Fotografía: ROBERTO MAROTO
Texto: MARCO DE PABLOS
El Velázquez 17: La campiña inglesa en la capital del reino
En 1852 el príncipe Alberto regalaba a la reina Victoria Eugenia un castillo en Escocia, nada más y nada menos que Balmoral. Casi dos siglos después, y con dicho emplazamiento como hilo conductor, Johanna von Müller-Klingspor obsequiaba con una cena, o mejor dicho, ‘Penúltima Cena’, a un amplio, pero selecto, grupo de comensales en uno de sus buques insignia: El Velázquez 17.
Ella, una mujer empoderada y trabajadora, capitanea dos de los restaurantes con mayor renombre y mejor ubicación de Madrid. Su casa desde hace más de 20 años, pues sus raíces son austriacas y venezolanas. También, está al frente de Coolinaria, “un catering de lujo, pero artesanal y diferente”, como reza en su sitio web, que arrasa. Tres negocios, una pasión: la gastronomía, y la gran ilusión de Johanna: ver la felicidad en el rostro de sus invitados, algo que todos los presentes aquella noche evidenciaron.
Entre los asistentes, predominaban los tonos ocres y verdes; los cuadros como estampado predilecto – pata de gallo y tartán por doquier-; las capas; borsalinos; botas de caña media… Todo muy ‘british’. Una escena digna de un editorial de moda de otoño, o quizás de primavera, porque, como bien saben, la obviedad extraña vez encuentra cabida en este mundo.
Con puntualidad -británica- los invitados llegaban escalonadamente. En el interior, el ambiente era peculiar: diferentes cabezas de animales adornaban las paredes, fusionándose con un papel tapiz de inspiración vegetal. Un gran espejo, que reflejaba una elegante barra llena de vida, sobre la que reposaba un jarrón, que atrajo todas las miradas. Ella misma lo reconocía como uno de los signos distintivos del lugar. Y es que investigando, descubrimos que tiene incluso nombre: Ruperto. Él también fue testigo de lo que sucedió.
Dos mesas alargadas copaban el espacio de la planta principal de El Velázquez 17, adornadas con guindillas de un rojo intenso que aportaron la nota de color a la noche y, quizás, también, el toque picante. Presidiendo una de ellas, la anfitriona, flanqueada por Linda Sharkey, otra venezolana que continúa dejando huella en el mundo de la información y la moda, con una trayectoria que comenzó en el diario londinense The Independent; Jacob Bendahan, el célebre relaciones públicas con una agenda que ya le gustaría tener a más de uno; también con nosotros Carola Baleztena, actriz, modelo e íntima de Johanna. Ella acudió junto a su marido el empresario Emiliano Suárez, tercera generación de la prestigiosa firma de joyas cuyo nombre delata su apellido y un apasionado de la ópera y las locuras empresariales tales como ‘Ópera Garage’, digno de un genio incomprendido por los tiempos actuales. Al otro lado, Andrea Levy, la que fuese concejala de Cultura en el Ayuntamiento de Madrid y que hoy preside uno de los barrios más cotizados de la capital, distrito Retiro, destacó por su impecable atuendo, al más puro estilo inglés. También llamó la atención Fiona Ferrer. No llegó sola. Snoopy, estampado en su gabardina –una pieza de la colección recién lanzada con dicho personaje como protagonista–, la acompañó durante todo el encuentro, causando sorpresa y nostalgia a partes iguales. Magali Yus, experta en comunicación y moda, y una de las directivas más reputadas de El Corte Inglés, fue otra de las invitadas. Mujer todoterreno, al igual que Rocío Osborne, directora de Marketing de Grupo Osborne, todo una #MujerFearless que cada primavera entrega nuestro premio en la categoría de “Mujer en la gastronomía”. Frente a ellos, Eduardo Petrossi, consejero delegado de Mahou San Miguel -el mundo sería menos mundo sin una fría Mahou- . A su lado, Alejandro Zaia, fundador de importantes ferias de arte y diseño como MIAD o Marbella Design. Completaron las sillas Jano García, más conocido en redes sociales como @ellibrepensador; Beatriz de los Mozos, fundadora de la firma de zapatos Flabelus, en plena expansión; y una mítica de esta cabecera, Sofía Bono.
Al otro lado de la sala, el diseñador Pablo Erroz, quien marcaba el abismo de la mesa. Junto a él, Gerard Guiu, CEO de ANDEMA y gran conocedor y confidente de la ‘high society’, en especial de la catalana -imagínense liderar la comunicación del Barsa-; el empresario y fundador de The Massage House, Marc Oromí; la doctora Eugenia Cervantes, con su sonrisa siempre perfecta; y los artistas Felipao y Juan Lloret. También, Juan Luis Medina, de MIL ESTUDIOS, uno de los interioristas más cotizados del momento; Vicente Suárez, creador de contenido y artífice de la agencia Gablons Comunicación; y Juan Uribe, a quien puede que no conozcan, pero sí su ‘obra’, ya que es el CEO y cofundador de Healthy Poke -ya cuentan con 33 sedes en toda España-. No podían faltar Peter Pride y su inconfundible humor; el empresario canario Pedro del Castillo y el arquitecto Borja Esteras, asiduos en estas páginas. Aunque fue un visto y no visto, Rafa Ríos, otro PR de los de toda la vida, junto a la abogada Margarita Sabina, una mujer hecha a sí misma y que da para todo un reportaje en la siguiente entrega. Por último, pero no menos importante, Amélie Bel Berbel, la mejor embajadora del mejor champán, Laurent Perrier, que no podía ausentarse en una ocasión tan especial, porque sin burbujas no hay paraíso.
Hasta bien entrada la noche, las velas que iluminaban el espacio no se apagaron. Una atmósfera mágica y tenue, en la que tampoco faltaron las gafas de COTTET, que seguro agradecieron los sensibles a cualquier destello o flash —que no fueron pocos— o los más ‘trasnochados’, añadiendo un toque de sofisticación a la escena.
Y así es cómo transcurrió una nueva ‘Penúltima’. Una sección convertida en tradición, que en esta ocasión ha sido posible gracias a Johanna von Müller-Klingspor. ¿Qué nos deparará el próximo número? Sólo el tiempo y la imaginación lo saben. Mientras tanto, brindemos y bailemos.
Artículo original publicado en el Nº21 de FEARLESS invierno 2024/25