En el corazón de la Ribera de Duero, en una zona privilegiada de la “Milla de Oro”, se encuentra Bodegas Emilio Moro. Una bodega familiar con más de 100 años de historia que, con pasión y entrega al mundo del vino, centra sus esfuerzos en cumplir con la máxima que guía los pasos de esta bodega ribereña desde sus comienzos: ser un punto de encuentro en el que inspirar a las personas a través de su esencia consiguiendo que sean felices con una copa de uno de sus vinos en la mano.
Su vínculo con la tierra, el conocimiento adquirido fruto de la experiencia y el profundo respeto por todo lo que envuelve al sector ha permitido que Bodegas Emilio Moro trabaje siempre en la búsqueda continua de la excelencia apoyándose en la innovación para obtener la mejor expresión de su terroir.
Fruto de esa experiencia y continua evolución nace Elalba, el primer vino rosado de Bodegas Emilio Moro. Un nuevo concepto basado en el amanecer sobre sus históricos viñedos. “En Bodegas Emilio Moro creemos en las nuevas oportunidades y Elalba es eso. Una oportunidad que nos permite trascender nuestras fronteras”. explica Javier Moro, presidente y miembro de la tercera generación de la bodega familiar, que, además, añadía “para nosotros, Elalba es más que un vino. Es el nuevo comienzo que estábamos esperando y que, por fin, ha llegado, como un nuevo amanecer”.
ELALBA DE EMILIO MORO
Elalba de Emilio Moro es el primer rosado de la bodega ribereña que ha llegado para descubrir la magia entre la noche y el día. ElAlba, primera luz del día antes de salir el sol, representa los momentos únicos y exclusivos que se presentan cada día.
La complejidad de su elaboración reside, no solo en su personalidad única. La combinación de las variedades tempranillo y albillo mayor da como resultado un vino fresco y sutil pero complejo y elegante gracias a su paso por barricas de roble francés.
De aroma imponente, basado en la combinación de fruta roja -fresa, cereza y fruta de hueso- y de color rosa salmón muy pálido, ElAlba de Emilio Moro se ha convertido en la mejor combinación entre lo sutil y lo intenso siendo un rosado de gran potencial. Con notas florales y minerales que aportan armonía y complejidad sin perder la frescura es un vino ligero y equilibrado, con buena longitud y una acidez integrada y refrescante.
El vino perfecto para aquellos que aprecian y disfrutan de lo sofisticado.
Que disfrutan de la vida y ven, en cada amanecer, una nueva oportunidad.
Javier Moro, presidente de Bodegas Emilio Moro
“Elalba procede de una añada tranquila”, comenta Álvaro Maestro, director técnico de la bodega. Las lluvias durante los meses de reposo invernal, el buen desarrollo vegetativo durante la primavera y la ausencia de sobresaltos meteorológicos durante el resto del año ayudaron a mantener en buen estado los viñedos. “Aunque como venimos observando en los últimos años, el aumento de las temperaturas hizo que la elección de la fecha de vendimia se adelantara con el objetivo de preservar los aromas frescos y delicados característicos de este vino” explica Maestro.
Loreto Sesma, poetisa española, ha sido la encargada de dibujar unos versos que materializan la esencia original de este vino, y desgranan los mensajes que desde la bodega quieren transmitir:
El alba como sinónimo de
reinicio, de renacimiento y de
nuevas oportunidades.
Emilio Moro se renueva como
lo hace el día con el crepúsculo
sin olvidar la naturaleza de la
bodega: exclusividad y
elegancia.
Como un buen perfume,
«El Alba» es algo más que un
vino, es el símbolo de los
valores aspiracionales de toda
una generación.
– Loreto Sesma –
Un vino nacido para entender que el día vuelve a amanecer, que la vida siempre reinicia, que el sol vuelve a salir incluso en la noche más larga y, que si algo simboliza la vida es, el alba.
EL MARIDAJE PERFECTO PARA ELALBA DE EMILIO MORO
Elalba es un vino muy completo con un interesante potencial gastronómico. El rosado ideal para disfrutar junto a pescados, carnes blancas al igual que para armonizar una comida con pasta y arroces servido siempre a temperatura está entre los 8º y 11º.
Propuesta para acompañar: arroz con caracoles, ceviche, corvina en papillote, paté suave de atún.












El presidente de la Fundación Cajasol ha sido el encargado de inaugurar el acto: “tenemos el placer de exhibir aquí en nuestra sede de Sevilla una colección que recoge lo mejor del trabajo fotográfico de Hubertus Von Hohenlohe, un creador polifacético, cosmopolita y muy vinculado a nuestra tierra, al igual que su familia. Se trata, como pueden comprobar, de un trabajo de gran impacto visual y claras referencias al Pop Art y a la actual cultura del selfie, la versión más moderna del recurso al autorretrato”.
Por su parte, el comisario, Sema D’Acosta, ha explicado las conexiones de la muestra que hoy se presenta con el mundo actual: “Si nos detenemos a pensar sobre el significado de la obra de Hubertus hoy, podemos encontrar claves en relación con el mundo del siglo XXI, su trabajo funciona como una radiografía de la sociedad actual y la ciudad contemporánea, tiene que ver con el avance de la digitalización, los teléfonos móviles y las redes sociales. Si analizamos más allá, su obra nos hace pensar sobre cómo ha cambiado nuestra sociedad. Por ejemplo: Selfie es una palabra ahora común, habitual, TODOS SABEMOS SU SIGNIFICADO… pero no empezó a popularizarse hasta hace una década. De hecho, fue la palabra del año para el Diccionario Oxford en 2013. Antes de 2010, poca gente la usaba. La obra de Hubertus es precisamente un precedente de mucho interés de este fenómeno global”. Además, ha añadido: “el selfie nos habla de narcisismo, de individualidad, pero también de un lugar (nos hacemos selfies para constatar que hemos estado en un determinado lugar). Un selfie es una reafirmación de uno mismo en un sitio concreto, tal como hace Hubertus, el selfie funciona casi como una performance.»
Por último, el autor ha querido agradecer a la ciudad de Sevilla por su acogida en esta inauguración y ha confesado que “durante un mes y medio seré un privilegiado, pues seré embajador, a través de mi propia mirada, de acercar, a través de mis fotografías, todas las personas que he conocido y lugares en los que he estado”.
«FAMA Everybody. Hubertus Von Hohenlohe» está compuesta por un total de 49 fotografías en las que el visitante podrá disfrutar de su característico estilo pop art y sus autorretratos a los muchos famosos que han rodeado al aristócrata y su personal visión de diferentes ciudades del mundo, entre ellas Sevilla o Málaga. Esta colección, de una potencia visual arrolladora, es también un recopilatorio de algunas de las características de nuestro tiempo marcado por la tecnología, como el narcisismo, la velocidad o la autocomplacencia.









