamos con hacer las cosas bien”.

Esa manera, nunca mejor dicho, de entender un sector se refleja en cada detalle de su oferta culinaria. Y es que, como bien dice Raquel: “Los clásicos son nuestra base”. Entre sus platos estrella destacan el bocata de calamares, el pepito de ternera, los sazones, los ibéricos o los bikinis, junto a creaciones icónicas propias de su Caviar Bar, que Carlos describe como “todo un desarrollo de bocados”. La coctelería, al igual que los vinos, juega un papel fundamental en la experiencia Manero. “Hemos desarrollado durante estos años un control de unos 50 vinos propios de diferentes zonas de España: blancos, tintos, rosados, hasta vinos naturales, cava y champán. Tenemos la única marca registrada en champán española y desarrollamos nuestros propios ensamblajes”, explican.

Otra de sus novedades es el concepto del Campari Bar, que, como cuenta Bosch, es una idea creada por ellos mismos y “no se trata de ningún patrocinio”, sino de un espacio que fusiona la cultura italiana del aperitivo —con los célebres spritz y negroni— con la esencia del universo que han construido. “Es una barra especial que da valor a dos marcas de lujo en una experiencia más amplia y selecta”, añade.

Con el paso del tiempo, esa coherencia les ha permitido crecer sin perder el rumbo. “Hemos tenido mucha suerte. No creo que nos hayamos equivocado mucho —reflexiona Carlos—. Hemos cometido pequeños errores, sí, pero nos han ayudado a avanzar constantemente, a perfeccionar nuestra oferta. Más que grandes fallos, lo que hemos tenido es una evolución constante: un acierto continuo en la búsqueda de la calidad y el servicio”.

El futuro de Manero se expande sin prisa, pero con ambición. Portugal y Francia asoman en el horizonte, y nuevos conceptos —Manero Café, una tienda delicatessen con servicio de bar;  y Casa Manero, un hotel boutique — prometen ampliar ese universo donde gastronomía, diseño y cultura se funden en un mismo relato.

 “Me gustaría que, cuando alguien piense en disfrutar de la vida, celebrar algo especial o simplemente quiera darse un capricho, piense en Manero”, apunta Carlos, y completa: “Que seamos sinónimo de buen vivir. Y que hayamos logrado expandir ese concepto más allá de España, demostrando que el lujo español tiene su propia identidad, su propia voz.”

De momento, lo están haciendo. Lo que comenzó en una calle de Alicante se ha convertido en una filosofía que trasciende la hostelería, un estilo de vida donde cada detalle importa y cada experiencia cuenta. Un lugar para disfrutar y para recordar. Lo saben, por eso, sentencian: “Si no amas lo que haces, se nota. Y nosotros amamos esto profundamente”.

“Comer bien en el centro de Madrid es casi misión imposible”, repiten muchos madrileños con resignación. Es cierto que el turismo acapara buena parte de la oferta hostelera que ofrecen los alrededores del kilómetro 0, pero no todos los restaurantes se dejan arrastrar por esa corriente. Basta aventurarse unas calles más allá del bullicio para descubrir que la capital todavía guarda secretos capaces de reconciliar a cualquiera con el placer de la buena mesa.

En la calle de Los Madrazo, una arteria discreta pero rodeada de historia y poder, entre el Congreso de los Diputados, el hotel Four Seasons y la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, se ubica La Cuadra de Salvador, un steakhouse limeño que ha desembarcó en la ciudad antes del verano para desafiar clichés y encender brasas.

Su propuesta combina la maestría de la parrilla con el alma vibrante de la gastronomía peruana, ofreciendo una experiencia donde la técnica, el producto y la pasión se dan la mano. En muy poco tiempo, se ha posicionado como uno de los destinos imprescindibles para los amantes de la carne y los sabores auténticos. Y, con la llegada de las fiestas navideñas, puede ser la ocasión perfecta para descubrir, o redescubrir, el sabor y la calidez de “la cuadra” más castiza.

El sabor del fuego con alma limeña

Nacido en Lima en 2013 como un homenaje familiar a Salvador, una figura entrañable en la vida de los fundadores, este emblemático steakhouse se convirtió rápidamente en un referente culinario en Perú, expandiéndose a cuatro locales antes de mirar más allá de sus fronteras. Tras una década de brasas, aromas y recetas que combinan tradición y maestría, Madrid se convirtió en su primera parada internacional, un escenario perfecto para llevar el fuego de la parrilla limeña y la calidez de su hospitalidad a un nuevo público.

