La Penúltima en Marbella con Lomana y The Macallan
*Artículo publicado en la edición en papel de FEARLESS 18
Se acercaban las horas del final. Últimas horas con Carmen. Penúltima al canto para celebrar la vida y la primavera adelantada que supone un sábado de febrero en Marbella. Huele a peonías, y es que ella ya ha pasado. Es el signo infinito de su presencia. Le acompañan amigas de su núcleo marbellí. Algunas de las que están aquí, claro. Pola Tolds, María de las Heras y Amparo de la Gama. Estamos en una de las zonas de la nueva Marbella. Digo nueva porque es un barrio nuevo que se sitúa en lo alto de una colina. Cerca del mar, con vistas al mar. En la costa todo gira en torno al mal, pero también el sol toma parte protagonista de esta costa que lleva su nombre. No hay rincón de esta adorable colina que no esté bañado por este astro que tanta vitamina C nos da. Es decir, vida. Vida como la vid, que viene de los sarmientos y yo no recuerdo un atardecer más feliz que el que una vez en Cambados sucedió junto a una copa de Mar de Frades. En esta penúltima también nos acompaña este albariño gallego que solo con olerlo uno recuerda la felicidad que se siente ante una copa fría. ¡Qué placer el vino en lo alto de una colina mientras el mediodía hace su presencia en cuerpo y alma. Para comer, pollo al curry con chutney de mango. Una receta que la propia Carmen reveló a Hola hace algún tiempo y que hemos reproducido para esta penúltima tan eterna. Eterna por las vistas, por el tiempo, por la mesa de Vista Alegre concebida por As Interiorista, formado por la madre y la hija. Caridad Tercero y Adriana Somoza, respectivamente,Todo aquí queda en familia como los cánones de una buena penúltima mandan. La vajilla recién lanzada por la marca portuguesa que ahora cumple 200 años se llama The Meaning y solo hay que verla para saber que es eterna. Que sus colores, formas y piezas solo pueden llevar a un mundo mejor. Las fotos hablan, la elegancia revolotea. Madre e hija, muletón en mano lo hicieron posible durante largas horas. El espíritu sobrevuela gracias al espirituoso que también nos acompaña desde el principio en forma de cóctel. The Macallan, que es sinónimo de lujo. No hay barra de un buen restaurante que no lo tenga en sus estanterías. The Macallan tiene nombre de bulería. Me imagino a esos escoceses con un quaich en la mano y improvisando con un flamenco componiendo con este musical nombre. La Primavera suena a bulerías y sabe a whisky madurado en barrica de Jerez de la Frontera. The Macallan The Macallan The Macallan… ole con ole y ole y olé. Señorita, deme usted un The Macallan. Y ahí empieza la fiesta. Y la botella. Y oiga que bueno está. Una joya en líquido. Porque en sólido ya está Miguel Más, de San Eduardo, que participó en esta sesión de portada con las maravillas traídas de la calle Ayala para lucir en las carnes de la Carmen eterna. De la Carmen de Marbella que en esas setenta horas cambió siete veces de joyas. O bisuta, como a ella le gusta llamarlo. Pasan las horas y los boogies siguen paseándonos por esta impresionante promoción de Aedas que cuenta con todos los lujos. Si no la han visto, vayan a verla. Es parte del futuro, ya presente, de las nuevas casas. Gym, cafetería y otras cosas del montón de cosas que nos gustan, incorporadas en la vivienda. Desde aquí la vida es más agradable, y en general, desde una penúltima. También están los artífices del grupo Mosh. Desde su arquitecto hasta el equipo que lo ideó desde el principio y sigue cada noche al pie del cañón. Son el grupo de moda. Los restaurantes de moda. Y a lo lejos siempre en el recuerdo Marbella Club. Eterno e imprescindible. Lujo silencioso y de antaño. Contraposición de lo uno y de lo otro. Único como una Buleria de la Bernarda de Utrera. Marbella Club Marbella Club Marbella Club. También tiene sonido a bulerías. Las de las sirenas que desde el mar cantan al paraíso en la tierra que es esa orilla de la playa de Nagüeles que entra tierra adentro hasta las entrañas mismas del corazón de Marbella.