Entradas

Por Marco de Pablos

Sonia Lleonart deja atrás el mundo empresarial para adentrarse de lleno en la literatura con Nacida de Venus, una novela que entrelaza arte, pasión e historia. Su debut no es fruto del azar, sino de una vocación profunda y una necesidad vital de contar. Entre la Florencia renacentista, Botticelli y una musa que sigue inspirando siglos después, Lleonart demuestra que nunca es tarde para reinventarse.

Pregunta. Tu primer libro, Nacida de Venus, ha sido un éxito rotundo. ¿Qué te impulsó a dar el salto a la escritura después de carrera dedicada al mundo empresarial? ¿Fue una decisión pensada o surgió de una necesidad personal de expresar algo a través de la literatura?

Respuesta. Escribir esta novela ha significado cumplir una necesidad personal muy profunda. Desde siempre he sentido pasión por la literatura; leer y escribir historias han sido actividades que han llenado mi vida. Un día decidí profundizar en este arte apasionante y emprendí un itinerario completo de narrativa y novela en una de las escuelas de escritura más prestigiosas de Europa. Allí comprendí que la manera más auténtica de conectar con el mundo es creando historias capaces de emocionar y tocar el corazón de los lectores. Escribir, para mí, es más que una vocación; es una necesidad vital, una forma de expresar quién soy y lo que siento.

P. Como autora debutante, ¿cómo fue el proceso de creación de tu novela? ¿Te resultó difícil lanzarte al mundo de la escritura sin haber publicado antes? ¿Cómo enfrentaste la inseguridad o los miedos propios de un primer proyecto literario?

R. Escribir Nacida de Venus era un reto personal, tenía que demostrarme a mí misma si era capaz de hacerlo. Fui construyéndola poco a poco, disfrutando de cada aprendizaje y descubrimiento. Me enamoré de la historia y de los personajes.

«Escribir, para mí, es más que una vocación; es una necesidad vital, una forma de expresar quién soy y lo que siento»

P. En Nacida de Venus, combinas la historia con la ficción. ¿Qué te atrajo de la figura de Simonetta Vespucci y su relación con Botticelli?

R. Quería descubrir quién era ella. Qué había detrás de su belleza, de su magnetismo, porqué inspiró obras de la talla del Nacimiento de Venus y la primavera, y cómo llegó a enamorar a toda Florencia.

P. La relación entre ambos juega un papel crucial en tu novela. ¿Qué papel crees que juega el arte, especialmente en un contexto tan emocional y humano, como el que se presenta en Nacida de Venus? ¿Cómo te gustaría que los lectores interpretaran el vínculo entre el amor y el arte en tu historia?

R. El Renacimiento representó un verdadero renacer del arte en todas sus manifestaciones: filosofía, literatura, pintura, escultura, arquitectura, etc. Fue un periodo excepcional, caracterizado por la inspiración y el fuerte apoyo de sus gobernantes. La familia Medici destacó especialmente como grandes mecenas, promoviendo la creación de algunas de las obras más importantes y maravillosas de la historia del arte. Quería narrar cómo fue ese momento de la historia y la importancia que tuvo por el legado que nos dejó.

 

P. La creación de una novela histórica con tintes de ficción requiere una extensa investigación. ¿Cómo llevaste a cabo la investigación histórica sobre el Renacimiento y la figura de Simonetta Vespucci? ¿Hubo algún descubrimiento durante el proceso que te sorprendiera o que cambiará el rumbo de la novela?

R. Llevé a cabo un extenso proceso de documentación sobre el Renacimiento italiano, los filósofos humanistas, Ficino, Poliziano, la familia Médici y sobre los artistas y su obra: Botticelli, Ghirlandaio, Verrochio, Leonardo. Fue muy enriquecedor.

Cuando me planteé la novela creía que Sandro Botticelli y Simonetta estaban enamorados y al empezar a documentarme averigüé que quienes seguramente tuvieron un romance fueron Simonetta y Giuliano de Medici. Tuve que cambiar la idea del inicio.

P. Imagino que también habrás visitado Florencia, ¿hubo algún lugar o experiencia que te marcara especialmente y que, también, influyera en la creación de tu novela?

R. Mi primera visita a la Galería de los Uffizi fue una experiencia sobrecogedora. La escena en la que Carla, la protagonista contemporánea, entra en la sala de Botticelli y contempla la primavera, refleja exactamente lo que sentí en aquella ocasión. La emoción fue tan intensa que se me erizó la piel por completo.

P. Tu novela ya está siendo traducida a varios idiomas. ¿Cómo te sientes ante la idea de que tu debut literario traspase fronteras? ¿Qué esperas lograr con la recepción internacional de Nacida de Venus?

R. Estoy muy emocionada porque he logrado crear una historia universal que puede llegar a los lectores de todo el mundo. Es un acercamiento al arte, al amor, a la historia, pero también a los deseos y los amores prohibidos.

«Estoy muy emocionada porque he logrado crear una historia universal que puede llegar a los lectores de todo el mundo»

P. ¿Cómo visualizas tu futuro en la literatura? ¿Hay alguna meta o sueño que tengas relacionado con el mundo literario que te gustaría alcanzar en los próximos años?

R. En estos momentos estoy escribiendo mi segunda novela. Visualizo mi futuro en la literatura como un camino de constante crecimiento, aprendizaje y exploración creativa. Mi gran meta es seguir escribiendo historias capaces de emocionar a los lectores.