“Queríamos rendir homenaje a nuestras raíces y conectar con la gran comunidad peruana que vive aquí”, explica Pedro Pablo Pazos, CEO del grupo, quien lidera la expansión de la firma con la misma pasión que se respira en sus cocinas y en cada uno de los espacios que este local atesora.

La Cuadra de Salvador destaca por ofrecer cortes premium como el Black Angus USDA Prime o el wagyu japonés A5, preparados en un horno broiler de alta temperatura que concentra los jugos y potencia la textura de cada pieza. A su lado, platos emblemáticos como los anticuchos de Salvador, el lomo saltado o el ossobuco al maíz morado rinden tributo a la tradición peruana con una interpretación contemporánea.

Todo se sirve bajo un techo de estalactitas doradas, iluminadas con delicadeza, en una sala presidida por una imponente pared reconvertida en bodega que invita a brindar sin importar la ocasión.

Y por si fuera poco… maridaje a la altura

La experiencia en La Cuadra de Salvador no se limita a sus cortes y platos emblemáticos. Cada propuesta culinaria se ve acompañada por una cuidada selección de bebidas pensada para realzar sabores y texturas. Su extensa carta de vinos ofrece etiquetas nacionales e internacionales, desde tintos robustos que potencian la intensidad del wagyu hasta blancos frescos que armonizan con los sabores más delicados de la cocina peruana.

Pero la experiencia va más allá del vino. La coctelería del restaurante, inspirada en los sabores del Perú, combina ingredientes autóctonos como el pisco, frutas tropicales y hierbas aromáticas, dando lugar a combinaciones originales que refrescan y sorprenden al paladar. Cócteles clásicos reinventados y creaciones exclusivas se convierten en la antesala perfecta para una comida memorable, o en el broche ideal tras una jornada en la capital.

La pasta es un plato que nunca falla, capaz de conquistar todos los paladares. Desde los clásicos macarrones con tomate que nos acompañan desde la infancia, hasta creaciones más sofisticadas con trufa o combinaciones gourmet, la pasta tiene siempre un lugar especial en la mesa. Este sábado 25 de octubre se celebra el Día Mundial de la Pasta, y para rendir homenaje a este icónico plato hemos preparado una ruta con tres paradas imprescindibles en Madrid. Ya sea en familia, en pareja o por amor a la buena pasta, aquí están los lugares donde disfrutarla como se merece.

Pasta con vistas en Papagena

Papagena, el clásico restaurante ubicado en la sexta planta del Teatro Real, propone un plato que combina lo mejor del mar y de la tierra: pasta de trigo duro con ragú de gamba roja y queso manchego. Si a esta propuesta le sumas las impresionantes vistas al Palacio Real y a los Jardines de la Plaza de Oriente, la velada se convierte en una experiencia gastronómica apta para los más románticos.

El verdadero sabor italiano en V Modern Italian

En un buen italiano nunca se falla, y V Modern, el nuevo hotspot culinario de Madrid, ofrece una carta variada de pastas ideal para compartir con amigos o en familia. Sus pastas frescas se elaboran de forma artesanal con sémola importada de Italia y se sirven siempre al dente, respetando la tradición italiana.

Entre sus propuestas destacan el Tartufo Nero, unos spaghettoni frescos bañados en crema de trufa con setas portobello asadas, crujiente de Grana Padano DOP, perejil y un toque de pimienta; el Pesto Rosso, pasta Fusilloni fresca con pesto rubio casero, tomate seco y ralladura de Grana Padano DOP; y la clásica Carbonara, elaborada con spaghettoni frescos, yemas de huevo, guanciale, Grana Padano DOP y pimienta negra.

La más creativa en Hard Rock Hotel

Ubicado en plena calle de Atocha, Hard Rock Hotel Madrid presenta una de las opciones más creativas de la ruta. Entre su amplia carta se encuentra una auténtica joya: fagottini rellenos de ricotta y pera, acompañados de una suave salsa de gorgonzola y nueces caramelizadas. Un plato elegante y sorprendente, perfecto para quienes buscan sabores diferentes.

La pasta, excusa perfecta para reunirse

El Día Mundial de la Pasta es la excusa perfecta para disfrutar de uno de los platos más queridos del mundo. Ya sea en versiones tradicionales o reinterpretadas por chefs contemporáneos, la pasta tiene la capacidad de reunirnos alrededor de la mesa y crear momentos únicos, celebrando sabor, creatividad y tradición en cada bocado.

El lujo más salvaje del mar vuelve a las mesas del Grupo La Máquina. Desde el 8 de octubre y hasta agotar existencias, los restaurantes del grupo celebran la Jornada del Percebe Gallego Terciado, un tributo al producto, al oficio y al sabor más puro del Atlántico.

Un viaje directo desde las costas gallegas

Recolectados a mano por percebeiros gallegos en los acantilados más bravos del Atlántico, los percebes llegan a Madrid y Málaga para convertirse en los protagonistas absolutos de esta cita. Cada pieza encierra una historia de valentía, tradición y respeto por el mar.

Su textura firme, sabor salino y aroma a océano resumen la esencia de Galicia en un solo bocado: pura naturaleza servida en la mesa.

Una experiencia gastronómica exclusiva

Durante estas semanas, todos los establecimientos del grupo —La Máquina Jorge Juan, Caleido, Original, Chamberí, La Moraleja, Casa Narcisa, Casa Nemesio, El Jardín de La Máquina, La Parrilla, Puerta 57 y el recién inaugurado La Máquina Málaga— incorporan a su carta una selección limitada de percebes terciados, capturados en pequeñas cantidades y ofrecidos a un precio especial de 13 €/100 g (IVA incluido).

Una propuesta que refuerza la apuesta de La Máquina por la excelencia del producto, la tradición y la autenticidad.

Un homenaje al mar y a sus héroes

“Traer el percebe gallego auténtico a nuestras mesas es una forma de celebrar el mar y a sus héroes”, señalan desde la dirección del grupo. Desde 1982, La Máquina ha convertido la calidad, la tradición bien entendida y la hospitalidad en su sello distintivo. Cuatro décadas después, sigue siendo un referente gastronómico que honra el origen y el oficio.

Un lujo efímero: solo hasta agotar existencias

La Jornada del Percebe Gallego estará disponible hasta fin de existencias, dependiendo de las mareas y del caprichoso Atlántico. Una cita imprescindible para los amantes del producto y una excusa perfecta para saborear el mar en su estado más puro, sin salir de Madrid ni de Málaga.

El pasado 29 de septiembre, Callao24 vivió una velada gastronómica especial con “El Incomprendido: Pablo Ortega”, el primero de una serie de encuentros organizados por el Grupo Jhosef Arias vinculados a sus cervezas propias, Incomprendido y Supérame. La cita celebró la cocina criolla de raíz, ofreciendo una experiencia que combinó tradición, innovación y maridaje con cerveza artesanal.

Un menú de siete pases que trasciende la efeméride

La cena, ideada por Jhosef Arias junto al chef invitado Pablo Ortega, recorrió la tradición peruana a través de un menú de siete pases cuidadosamente maridado. Tras la gran acogida del público, cuatro de estos platos se incorporan a la carta de Callao24: Caucau (callos, patata, ají amarillo y hierbabuena), Picante de Patita con patatas y ají panca, Sangrecita (receta tradicional de disponibilidad ocasional) y Carapulcra Huaralina con Sopa Seca, un guiso emblemático de la sierra de Huaral, cerca de Lima.

Pablo Ortega, El Incomprendido 001

Con esta primera edición, Pablo Ortega se consagra como El Incomprendido 001, título que reconoce a chefs que rompen esquemas desde la tradición. Ortega, nacido en el Callao y actualmente al frente de Pueblo Libre – Taberna Peruana en Barcelona, aportó su visión de cocina popular limeña, honesta y emocional. Según el chef, la experiencia en Callao24 fue “volver a las entrañas de la peruanidad, de la cocina de casa”, trasladando sabores caseros a un formato de alta gastronomía.

Homenaje a la tradición y la memoria

Para Jhosef Arias, chef de Callao24, esta iniciativa es “un homenaje a mi madre y a su cocina, que empezó vendiendo en la calle conmigo recién nacido”. Con “El Incomprendido”, el restaurante busca recrear los sabores que permanecen grabados en la memoria, ofreciendo una experiencia auténtica de cocina peruana.