P. Simonetta Vespucci, como musa y figura histórica, deja un legado que trasciende la pintura y se convierte en inspiración literaria. ¿Qué mensaje esperas que los lectores lleven consigo al final de tu novela? ¿Cómo te gustaría que tu libro enriqueciera la percepción del arte y la historia?

R. He logrado acercar el arte y la historia a muchos lectores, dando vida a la figura de Botticelli y a su musa Simonetta, humanizándolos para hacerlos más cercanos. Mi deseo es que los lectores puedan sumergirse en la magia del Renacimiento y conectar profundamente con los artistas que protagonizaron aquella fascinante época. Me emociona saber que muchos lectores ya han visitado Florencia y la Galería de los Uffizi tras haber leído la novela.

P. Por último, si tuvieras que describir Nacida de Venus en tres palabras, ¿cuáles elegirías y por qué?

R. Arte, pasión, historia. La novela revive con rigor y belleza la época fascinante del Renacimiento, invitando a viajar en el tiempo a través del arte de Botticelli.

Elisenda Julibert (Barcelona, 1974) estudió Filosofía y trabaja desde hace más de dos décadas en editoriales. Ha traducido del francés a George Sand, Guy de Maupassant, Marcel Proust, Albert Camus y Claude Lévi-Strauss, y del inglés a Sylvia Plath, Zygmunt Bauman o Simon Critchley. ¡Todo un hito! Actualmente es editora de mesa y esporádicamente escribe en la revista ctxt. De las muchas criaturas fabulosas que han poblado la literatura y el cine, la mujer fatal es una de las más recurrentes y proteicas de los dos últimos siglos, si bien forma parte de una antigua estirpe que se remonta hasta la inconstante Helena clásica que motivó la guerra de Troya o la temeraria Eva bíblica que condenó a la humanidad entera. A través del análisis de personajes literarios—de Carmen a Lolita—o cinematográficos—la Madeleine de Vértigo y la Conchita de Ese oscuro objeto del deseo—, la autora examina el mito de la temible femme fatale partiendo de un cambio de perspectiva: ¿y si, más que atestiguar el carácter funesto de ciertas mujeres, el estereotipo delatase una representación del deseo masculino singularmente aciaga? Como en una trama de intriga, este libro invita al lector a seguir la pista de los hombres que hay detrás de esas mujeres míticas, a las que la tradición ha señalado quizá tan sólo para desviar la atención y ocultar las pruebas más cruciales. La autora conversa con nosotros y nos traza en pocas frases los porqués de su obra y la anatomía del hombre fatal (también la mujer).

Elisenda Julibert, autora del ensayo

¿Como es un hombre fatal hoy?

Ayer y hoy un hombre fatal es el que inventa mujeres fatales para justificar su atormentada forma de desear.

¿A quién recomienda este libro?

A cualquier persona a la que le interese la literatura amorosa y disfrute de darle un par de vueltas a las cosas.

¿Se podría escribir hoy Lolita? 

Creo que sí, me parece una obra que sigue resultando muy crítica con algunos prejuicios que persisten en la actualidad, como el de que el amor cuanto más demencial y trágico más auténtico es.

¿Cuanto tiempo le ha llevado preparar este ensayo?

Tuve la idea hacia el 2010, y le fui dando vueltas, rumiándola, hasta que en 2016 me puse a escribir, y terminé en 2020.

¿Qué es una mujer fatal?

Supuestamente una mujer que usa su atractivo para atormentar cruelmente a quien la desea, pero como comprobamos en la literatura siempre es el chivo expiatorio de personajes masculinos que cometen auténticas atrocidades en nombre del amor.

¿En qué relatos una mujer también condena a un hombre?

Hasta donde mi conocimiento alcanza hay relatos femeninos de venganza, pero de momento no existe en la tradición la figura del «hombre fatal», es decir, relatos que condenen a un personaje masculino por el hecho de ser deseable pero no corresponder al interés de una mujer.

¿Qué le llevó a escribir este libro?

Mi interés por las distintas concepciones del amor en nuestra tradición y algunas experiencias personales.

¿Pueden ser peligrosos los mitos?

En el libro cito a Roland Barthes, quien en sus Mitologías escribe que: «La función del mito es otorgar a la intención histórica un fundamento natural, dar eternidad a la contingencia», y en ese sentido los mitos son efectivamente cárceles, o trampas, pues tratan de imponer una perspectiva del mundo como si fuera la única posible.

¿Cual será su siguiente libro?

La verdad es que no lo sé, he tardado mucho en escribir el primero, soy lenta, como Orlando de Woolf, el personaje que da por concluido su libro al cabo de 300 años.

Portada del libro

«¿Qué ocurriría si lo que el tópico de la mujer fatal atestigua fuese, más que un determinado comportamiento femenino, una singular (y tradicionalmente masculina) representación del deseo? La supuesta fatalidad de todas esas mujeres imaginarias cuya cualidad específica parece ser destrozar a quienes las aman no sería entonces inherente a ellas, sino el resultado inevitable de una determinada concepción del deseo, una de cuyas características es la de convertir a su objeto, la persona a la que se dice amar, en fetiche y, al fin, fatalmente, en cadáver».

«Como si se tratara de una especie de criatura fabulosa y mítica, lo único que sabemos de la mujer fatal es lo que nos cuentan algunos testigos privilegiados—sus desdichadas víctimas—que lo han perdido todo menos la capacidad de sentir (¡y cómo!) y de narrar».