Un programa que continuará celebrando la cocina peruana

“El Incomprendido” marca el inicio de un programa de cenas de autor que reunirá a chefs invitados con Jhosef Arias, reinterpretando clásicos peruanos y maridándolos con las cervezas artesanales Incomprendido y Supérame. La primera cerveza, elaborada con la merma del cebiche, aporta un toque amargo y fresco ideal para acompañar platos contundentes como la Carapulcra, cerrando una velada que combina tradición, creatividad y excelencia culinaria.

La temporada de verano se alarga en Ibiza y Formentera hasta finales de octubre, ofreciendo la oportunidad perfecta para disfrutar de una escapada fuera de los meses más masificados. Estos cuatro destinos con alma propia destacan por su autenticidad, calidad y el encanto mediterráneo que tanto inspira.

Lujo y esencia bohemia en Formentera

Hotel Five Flowers Formentera se presenta como el único hotel 5 estrellas de la isla, ahora integrado en la prestigiosa Meliá Collection. Ubicado a pocos metros de la playa de Es Pujols, ofrece lujo desenfadado, diseño vanguardista, rooftop con vistas 360º y gastronomía cuidada, ideal para escapadas de relax y wellness.

Tipic Formentera, fundado en 1971 con un concierto de Pink Floyd, sigue siendo un icono musical de la isla. Este 2025 se renueva con un estilo más elegante y sensorial, manteniendo su alma bohemia y respetando la arquitectura local, convirtiéndose en un destino imprescindible para los amantes de la música y la cultura mediterránea.

 Ibiza: creatividad y gastronomía con alma mediterránea

Pikes Ibiza Hotel es una leyenda viva de la isla pitiusa. Desde los años 70, ha sido refugio de artistas y epicentro de fiestas míticas, incluyendo la celebración del cumpleaños de Freddie Mercury. Jardines mediterráneos, piscina icónica, suites con personalidad propia, gastronomía de autor y noches inolvidables en Freddies hacen de Pikes un lugar para vivir y disfrutar.

Il Dek Ibiza, situado en el casco histórico de la isla, representa la elegancia italiana con un toque mediterráneo. Este bistrot toscano del grupo Casa Prato combina tradición e innovación en su carta y ofrece una bodega seleccionada por el sommelier Felice Cantone, con vinos de alta gama de Toscana, Piamonte y Borgoña. Un entorno encantador donde el Mediterráneo se saborea hasta la madrugada.

Tras la vuelta de las vacaciones, Madrid vuelve a hervir de gente y los planes comienzan a multiplicarse como la espuma. La Latina, uno de los barrios más castizos y vibrantes de la capital, se convierte de nuevo en epicentro del tapeo, las sobremesas largas y las noches que se alargan entre copas. En plena Cava Alta, abrió sus puertas en 2023 Barmitón, que no pretendía ser más que un buen bar: sin reservas, con una propuesta líquida bien afinada y en sintonía con el espíritu del barrio.

Pero pronto algo cambió. Quienes se acercaban a por un cóctel o un vermú acababan quedándose a cenar y queriendo reservar mesa para el fin de semana siguiente. «Venían por la bebida, volvían por la comida», resumen sus artífices, Pablo Sánchez y Lalo Zarcero, cocineros y responsables también de Marmitón, a pocas manzanas. Y es que detrás del ambiente distendido, del servicio relajado y de esa estética informal, había cocina de verdad.

Cocina creativa en clave informal

Dos años después, el que nació como el hermano pequeño de Marmitón se ha hecho grande, independiente y con una personalidad bien definida. Lo que pretendía ser un sitio de paso se ha consolidado como un destino gastronómico por derecho propio, con una clientela fiel entre vecinos del barrio, foodies y amantes del vino bien elegido que acuden de todo Madrid. El espacio conserva su alma tabernera —barra viva, sala y servicio sin rigideces, mesas desnudas, vajilla casual y un ticket medio ajustado—, pero ha evolucionado de forma orgánica hacia una cocina más sofisticada sin dejar de ser cercana. Técnica sin afectación, estética sin artificios y, sobre todo, sabor. Mucho sabor.

Donde antes predominaban los emplatados sencillos y el ritmo ágil, ahora se proponen platos con múltiples matices, contrastes de texturas, sabores profundos, elaboraciones cuidadas y técnicas variadas —encurtidos, fermentaciones, salsas y fondos complejos—, todo envuelto en una estética cuidada, pero sin excesos. Una cocina reconocible pero única, sello de identidad de Pablo y Lalo. La rotación también es parte del ADN de Barmitón: el formato flexible permite incorporar novedades de forma constante y mantener una carta viva, siempre apetecible y siempre capaz de sorprender.

Una carta viva y llena de contrastes

En Barmitón, la propuesta se organiza en cinco bloques: aperitivos, entrantes, pescados, carnes y postres, con buen equilibrio entre verduras y proteínas, aunque es en los entrantes vegetales donde Pablo y Lalo se muestran especialmente libres y creativos.

Reinterpretaciones con sello propio

Entre las novedades de temporada, destacan su reinterpretación de la Gilda madrileña, convertida en una tosta crujiente, potente y umami, con crema de aceituna, anchoa y piparra frita; la flor de alcachofa confitada y frita con pesto rojo de chipotle ahumado y almendra crujiente con parmesano; la seta de cardo coreano salteada, con emulsión de boletus, trufa y cebolleta china —un plato lleno de contrastes, intenso y sabroso—; o el canelón de berenjena asada y queso San Simón, con salsas de curry vadouvan, berenjena encurtida y almendra garrapiñada, uno de los más demandados por los comensales. También aquí cabe mencionar las croquetas, siempre vegetarianas, de masa untuosa y rebozado crujiente. Cambian según la temporada y ahora llegan con un delicado relleno de calabacín y curry verde.

Del mar a la tierra

Asimismo, incluye otros platos frescos y golosos como el brioche con guacamole, peperoncino y gamba cristal; la corvina con salsa meunière y apionabo en texturas o el sashimi de lubina Aquanaria con leche de tigre, cacahuete y guayaba. La cocina del aprovechamiento se hace presente en un homenaje al desaparecido La Candela Restó: un bacalao con todas sus partes —lomo, callos, huevas, piel— que es un verdadero alegato a la sostenibilidad. Y entre las opciones carnívoras destacan ahora las carrilleras al vermú con crema de coliflor y encurtido o el Paquito de cordero, con pan de pita relleno de birria, crema agria y encurtidos.

Nuevo menú con los clásicos

A pesar de su constante evolución, hay platos que se mantienen desde sus orígenes por petición popular: la ostra Daniel Sorlut con granizado de yuzu y piel de naranja —cítrica y muy refrescante—; el steak tartar con kimchi casero sobre crujiente de avena —un bocado potente, de sabor profundo y textura crujiente—; el puerro en papillote con holandesa gratinada y trufa; la merluza con pilpil de salsa verde; el milhojas de rabo de res y zanahoria; y su ya icónica tarta cremosa de chocolate negro. Todos ellos —a excepción de la ostra— forman parte del nuevo menú degustación de Barmitón, el ‘Menú Clásicos’ (35 €), una manera redonda de probar la esencia de la casa.

La carta de vinos: alma del bar

Si algo mantiene vivo el espíritu funcional de Barmitón es su oferta líquida. El vino, como desde el primer día, sigue ocupando un lugar central tanto en la propuesta como en la sala, presidida por una cava acristalada que forma parte del mobiliario. En ella se alojan más de 80 referencias cuidadosamente escogidas con un enfoque claro, nada de etiquetas previsibles, aquí se apuesta por lo desconocido, lo valiente, lo auténtico, lo que no suele estar en otras cartas de vinos.

La selección incluye vinos de mínima intervención —con una pequeña pero significativa presencia de vinos naturales—, proyectos emergentes, producciones limitadas y pequeños productores que están revolucionando el viñedo español con criterio y alma. También hay representación de todas las regiones vinícolas del país, con especial atención a espumosos, generosos y dulces. Y como en la cocina, la rotación constante es parte del juego: Barmitón es un lugar para descubrir, probar y, por supuesto, repetir.

En un barrio donde el vermú es religión, Barmitón ofrece además uno de elaboración propia, así como una buena variedad de cervezas y una carta de coctelería clásica que incluye desde Negroni hasta Pisco Sour Spicy, pasando por creaciones propias como el Bloody Barmitón, reinterpretación del clásico con personalidad castiza.

El Grupo de Empresas Matutes ha anunciado la apertura de IBIZA Gallery, un espacio multidimensional dedicado al lujo, la moda, el arte y la gastronomía. Situado en Playa d’en Bossa, uno de los distritos más dinámicos de Ibiza, este proyecto se presenta como un destino experiencial de alto nivel para residentes y turistas.

Una inversión de 15 millones que refuerza el lujo en Ibiza

La iniciativa, que ha supuesto una inversión de 15 millones de euros, refuerza la posición de Ibiza como un destino de lujo global, contemporáneo y culturalmente relevante, alineándose con la identidad vanguardista y creativa de la isla.

Experiencia de lujo mediterráneo

IBIZA Gallery se perfila como un nuevo referente del lujo mediterráneo, ofreciendo una experiencia de compra y entretenimiento única, donde la excelencia y la innovación son los protagonistas. Con este proyecto, la isla amplía su oferta cultural y turística, consolidando su atractivo para un público exigente y cosmopolita.

Moda, arte y gastronomía en un solo espacio

Combinando moda de alta gama, gastronomía de primer nivel, arte contemporáneo y experiencias exclusivas, IBIZA Gallery ha sido concebido como un espacio indoor-outdoor integrado en el entorno natural y urbano, con un espectacular diseño arquitectónico. Aquí, el lujo no es solo una etiqueta, sino una experiencia holística de estilo de vida que fusiona diseño y arquitectura, moda y arte, música y gastronomía.

Lujo de vanguardia en moda y bienestar

La oferta de contenido se articula en torno al concepto de lujo de vanguardia experiencial: boutiques de firmas como Cavalli, Missoni, Jil Sander y Sarda, la primera tienda física de The Attico en el mundo, sastrería a medida de Larusmiani, y la primera boutique en España de Lisa Von Tang.

También se incluyen marcas de streetwear de lujo como Antonioli y Golden Goose, y experiencias wellness con el pop-up de Technogym, que ofrece equipos de última generación y evaluaciones personalizadas mediante tecnología AI.

Diseño, arte y cultura en el epicentro de Ibiza

IBIZA Gallery apuesta por el arte con la Cardi Gallery, que presenta exposiciones temporales de artistas modernos y contemporáneos. En el exterior, una obra del escultor italiano Mimmo Paladino recibe a los visitantes, consolidando a la galería como un referente cultural de la isla.

Además, el espacio incorpora la náutica de lujo, con servicios exclusivos en colaboración con IGY Ibiza Marina y el flagship store de Waterdream, donde se exhiben modelos icónicos de yates y objetos de diseño únicos.

Gastronomía de primer nivel y experiencias únicas

La gastronomía ocupa un lugar central en IBIZA Gallery, con restaurantes como Tatel Ibiza, The Oyster & Caviar Bar, Sublimotion by Paco Roncero y el primer Hell’s Kitchen de Gordon Ramsay en Europa.

El espacio también incluye la experiencia híbrida de Tomorrowland, diseñada por Great Library Design Studio, que combina concept store y sunset terrace para disfrutar música y ocio en un entorno exclusivo.

Conectividad con la vida nocturna de Ibiza

Su cercanía a Ushuaïa Ibiza y Hï Ibiza, conocidos por sus espectaculares producciones artísticas y DJs internacionales, permite que tanto quienes buscan fiesta como quienes prefieren un ambiente sofisticado encuentren en IBIZA Gallery un espacio completo para vivir el lujo y la creatividad de la isla.

Con instalaciones de última generación, marcas de lujo y una oferta de entretenimiento sin igual, IBIZA Gallery abre sus puertas este verano 2025, redefiniendo la experiencia del lujo, la moda, el arte y la gastronomía en Ibiza.

 

Hay restaurantes que alimentan el cuerpo y otros que alimentan la escena. TATEL Madrid, en plena Castellana, hace ambas cosas. No es solo un restaurante, es una escenografía: luces tenues, elegancia retro, acento internacional y un toque flamenco que irrumpe —literalmente— entre mesas y copas. La música en directo —rumba castiza, nada de lounge anodino— convierte la sobremesa en una especie de tablao emocional donde el protagonismo se reparte entre las ostras, el aguacate a la brasa con gamba roja (sí, el aguacate se ha hecho adulto), y el público que lo llena.
Hay ostras naturales y otras con vestido. Hay rapes como epílogos. Hay cócteles que parecen pensados para quienes coleccionan cenas como quien colecciona portadas. Porque TATEL no es solo gastronomía, que roza la alta cocina sin ponerse pedante, sino coreografía, lugar de paso obligatorio, y excusa perfecta para quedarse un rato más. Un rato largo.

Ubicado en el número 36 de la mencionada arteria de la capital, TATEL Madrid trasciende la categoría de restaurante para convertirse en una auténtica experiencia sensorial. Su propuesta es una fusión vibrante entre la gastronomía española contemporánea, el ambiente sofisticado y una programación artística en vivo que lo posiciona como un emblema del estilo de vida madrileño e internacional. Aquí, todo está pensado para el deleite.

Cocina con raíces, mirada actual

La cocina de TATEL se construye sobre las bases del recetario tradicional español, pero se expresa con una mirada actual, fresca, innovadora. Cada plato se elabora con productos de temporada cuidadosamente seleccionados, y el resultado es una carta que abraza lo local sin renunciar a una proyección global. Desde clásicos como la tortilla trufada o la milanesa TATEL, hasta pescados frescos, arroces con carácter o carnes tratadas con mimo, la propuesta se completa con una coctelería de autor pensada para acompañar cada momento, y una bodega con referencias nacionales e internacionales elegidas con precisión.

Escenario clandestino con alma cosmopolita

El espacio en sí es parte del viaje. Su estética, inspirada en los clubes clandestinos de los años 20 durante la Ley Seca, ofrece una elegancia atemporal con guiños al Art Déco: materiales nobles, luces tenues y una distribución que invita tanto al recogimiento como a la celebración. Todo está dispuesto para que una cena íntima pueda transformarse, en cuestión de minutos, en una velada animada y sorprendente. No es casualidad que este escenario haya sido elegido para rodajes de series como La casa de papel o La Fortuna. Su energía es cinematográfica.

Al mando de los fogones

Al frente de la cocina se encuentra el chef Juan Antonio Medina, figura clave de la alta cocina española, formado en templos como Zalacaín, Arzak y elBulli, y reconocido con una Estrella Michelin por su trabajo en A’Barra. Desde Madrid, lidera el equipo culinario global de TATEL, llevando su visión de la gastronomía mediterránea reinterpretada a cada una de las sedes del grupo. Bajo su dirección, el sabor, la técnica y la calidad del producto conviven en equilibrio perfecto.

Los esenciales de TATEL

Entre los platos que han conquistado a locales e internacionales, la Milanesa TATEL destaca como un icono de la casa. Fina, crujiente, coronada con huevo poché y trufa, es una combinación que eleva lo clásico a lo memorable. La tortilla trufada, por su parte, reinterpreta con personalidad un símbolo de la cocina española, mientras que el arroz con costilla de vacuno cocinado a baja temperatura representa ese mestizaje entre tradición y vanguardia que define la carta. Para cerrar, la ya célebre tarta de queso TATEL, con interior sedoso, base de galleta y helado de miel, se ha convertido en un imprescindible que desafía a los paladares más exigentes.

La música como hilo conductor

La música en vivo es otro de los pilares que convierte a TATEL en un lugar singular. Cada día del año, el restaurante vibra con una programación pensada para animar el ambiente sin robar protagonismo a la conversación ni al plato. Desde vocalistas que llenan el espacio con emoción, hasta DJs que hacen del afterwork un ritual, o percusionistas que marcan el pulso de la noche con el espectáculo Rumba Live Show, todo suma para crear una experiencia multisensorial. Comer aquí es, también, escuchar, sentir, bailar con los sentidos.

Coctelería y bodega a la altura

La coctelería, inspirada en la esencia de las antiguas barras clandestinas, ofrece desde reinterpretaciones de clásicos hasta creaciones propias que rinden homenaje a la sofisticación líquida. Cada trago se acompaña de destilados premium y mezclas elegidas con la misma atención al detalle que define la cocina. A esto se suma una bodega excepcional, comisariada por un equipo de sumilleres que ha reunido etiquetas españolas e internacionales con personalidad y carácter. El vino, como no podía ser de otro modo, marida aquí no solo con los platos, sino con el momento, con la música, con la compañía.

TATEL Madrid es el buque insignia de un grupo que ha llevado esta fórmula de éxito a destinos tan exclusivos como Ibiza, Dubai, Riyadh o Valencia, con nuevas aperturas en camino. Más que una marca, TATEL representa una manera de entender la gastronomía como una celebración de la vida, una experiencia donde cada elemento —la cocina, el entorno, la música y el servicio— se conjugan para crear algo que no se olvida. Porque TATEL se visita, se vive y se recuerda.